FONDO EDITORIAL
ACADEMIA DE HISTORIA DEL ESTADO ZULIA
Édixon Ochoa
Academia de Historia del estado Zulia
(1860 - 1885)
EN LA CASA DE BENEFICENCIA DE
MASONERÍA
MARACAIBO
POLÍTICA
Y
ECONOMÍA
édixon ochoa
MASONERÍA, POLÍTICA Y
ECONOA EN LA CASA DE
BENEFICENCIA DE MACAIBO
(1860-1885)
2ª edición
ampliada y mejorada
Esta obra se publica bajo el copatrocinio de:
L F D C S  C
E C
C  E Z
Este libro es producto de investigación desarrollada por su autor. Fue
arbitrado por un comité de expertos pertenecientes al Fondo Editorial de la
Academia de Historia del Estado Zulia, Venezuela.
M,    
     M.
(1860-1885)
Segunda Edición (Ampliada y mejorada). Marzo de 2021
Depósito Legal: LF06120139004405
ISBN: 978-980-12-7057-7
Fondo Editorial de la Academia de Historia del Estado Zulia
Director: Juan Carlos Morales Manzur
Correo: ahezve@gmail.com
Diseño de portada y texto: Miller Castilla Meléndez
F E   A  H
  Z
E
l Fondo Editorial de la Academia de Historia del estado Zulia,
busca promover las publicaciones sobre Historia local y Regional e
Historia venezolana, especialmente las investigaciones que aportan
conocimientos inéditos o enriquezcan la producción cientíca sobre
distintas temáticas de la Historia.
Se persigue que la Academia de Historia del estado Zulia, genere
una producción editorial propia, desarrollada fundamentalmente por
historiadores, con altos niveles de calidad e innovación, tendientes a
satisfacer las necesidades de acceso al conocimiento y consolidar una
producción editorial para ofrecer a la colectividad en general, como aporte
a sus objetivos y nes institucionales.
El proyecto nace de la conuencia de dos circunstancias que
justican su carácter netamente académico: la convicción de que todavía es
posible hacer un libro de calidad, tanto en contenidos como en presentación
formal, y la participación de prestigiosos historiadores en el desarrollo del
proyecto a n de garantizar un marco de seriedad y rigor cientíco
Juan Carlos Morales Manzur
Director del Fondo Editorial
6
ÍNDICE
A........................................................................................... 08
D..................................................................................................... 09
P................................................................................... .............. 10
P............................................................................................................. 14
I.................................................................................................. 20
C I. U   .
La benecencia en Europa y América............................................................ 25
La benecencia en Venezuela.......................................................................... 29
Antecedentes de la investigación..................................................................... 32
C II. L :  
  .
Naturaleza y objetivos de la masonería.......................................................... 37
Introducción y desarrollo de las ideas masónicas en
Venezuela: siglos XVIII y XIX......................................................................... 42
La masonería en el Zulia: orígenes y actuaciones principales................... 50
C III. M   C  B.
Rasgos económicos, societarios y políticos de
Maracaibo (1860-1885)................................................................................... 63
La creación de la Casa de Benecencia:
actuación e inuencia masónicas.................................................................... 68
Un novísimo concepto de la caridad.............................................................. 76
La animadversión hacia la masonería en Maracaibo................................... 79
El paradójico respaldo de la iglesia católica.................................................. 84
C IV. L C  B:  
    .
Primeras iniciativas económicas e impacto social....................................... 99
Jesús y Progreso en la Caridad: el pensamiento
y la acción de la masonería............................................................................... 108
El Ejecutivo del estado Zulia y la masonería:
una protección simultánea............................................................................... 116
7
De la amenaza política al retorno de la estabilidad...................................... 125
C V. C ........................................... 138
F D.
1. Fuentes Bibliográcas........................................................................ 149
2. Fuentes Hemerográcas................................................................... 154
3. Fuentes de Archivo............................................................................. 155
4. Fuentes Electrónicas.......................................................................... 156
(1860-1885) É O
8
AGDECIMIENTOS
A
l Gran Arquitecto del Universo, Principio Inteligente y Causa
Legisladora de lo visible e invisible, por asistirme en esta obra con
la cual pude lograr uno de mis objetivos fundamentales.
Al Dr. Germán Cardozo Galué, in memoriam (†), mi tutor y mentor
en el Programa de Historia de Venezuela – Nivel Maestría, por su gentileza
y noble disposición para moldear mejor mis inquietudes y brindarme los
mejores consejos, orientaciones y destrezas en aras de alcanzar mi meta: ser
un historiador de ética, pensamiento y acción.
A la Dra. Nevi Ortín de Medina, in memoriam (†), docente y
Coordinadora del Programa de Historia de Venezuela – Nivel Maestría, por
su distinguida y notable participación como prologuista de este libro, así
como también por sus palabras de ánimo y apoyo durante y después de mis
estudios de postgrado.
Al Prof. Tito Balza Santaella, mi maestro y eximio pedagogo,
lólogo, lexicólogo, escritor e historiador, por el aporte realizado en
la revisión y corrección ortográcas y de estilo, a objeto de garantizar la
impecabilidad de la presente obra.
A la Dra. Arlene Urdaneta Quintero, al Dr. Kurt Nágel Von Jess, in
memoriam (†), al personal del Acervo Histórico del estado Zulia (AHZ),
al personal del Sistema de Servicios Bibliotecarios y de Información de
la Universidad del Zulia (SERBILUZ), a la Respetable Logia Simbólica
“Regeneradores” N
o
6 de Maracaibo, a la MSc. América González, y a mis
compañeras del Programa de Historia de Venezuela, la Dra. Mariángela
Ríos y la MSc. Dayanalid Hernández, por su positiva cooperación y gentil
respaldo en la elaboración del presente trabajo.
M, P  E       M
9
DEDICATORIA
A
l Prof. Tito Balza Santaella, el amable maestro que “(…) formó
mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo
hermoso (…)” (Bolívar).
A la Dra. Betilde Nava de Salas, in memoriam (†), y a la MSc.
Gisela Reyes Venegas, mis primeras profesoras del Programa de Historia de
Venezuela – Nivel Maestría. Sean para siempre admirables y respetables.
Al Prof. José Angarita, in memoriam (†), mi inolvidable mentor en
la Sociedad Bolivariana del estado Zulia y guía especialísimo en el estudio
de la Historia.
A la francmasonería zuliana en sus 200 años de historia, institución
ductora del desarrollo político, económico, social y cultural en el estado
Zulia.
(1860-1885) É O
10
PRESENTACIÓN
C
omo profesor de la cátedra “Historia de las Instituciones Políticas
y Jurídicas”, al hablar de aquéllas que surgieron y tuvieron
relevancia enla EdadMedia, debo mencionar necesariamente a
los gremios de artesanos, labriegos y obreros; trabajadores en general. Ellos
conguraban la clase baja, denominada de los burgueses, calicativo que
deriva de la palabra alemana Burg que signica ‘castillo fuerte. Se asentaron
alrededor de aquellas encumbradas fortalezas feudales; servían a su señor
a cambio de la protección que éste les brindaba y de esa manera fueron
congurando, no sólo las nuevas ciudades que después tuvieron gran
importancia en el devenir histórico de aquel continente, tales como San
Petersburgo, Goteburgo, Hamburgo, Edimburgo, Luxemburgo, Cherburgo,
Estrasburgo, Salzburgo, Johannesburgo y muchísimas más, sino un nuevo
estrato social, distinto al de la servidumbre de la gleba, heredera ésta de
aquella ignominiosa esclavitud romana, combatida por el cristianismo.
La irrupción del cristianismo trajo la idea de que todos los
seres humanos, hombres y mujeres, éramos iguales y que, por lo tanto, la
esclavitud, base fundamental de aquella economía grecorromana, debía
desaparecer; que las necesarias relaciones humanas estaban sustentadas en
el amor al prójimo:LA CARIDAD. Tremendarevolución que estremeció
los cimientos de aquel inmenso y longevo imperio.
En la medida en que el feudalismo fue desapareciendo, surgieron
las familias hegemónicas; se fueron conformando los estados-naciones;
los monasterios y abadías católicos, refugio de la cultura grecolatina,
conguraron las primeras universidades;se inventó la imprenta; se descubrió
América. Y entonces el mundo dejó de ser plano. El absolutismo fue
tomando cuerpo, el humanismo antropocéntrico sustituyó al teocentrismo
medieval y aquellos gremios de aprendices, ociales y maestros fueron
perdiendo su relevancia hasta desaparecer.
Sin embargo, todo aquello, junto con el mercantilismo y la
siocracia, coadyuvaron a queesa burguesía, cuyos gremios habían dejado
de tener importancia, comenzara a tomar auge y conciencia. De todas
M, P  E       M
11
aquellas agrupaciones gremiales, sólo una se mantuvo unida en el tiempo,
no ya para seguir colocando ladrillos ni construyendo edicios, sino
dirigiendo sus actividades, no ya a cuidar y velar por los intereses laborales
de su propia profesión, sino a agrupar individuos que de una u otra forma
compartían una nueva ideología, unos nuevos intereses. El antiguo gremio
de los albañiles, convertido en una asociación para intercambiar ideas,
mantuvo su apelativo inglés: Mason.
Y así surgió esta nueva agrupación en el mundo del pensamiento,
de la losofía, de la cultura, que tantas y tan diversas interpretaciones,
opiniones, controversias, discusiones, polémicas y hasta enemistades ha
suscitado a lo largo de estos últimos cuatrocientos años. Nadie puede negar
hoy la tremenda inuencia que esta ideología tuvo en el auge del liberalismo
burgués y en el estallido, no sólo dela Revolución Francesa, sino también
de todo el movimiento independentista latinoamericano, aun cuando haya
muchos hoy –historiadores de pacotilla– que pretendan convertir al líder
indiscutible de ese movimiento, al blanco criollo mantuano de Simón
Bolívar, en un socialista a ultranza.
Ahora, en nuestro entorno, aparece un interesantísimo trabajo
de uno de los más jóvenes miembros de nuestra Academia dela Historia,
el doctor Édixon Ochoa, titulado Masonería, Política y Economía en la
Casade Benecencia de Maracaibo (1860-1885), referido a esa honorable y
longeva institución hospitalaria, que ya, en otra excelente obra anterior del
compañero académico Dr. Ernesto García MacGregor, desde otro punto de
vista completamente diferente, había sido desarrollado; en el cual este novel
investigador se dedica, no sólo a trazar una breve historia de la masonería,
sino que, para deleitarnos, nos trae un poco más de ésa, nuestra historia
vernácula, presentando una faceta bastante original, por cierto, adornado
todo por interesantes e históricas fotografías.
Nos habla brevemente de la benecencia en Europa y en América.
Pasa luego a darnos detalles de la naturaleza y objetivos de la masonería; de
su introducción y desarrollo en Venezuela y en Maracaibo; de la actuación
e inuencia masónica en la creación de la Casa de la Benecencia y el
paradójico respaldo dado porla IglesiaCatólicay el impacto social que
causó en su tiempo. Y así nos pasea por algunos de los acontecimientos
políticos, económicos y sociales que en diferentes épocas tuvieron que ver
con el funcionamiento de esa institución benéca, uno de los símbolos
(1860-1885) É O
12
iconográcos citadinos, con la masonería y con las demás instituciones
que, de alguna u otra forma, están ligadas a todo ello.
Su lectura, obligatoria para mí, por haber sido designado por
las autoridades dela Universidaddel Zulia para formar parte del jurado
calicador de este trabajo, que fue originalmente su tesis de grado, cuando
este joven y acucioso médico decidió también graduarse de historiador, me
ha permitido aumentar el conocimiento tan necesario para complementar
el dictado de mis clases y –a petición del presidente dela Academia, el Dr.
Jorge Sánchez Meleán, lo que me honra–hacer su presentación.
Presentar un libro puede ser una fácil o difícil tarea. Su aprecio o
no depende de cada quien. Éste me ha parecido interesante, y presentarlo,
algo grato. Me ha dado la oportunidad de visitar por primera vez un templo
masónico con tanta historia y, asimismo, traer a la memoria recuerdos
personales de mi lejana niñez y juventud, uno de los cuales, con el permiso
y la benevolencia del auditorio, me voy a permitir mencionar porque he
considerado que, de alguna manera, me une a la historia de la masonería.
Formado dentro de un acendrado pensamiento católico, provengo
de un hogar originado en un matrimonio mixto: por mi padre luterano y
por mi madre católica. Durantela IIGuerraMundial, mi familia, a pesar
de tener orígenes maracaiberos muy claros, conocidos y muy antiguos
–por cierto, muchísimos de sus miembros citados en el libro que hoy se
presenta–, por el sólo hecho de estar ligada a dos apellidos alemanes
venidos en el siglo XIX, fue perseguida durante más de seis años, arruinada
y rechazada. En 1944, al entrar como alumno de primaria en el Colegio
Nuestra Señora de Chiquinquirá de los Hermanos Maristas, trabé una
gran amistad con uno de mis compañeros, hijo de un conocido judío de la
ciudad. Al tiempo, éste me invitó a su casa. Al pedirle permiso a mis padres,
me advirtieron que nada tenían en contra de aquella nueva relación, pero
que actuara con prudencia y cautela, y no dejara que, de alguna u otra
forma, fuera vejado o permitiera se hiciera alguna alusión desagradable o
denigrante en cuanto a aquella, para aquel entonces, supuesta condición de
leproso social y minusválido germánico.
Con el tiempo, aquella amistad creció. Tanto él como sus otros
hermanos fueron los padrinos católicos de mis hijos. Pero lo más curioso
sucedió el día de la intempestiva muerte de mi padre, un día de Navidad.
En medio del velatorio, apareció el viejo y honorable padre judío de aquella
M, P  E       M
13
muchachada, se acercó al féretro, quedó un rato pensativo, observando
el cadáver y, de pronto, abundantes lágrimas brotaron de sus ojos.
Extrañadísimo ante todo aquello, interrogué a mi madre. Ella me respondió:
“Ellos eran hermanos masones”. Entonces comprendí que en el mundo todo
es posible. El aprecio y la consideración que los seres humanos se deben y
se pueden tener, es posible; todo obedece a la buena formación que todos
deberíamos tener, a los sentimientos de tolerancia y de comprensión de
los unos para con los otros, que deben ser inculcados desde los hogares; el
respeto a las ideas de los demás, no sólo entendiendo lo que es la verdadera
democracia, sino adquiriendo vastos conocimientos para comprender lo
que es el verdadero amor, el cariño, el aprecio y, sobre todo, la caridad; esa
que nos fue sembrada por ese gran productor de la buena nueva que fue el
gran Jesús.
Que este libro que hoy se presenta acá, en este histórico templo
de la masonería maracaibera, que a tantos interesantes e importantes
personajes de la historia patria ha acogido en su seno, libro producto de
una intensa y laboriosa actividad investigativa que encierra una cuantiosa
bibliografía e innumerables datos informativos, que dice mucho de su autor,
sirva para propiciar esa comprensión, esa hermandad, esa tolerancia, ese
acercamiento, hoy más que nunca tan necesario entre los seres humanos.
Ya lo dije una vez, cuando el jurado calicador terminó de deliberar.
Hoy lo vuelvo a repetir: Édixon felicitaciones; te deseo éxito total; sigue
adelante.
Señores.
Kurt Nagel Von Jess (†)
Individuo de Número de la Academia de Historia del estado Zulia
Maracaibo, estado Zulia. Jueves 19 de diciembre de 2013
(1860-1885) É O
14
PRÓLOGO
E
l libro Masonería, Política y Economía en la Casa de Benecencia de
Maracaibo, (1860-1885), escrito por Édixon Ochoa Barrientos,
es el producto del proceso de investigación que desarrolló para
presentar en el año 2012 su Trabajo de Grado en el Programa de Historia
de Venezuela, nivel Maestría, adscrito a la División de Estudios para
Graduados de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad
del Zulia, cuyo propósito fue obtener el título de Magister Scientiarium en
Historia de Venezuela.
El autor, durante su vida, ha cultivado su vocación por la música, la
medicina, la docencia, la investigación, la literatura y la historia. De hecho,
en la actualidad es músico, compositor, cantante, médico cirujano egresado
de la Universidad del Zulia (2007), investigador y docente universitario
(LUZ), escritor de cuentos y poesía.
Sus intereses y su amplia formación cientíca y humanística, lo
han llevado a participar como miembro activo en diversas instituciones
de carácter académicas, históricas, musicales, literarias y culturales en
Maracaibo, entre ellas, la Sociedad Bolivariana y la Academia de Historia
del estado Zulia, el Centro de Escritores Zulianos, la Sociedad de Autores
y Compositores de Venezuela, la Sociedad Venezolana de Microbiología,
Capítulo Zulia, y el Instituto de Investigaciones Clínicas “Dr. Américo
Neg r e e”.
Cuando inició el Programa de Historia de Venezuela, nivel
Maestría, se planteó como tema de investigación para su trabajo de grado,
el relacionado con la creación y funcionamiento de la Casa de Benecencia
en Maracaibo, durante el período de 1860 a 1885. Metodológicamente
lo abordó como un hecho histórico social que no podría ser estudiado ni
comprendido en forma aislada, sino dentro de un conjunto de relaciones,
inuencias, acciones e interacciones con los elementos ideológicos,
políticos y económicos de la totalidad social regional y nacional. Durante
su investigación trató de explicar, en conjunto, el establecimiento y
funcionamiento de la Casa de Benecencia de Maracaibo, como resultado
M, P  E       M
15
de las acciones y el hacer de la masonería y de los hombres masones
en las estructuras ideológicas, políticas, económicas y culturales de la
sociedad marabina; así como de los intereses y visiones que prevalecían
en ese período histórico. El autor, a través de su investigación, estudió el
cómo la masonería interactuando con otros elementos del sistema social
marabino, logró la creación, instalación y el funcionamiento de la Casa de
Benecencia de Maracaibo durante el período de 1860 a 1885, enmarcado
en su concepción de caridad y asistencia al necesitado.
A pesar de la existencia de estudios previos, realizados por
otros autores sobre el mismo tema, consideramos de gran importancia
el contenido de este libro porque el autor, en forma sistemática, buscó,
recuperó, analizó, criticó e interpretó una serie de fuentes, lo cual le
permitió, a través de la utilización de métodos de investigación especícos,
ofrecer un novedoso conocimiento histórico.
Ubicó el tema en un contexto histórico social amplio, con la
nalidad de comprender su origen, su funcionamiento, los actores e
instituciones sociales presentes en el proceso, sus relaciones con el todo
regional y nacional. Estudió los hechos que guardan relación explicativa
con el establecimiento, tropiezos y funcionamiento de la mencionada
institución. Develó las fuerzas e intereses actuantes en lo ideológico,
político, económico y social, tanto en Maracaibo como en la nación.
Ochoa Barrientos, en su investigación, concibió a la masonería,
como una institución presente y actuante, a tras del hacer de sus hombres,
en el proceso histórico nacional y regional, lo cual no es fácil ni sencillo,
ya que ella no aparece en dicho proceso como algo unívoco y estático,
porque la tradición masónica no excluye la evolución y el progreso y,
como institución, no es inmutable ni estática, sino dinámica y en constante
adecuación a lo humano y a lo social. La masonería puede ser considerada
como una institución, esencialmente losóca y lantrópica.
En un momento de su proceso histórico, la masonería se vinculó
con las ideas y acciones del movimiento de la Ilustración, lo que originó
fuertes discrepancias con la iglesia católica, ya que esta veía en la masonería
y la Ilustración graves errores, tales como la negación de todo dogma de la
fe y la revelación, pues sólo consideraban como verdad cientíca lo que se
pudiera demostrar a través de la razón, y los intelectuales de la Ilustración,
en su mayoría masones, veían a la iglesia calica como una institución
(1860-1885) É O
16
propagadora de dogmas de fe, situación que contradecía sus planteamientos
sobre la libertad, la igualdad y el librepensamiento.
La masonería como institución, al igual que la Ilustración,
enunciaba los principios de libertad, igualdad y fraternidad, como los tres
pilares sobre los cuales ella descansa. Los hombres masones se concebían
a sí mismos como amantes de la paz y la libertad, respetuosos de las leyes,
enemigos de la explotación del hombre por el hombre y practicantes de la
caridad, la tolerancia y el librepensamiento.
El autor utilizó diferentes fuentes escritas bibliográcas,
hemerográcas, documentales y también electrónicas, que le permitieron
presentar en su libro una síntesis del proceso histórico de la masonería y
la ilustración en Inglaterra, Alemania, Francia y España. Asimismo, expuso
cómo los ideales reformistas, contenidos en los postulados de la Ilustración
y el Enciclopedismo, encabezados por los principios de libertad, igualdad
y fraternidad, y vinculados con la masonería, se propagaron de Europa a
América, especícamente a Venezuela y a Maracaibo. También explica
cómo se constituyeron las primeras Logias masónicas en el país, donde
ya para 1824, en Caracas, participaban 77 hombres masones a quienes
se les había otorgado el grado 33º, entre ellos menciona a José Antonio
Páez, Diego Bautista Urbaneja, Carlos Soublee, Santiago Mariño, Rafael
Urdaneta, Juan Bautista Arismendi y Simón Bolívar, comprometidos todos
con la causa independentista de Venezuela.
Para el autor, el origen de la masonería en Maracaibo se remonta
a febrero de 1812, vinculado con el movimiento independentista y
revolucionario. El Dr. Pedro Alciro Barboza de la Torre, en su obra
Memorias del Zulia (2001), señaló que la Escuela de Cristo, constituida
como una sociedad de ciudadanos, conformada mayoritariamente por
personalidades notables de la sociedad marabina, fue en realidad la primera
logia francmasónica del estado Zulia. Como logia lautarina o mirandina,
su nalidad era deponer a las autoridades españolas de la Provincia
de Maracaibo para proclamar su independencia y sumarla a la causa
republicana.
En su obra, Édixon Ochoa Barrientos presenta diversos momentos
del proceso vivido por esta logia masónica en Maracaibo, así como su
vinculación con la política, la economía y la cultura de esta región, y
siguiendo las ideas expresadas por el Dr. Manuel Dagnino en 1891, señaló
M, P  E       M
17
que durante las décadas de 1850 y 1860, ante el ascenso de una nueva elite
política, los jóvenes en Maracaibo se polarizaron entre los masones y los
católicos a ultranza. Los primeros abanderaban el pensamiento ilustrado,
enciclopedista, liberal y positivista, el cual procedente de Europa alimentaba
el progreso, el laicismo y el libre pensamiento en los maracaiberos, ávidos
de nuevos ideales que colmaran sus ansias de superación y conocimiento,
y les permitieran no estar sujetos a los limitantes dogmas de la iglesia
católica. Los segundos, rechazaban tajantemente tales postulados y, por
supuesto, a los portadores y defensores de tales ideas: los masones, por
cuanto sus propuestas implicaban un duro golpe al dogmatismo católico y,
en consecuencia, a su inuencia sobre el entorno social.
La asociación entre masonería y progreso se presentó como una
relación directa entre progreso y librepensamiento. El progreso para la
masonería, suponía la superación del pasado y su objetivo era liberar al
hombre del dolor, la dependencia y toda servidumbre material y moral,
para que así pudiera participar de los benecios que le proporcionaba la
sociedad a través de sus organizaciones.
En la realidad marabina descrita por Ochoa Barrientos, donde
interactuaban fuerzas políticas, económicas, académicas, ideológicas
y culturales, en 1860 va a emerger una nueva institución, la Casa de
Benecencia, cuyo proyecto inicial se remontaba a 1854, cuando Pedro
José Hernández, como miembro activo de la masonería, propuso ante
su Logia, la creación de una Casa de Mendigos en Maracaibo, para darle
respuesta a un planteamiento que le habían formulado los comerciantes
locales, quienes ansiaban el establecimiento de una institución de este tipo,
para evitar que los pobres pidieran limosna en las calles. La propuesta fue
aprobada en la Logia y se designaron tres comisiones de trabajo, entre cuyos
miembros se encontraban el Dr. Antonio José Urquinaona, Manuel Baralt,
Pedro Bracho, Ausencio M. Pa y J. Harris.
Pero debido a diferentes causas, como lo explica el autor, el
proyecto en ese momento no tuvo viabilidad, pero seis años después, en
1860, fue retomado por el Dr. Antonio José Urquinaona, abogado, político,
masón, catedrático y vicerrector del Colegio de Maracaibo, (él, en 1854,
regentó uno de los dos cursos de ciencias mayores que se instalaron por
primera vez en el Colegio de Maracaibo, el de jurisprudencia y el de
medicina); Fue nombrado para regentar las cátedras de Derecho Civil y la
(1860-1885) É O
18
de Derecho Canónico, como integrantes del curso de ciencias.
Al momento de presentar el proyecto de creación, el Dr. Urquinaona
se desempeñaba como Venerable Maestro de la Logia “Regeneradores” N
o
15. Después de superar algunas dicultades, nalmente, el 5 de agosto de
1860, se instaló la Casa de Benecencia de Maracaibo, como una institución
de caridad y asistencia social, la cual desde su inicio estuvo dotada de
una medicatura atendida por los doctores Joaquín Esteva Parra, Manuel
Dagnino y Juan Evangelista Gando.
En su discurso histórico, Édixon Ochoa Barrientos, hábilmente
da a conocer la realidad social y su ordenamiento ideológico, político,
económico e institucional presente durante el establecimiento, desarrollo
y funcionamiento en Maracaibo, de la Casa de Benecencia, en el período
comprendido entre 1860 y 1885.
La masonería, como institución, ha estado siempre presente en
el proceso histórico de Maracaibo, del estado Zulia y de Venezuela. Sin
embargo, existe cierto vacío historiográco sobre la masonería y el hacer
social de sus hombres en dicho proceso, debido quizás a la dicultad para
localizar las fuentes documentales, y a la indiferencia o poco interés que han
manifestado los investigadores, historiadores y hasta los mismos masones,
para realizar estudios históricos sobre el tema, dirigidos a la profundización
y mejor comprensión de la masonería y de los hombres masones que han
participado en los procesos, hechos y coyunturas de la historia a nivel
regional y nacional. De allí la importancia que para la historiografía zuliana
y venezolana tiene el resultado de la investigación histórica realizada por el
autor de este libro quien, al estudiar el origen y funcionamiento de la Casa
de Benecencia en el proceso histórico marabino de 1860 a 1885, logró
ubicar el tema en un contexto social amplio con la nalidad de comprender
y dar a conocer su origen, funcionamiento y sus relaciones con el todo
social regional y nacional.
Evidenció que el establecimiento y funcionamiento de la Casa
de Benecencia en Maracaibo, como una institución de caridad, fue
producto de la acción sociopolítica de la masonería y de sus hombres, y
cómo el establecimiento de dicha Casa respondió a las fuerzas actuantes
en lo ideológico, político y económico presentes en la realidad marabina
estudiada y, además, dio a conocer cómo este proceso fue dinamizado por
actores sociales, grupos e instituciones ideológicas, económicas y políticas
M, P  E       M
19
que actuaban en la realidad de Maracaibo y del país.
Como una de las fortalezas de este trabajo, puede mencionarse, la
utilización y estudio de diversas fuentes, especialmente las pertenecientes
al archivo de la Logia “Regeneradores” N
o
6 en Maracaibo, a las cuales tuvo
acceso Ochoa Barrientos quien las utilizó para profundizar sobre el tema de
su trabajo y ofrecer en su libro un novedoso discurso histórico.
Dra. Nevi Ortín de Medina (†)
Individua de Número de la Academia de Historia del estado Zulia
(1860-1885) É O
20
INTRODUCCIÓN
L
a presente obra es el fruto de una investigación realizada durante
el período 2009-2010, en el marco de nuestros estudios en el
Programa de Historia de Venezuela, Nivel Maestría, y que dio origen
al Trabajo de Grado presentado en 2012, mediante el cual obtuvimos el
título de Magíster Scientiarium en Historia de Venezuela en la Universidad
del Zulia (LUZ). Dicha investigación se efectuó planteando como objetivo
general determinar la vinculación de la masonería con el ámbito político y
económico conformado en torno al origen y funcionamiento de la Casa de
Benecencia en Maracaibo, durante el período 1860-1885.
Consecutivamente, se formuló una serie de objetivos especícos
en el transcurso de esta investigación. Ellos fueron: introducir la naturaleza
y objetivos generales de la masonería como sociedad secreta de alcance
universal; reconstruir los orígenes, desenvolvimiento y actuaciones
principales de la masonería en Venezuela y en la ciudad de Maracaibo;
describir la actuación e inuencia de la masonería en el proceso histórico
de la ciudad en medio del cual surge la Casa de Benecencia de Maracaibo;
identicar y caracterizar a los personeros del Ejecutivo del estado Zulia y de
la sociedad en general, vinculados a la masonería y al movimiento político
de la época instaurado en pro de la Casa de Benecencia de Maracaibo y
su actividad; caracterizar los rasgos económicos, societarios y políticos
de la Maracaibo donde se implanta y funciona la Casa de Benecencia; y
establecer las iniciativas económicas constituidas para el sostenimiento y
supervivencia de la Casa de Benecencia de Maracaibo.
De esta manera, nuestro trabajo se circunscribe al estudio de una
etapa del proceso histórico de la región zuliana en el cual se determinará la
manera en la que una institución de rasgos claramente peculiares, tal como
es la masonería, lleva a cabo la creación y subsiguiente actividad de otra
institución de particular estilo como la Casa de Benecencia de Maracaibo
en 1860 y, no conforme con eso, logra la vinculación y articulación del sector
político y económico de la época para cristalizar ese propósito, además de
asegurar su funcionamiento a partir de entonces y durante los siguientes 25
M, P  E       M
21
años.
Para alcanzar los nes planteados, el trabajo se desarrolla
mediante una estructura de cinco capítulos entre los cuales se distribuye
su contenido. En el capítulo I se describe el concepto de la benecencia
como ideal y práctica, y se reseña cómo emerge este ideal mediante el
estudio cronológico de sus antecedentes en Europa y América. Una vez ya
en nuestro continente, se estudia el caso referente a Venezuela y el inicio
de la práctica moderna de la benecencia en Maracaibo. Concluye este
capítulo con la descripción de los primeros trabajos, fundamentalmente de
corte bibliográco, que anteceden al presente estudio, no dejando a un lado
los aportes que le brindaron, así como las deciencias que presentan por
ausencia de un mayor soporte académico.
En el capítulo II, dedicado a la masonería como institución
universal, se estudian la naturaleza y objetivos de la masonería, la
introducción y desarrollo de las ideas masónicas en Venezuela durante los
siglos XVIII y XIX y los orígenes y actuaciones principales de la masonería
en el Zulia.
El capítulo III está dedicado a la comprensión de la relación
existente entre la Casa de Benecencia y el entorno urbano en el cual
surgió, es decir, la ciudad de Maracaibo. Para ello se caracterizan los rasgos
económicos, societarios y políticos de Maracaibo durante el período 1860-
1885, la actuación e inuencia de la masonería en la creación de la Casa
de Benecencia, el novísimo concepto de caridad abanderado por esta
institución, la animadversión en esta ciudad hacia la institución losóca y
la existencia de un paradójico respaldo por parte de la Iglesia Católica hacia
la causa abanderada por la masonería marabina.
En el capítulo IV se describe cómo la Casa de Benecencia de
Maracaibo constituyó un estímulo para la acción política y económica.
Mediante este esquema se hace referencia a las primeras iniciativas
económicas auspiciadas a favor de la Casa de Benecencia, así como
también el impacto social que esta generó en la sociedad de entonces, son
analizados el pensamiento y la acción de la masonería y su condensación
en la expresión “Jesús y Progreso en la Caridad”, lema de la Sociedad de
Benecencia creada por los masones para la administración del asilo de
indigentes. El capítulo concluye con la relación gestada entre el Ejecutivo
del estado Zulia y la masonería en torno a la protección brindada a la Casa
(1860-1885) É O
22
de Benecencia y cómo ella se vio amenazada por las convulsiones políticas
del momento y restaurada cuando la estabilidad llegó a la región, tras una
suerte de conictos bélicos y fratricidas.
El capítulo V, último de este libro, contiene una serie de
consideraciones nales sobre cada uno de los aspectos relacionados con
el tema estudiado y señala, a manera de recomendación, la conveniencia
y necesidad de estudiar profundamente la participación e inuencia de la
masonería en el proceso histórico regional. Seguidamente, se ofrecen las
dos últimas secciones, contentivas estas de la bibliografía, la hemerografía,
y las fuentes de archivo y electrónicas utilizadas como referencia y soporte
del contenido plasmado en esta investigación, además de una serie de
anexos con ilustraciones relacionadas con el tema objeto de estudio.
La pertinencia de esta investigación tiene su fundamento en la
existencia de diversas publicaciones bibliográcas referentes a la historia
de la Casa de Benecencia de Maracaibo. Sin embargo, las mismas no
avanzan más allá de una reseña biográca y cronológica contentiva del
origen y trayectoria de esta institución, así como también la mención de
sus principales promotores e impulsores, pero no se adentran en lo que
signicó la conuencia de los factores políticos y económicos en torno a
la Casa de Benecencia de Maracaibo, su creación y actividad. Se limitan,
pues, todas ellas a una sencilla narración de hechos, sin el necesario análisis
que permita la comprensión de este proceso histórico, su signicado para el
estado Zulia y su desarrollo como región histórica.
En otro orden de ideas, la investigación reviste importancia por
cuanto permitirá la comprensión y valoración de la masonería zuliana, su
presencia y su papel protagónico en una de las etapas del proceso histórico
zuliano, como lo fue la correspondiente a los primeros 25 años de existencia
de la Casa de Benecencia de Maracaibo. Protagonismo que se evidencia
tanto en la fundación, conducción y sostenimiento de esta institución
dedicada a la caridad social como en la conjugación de la actividad política
y económica en la ciudad y en la región para su consolidación.
En lo concerniente a la metodología, la presente investigación es
descriptiva y documental. Descriptiva porque “consiste en la caracterización
de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el n de establecer su
estructura o comportamiento, ubicándose sus resultados en un nivel
M, P  E       M
23
intermedio en lo querespecta a la profundidad de sus conocimientos
1
,
y documental por cuanto los mismos están basados en “la búsqueda,
recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios, es
decir, los obtenidos y registrados por otros investigadores en fuentes
documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas”, siendo el propósito
fundamental de este diseño el aporte de nuevos conocimientos y datos
2
.
Como técnica de recolección de datos se empleó el análisis documental, y
los instrumentos de recolección de datos fueron las chas para recolección
de fuentes primarias y secundarias.
Para el procesamiento y análisis de datos se recurrió al método
histórico analítico-sintético, que permite identicar y determinar cambios,
estructuras, relaciones y funciones en las sociedades humanas del pasado,
mediante el empleo de la lógica, la inducción-deducción y lo analógico-
comparativo
3
.
Con esta investigación manifestamos, entre otros elementos, un
interés profesional, social y político determinante para la realización de
la misma. En primer lugar, cabe destacar el interés profesional del autor
que, siendo médico, emprende una tarea de alta responsabilidad como lo
es la investigación histórica, para la cual se vale de la instrucción superior
de cuarto nivel que ha recibido sobre esta ciencia y ocio en las aulas
universitarias.
Por ello, y por su formación autodidáctica mediante la lectura,
y académica a través del ciclo básico y medio diversicado, el autor se
considera con la suciente capacidad de adentrarse en una temática histórica
que, incluso, no se vincule con la historia de la Medicina, dado que no es
concebible que un historiador con una profesión adicional sea limitado por
otros o se limite a sí mismo a investigar sobre temas históricos vinculados a
dicha profesión, tornándose por ende en un historiador, y no un historiador
de mero título académico, sino un historiador de ética, pensamiento y
acción, basado en el libre pensamiento y lejano al dogmatismo, la ortodoxia
y las restricciones a un campo profesional de estricto dominio.
Existe, en segundo lugar, un interés social sustentado en la
oportunidad de abordar diversos elementos cuyo conocimiento sería útil
1 Arias, 2006, El Proyecto de Investigación. Introducción a la metodología
cientíca, p. 24.
2 Arias, 2006, Ob. Cit., p. 27.
3 Cardozo, 2004, Cienticidad del Conocimiento Histórico, hoja suelta.
(1860-1885) É O
24
para la sociedad en la cual el autor se desenvuelve. Uno es la comprensión
de la intensa actividad masónica suscitada en la Maracaibo decimonónica
y republicana, y la repercusión de dicha actividad en el concierto social
maracaibero. Otro es el cultivo de la caridad social como bandera
para fomentar el progreso de la ciudad mediante la erradicación de la
mendicidad. No debe pasarse por alto que el aporte que hará el autor
con este trabajo conlleva a un mayor conocimiento por parte de la actual
sociedad maracaibera de una etapa de su proceso histórico que quizá no ha
sido abordada con anterioridad del modo en el cual aquí se abarca.
Finalmente, se halla el interés por lo político, lo cual maniesta
el autor para esta investigación. Este surge por cuanto en ella se aborda
la participación de las instancias de poder político en la conformación y
actividad de la Casa de Benecencia de Maracaibo, así como también por
las convulsiones de orden político que sucedieron en la época a la cual se
reere la presente investigación, aunque el estado Zulia de la época no se
involucró de manera plenamente directa en dichos sucesos.
De igual manera se hace presente la motivación de comprender
la inuencia y acción de una institución como la masonería, que se inltra
en los espacios claves del poder público regional para ejecutar sus ideales
englobados en un proyecto de sociedad tendente al progreso y desarrollo
material y social. Proyecto que no es totalmente original de la Venezuela
republicana, sino que tiene sus raíces en las ideas ilustradas y enciclopedistas
cultivadas en la Europa del siglo XVIII y que encontraron tierra fértil en la
joven América durante las postrimerías del tiempo monárquico colonial y
los comienzos de la época republicana.
Édixon Ochoa
M, P  E       M
25
CAPÍTULO I
UNA APROXIMACIÓN AL TEMA
La beneficencia en Europa y América
E
l DE registra el vocablo benecencia con dos acepciones:
“1. Virtud de hacer bien. 2. Conjunto de instituciones y
servicios públicos”
1
. La práctica de la benecencia mediante el
establecimiento de institutos, sociedades o asilos destinados para tal n,
no fue un fenómeno exclusivo de Venezuela, mucho menos del Zulia, pues
en Europa emergieron a nales del siglo XVIII y principios del tiempo
decimonónico, instituciones de esta clase y nalidad.
Dicho fenómeno se inicia en el siglo XVIII cuando aconteció una
serie de cambios en la cultura euroatlántica, que partían desde la sensibilidad
religiosa hasta el modo de concebir la economía, de las expectativas sobre el
papel de la iglesia a las modalidades asociativas. Estos cambios socavarían las
bases del Antiguo Régimen y, entre otras cosas, contribuirían a la difusión
del concepto de sociedad como asociación de individuos con autonomía,
idea esta que ocupó un espacio preferencial en este proceso de cambio que
conllevó a la aparición de la Modernidad.
Lo anteriormente descrito es sostenido por Facciuto, quien además
arma que la utilidad se impuso como uno de los criterios empleados para
juzgar la validez de las prácticas institucionales, surgiendo así los conceptos
de “utilidad pública” y “bien común. La pobreza será vista como producto
de la vagancia, la ignorancia y los vicios, y el pobre como una víctima de
esos antivalores que lo convierten en una persona poco útil a la sociedad
2
.
Entonces, como respuesta a ello, aparece el ejercicio de la
benecencia para su tipicación en conjunto con la promoción de acciones
orientadas a la “educación” de los pobres, proveyéndolos de los medios
necesarios para su transformación en “hombres de bien. Estas ideas derivan,
1 E, 2001, Diccionario de la Lengua Española, p. 208.
2 Facciuto, 2005, La Sociedad de Benecencia. Lo oculto en la bondad de una
época, p. 19-22.
(1860-1885) É O
26
ciertamente, de la Ilustración, la cual ya había planteado la necesidad de
la educación como camino hacia la libertad; el hombre se liberaba de la
barbarie del pasado y para ello se requería reordenar la cotidianidad,
estando la acción social ligada a esto y la inuencia del concepto de utilidad.
Por su parte, Vázquez y Pérez formulan que, al surgir el moderno
Estado Liberal Burgués, el varón-ciudadano se constituyó en garante de
la vigilancia sobre el cuerpo social, corporizado en el poder del Estado.
Esta función controladora y disciplinaria fue ejercida, por una parte,
mediante una estructura de benecencia pública y, por la otra, a través
del internamiento institucional. Todo ello en el marco de una política de
asepsia social fundamentada en la aptitud laboral discriminatoria entre el
“pobre inocente” y el “pobre culpable, donde el primero recibía asistencia
en organizaciones sociales
3
.
Así fue como el Estado desplazó a la Iglesia Católica en la atención
de los menesterosos, para cumplir su nuevo papel de máquina productora
de individuos útiles y cambiar la condición del pobre y de la mendicidad.
No era ya cuestión de dar limosnas a los pordioseros, sino de rescatarlos de
su invalidez y transformarlos en individuos “válidos”, atendiendo a la razón
utilitaria que perseguía la extinción de la ignorancia y la ociosidad, como
también el fomento del trabajo con mano de obra útil. De esta manera, la
pobreza y la mendicidad dejaron de ser objeto de caridad cristiana por parte
de la Iglesia, y fueron convertidas en disfunción social cuya corrección sería
competencia del Estado
4
.
Nombremos en primer término el caso de España donde, a nales
del siglo XVIII, el día 9 de febrero de 1798, se coloca la primera piedra
para la erección de la Casa de Benecencia de Teruel, llamada Hospicio
y Casa de Expósitos según se describe en el Libro de Actas Capitulares de
la Catedral de aquella localidad. Fue el Obispo de Teruel el promotor de
esta institución (funcional a partir de 1801) en conjunto con la Corona
Española, erigida mediante la caridad social y dependiente de la Diputación
Provincial a partir de 1837
5
.
Años después, el 18 de julio de 1818, por la iniciativa privada de
Carlos O’ Donnell, Capitán General de Castilla la Vieja y Presidente de
3 Vázquez y Pérez, 2012, Estado liberal y gubernamentalidad en Venezuela, p. 29-
30.
4 Ídem.
5 Cfr. www.dpteruel.es., 2009.
M, P  E       M
27
la Real Cancillería de Valladolid, se constituye la Casa de Benecencia de
Valladolid:
(…) con el objeto piadoso y necesario de evitar la miseria
y exposiciones en la salud pública que se presentaban
todos los días a la vista en la multitud de pobres, así del
país como de otros que se suman a implorar de la piedad
de los habitantes el socorro de su indigencia
6
.
En América, el ideal de benecencia surge inicialmente de la mano
con la Iglesia Católica española, quien ejerció un enorme y decisivo poder
temporal en los dominios hispanos, expresado en dos acciones emprendidas
por ella: la intervención nanciera desde el siglo XVI y la actividad de
benecencia surgida de aquélla. Pero los atisbos de instituciones benécas
se estancan en 1545 con el inicio del sistema de encomiendas, que conllevó
al declive de la vida urbana en favor del poblamiento rural, siendo en el
siglo XVII cuando reinicia la creación de centros poblados y, con ello,
el establecimiento de escuelas, hospitales y hospicios por el clero, que
administraba y vigilaba los fondos piadosos esencialmente provenientes de
eclesiásticos y laicos
7
.
Así es como emergen las obras pías, que continuarán en el siglo
XVIII gracias a la bonanza económica de las provincias españolas, cuyos
habitantes de la las élites criollas, inuidos notoriamente por la religiosidad,
prosiguieron con las donaciones piadosas tanto para el sostenimiento del
culto católico como para la creación de obras destinadas a un bien social.
Desde luego, esta lantropía o benecencia procuraba fundamentalmente
un objetivo personal, como lo era la salvación del alma del donante y sus
allegados, lo que marcó el basamento teológico inicial de la benecencia
8
.
Ya entrado el siglo XIX, la concepción moderna de la benecencia
tuvo acogida primeramente en la Argentina independiente, donde el 18
de febrero de 1823 se crea por decreto de Bernardino Rivadavia, entonces
presidente de la nación, la Sociedad de Benecencia. Ésta fue conformada
por 13 damas a las cuales se les encomendó “echar los cimientos sobre los
6 Cfr. www.benecencia.informp.com., 2009.
7 Fundación Empresas Polar, 2011, Diccionario de Historia de Venezuela, tomo I,
p. 411-412.
8 Ídem.
(1860-1885) É O
28
que debe elevarse la moral pública” y su principal objetivo fue “La perfección
de la moral, el cultivo del espíritu en el bello sexo y la dedicación del mismo
a lo que se llama industria y que resulta de la combinación y ejercicio de
aquellas cualidades”
9
. Esta sociedad tuvo a su cargo la administración de
diversas instituciones benécas y caritativas de Buenos Aires, entre ellas
asilos, casas de huérfanos, colegios y hospitales.
Siguiendo el orden de las ideas, en 1838 el Gobernador de
Puerto Rico, Miguel López de Baños, propuso al Ayuntamiento una casa
de reclusión para segregar a las mujeres encarceladas, pero el proyecto se
amplía para levantar un establecimiento de benecencia pública. Entonces
se inicia la construcción de la Casa de Benecencia en 1841, y se inaugura
en 1844, aún sin concluir el edicio; el mismo se concluyó en 1848 bajo
la administración del Mariscal de Campo, Juan Prim. En dicha institución
convivían dementes, reclusas, prostitutas, ancianos, inválidos, mendigos,
huérfanos, jóvenes descarriados y otros infortunados”
10
.
Asimismo, en 1846 se funda la Casa de Benecencia y Maternidad
de Matanzas, en Cuba. La misma surge de la iniciativa de varios lántropos
que conformaron en la época una junta de benecencia y caridad, entre
ellos el Ldo. José María Casals y José Tomás Ventoso, quienes constituyeron
una comisión de recolecta para reunir los fondos en pro de su instalación e
imponer los capitales para su sostenimiento. Esta casa se inauguró en 1847
y funcionó como un asilo y colegio para niñas huérfanas
11
.
9 Facciuto, 2005, Ob. Cit., p. 32-33.
10 Cfr. www.icp.gobierno.pr., 2003.
11 Cfr. www.guije.com., 2006.
M, P  E       M
29
La beneficencia en Venezuela
E
n el caso de Venezuela, las obras de benecencia y las donaciones
de particulares se vieron entorpecidas por las luchas armadas, las
convulsiones políticas y el malestar económico resultante de éstas
en el siglo XIX
12
. Empero, es oportuno señalar la armación de Antonio
Guzmán Blanco expresada en uno de sus discursos y citada por Tinoco,
según la cual:
(…) el grado de civilización de las naciones se mide
por la manera con que ponen en acción el ejercicio de la
benecencia. La espontaneidad de esta práctica revela los
notables sentimientos del corazón, que constituyen la base
de otras virtudes que distinguen al hombre culto
13
.
Estas armaciones se enmarcan dentro del discurso político de la
época, el cual guarda plena consonancia con los postulados del liberalismo
y el positivismo, para entonces incipientes y dominantes ideologías en la
república.
Ahora bien, si por una parte se esgrimía el argumento de las virtudes
ciudadanas para justicar la práctica de la benecencia en Venezuela y en el
Zulia, por la otra se hallaba el motivo de combatir la mendicidad pública por
resultar perjudicial para los intereses de una sociedad que no los consideraba
producto de una desigualdad social existente, sino como elemento
perturbador y dañino. Ante ello, surgirá el interés de grupos privilegiados
por crear asilos de pobres o casas de benecencia que permitieran acoger a
los pordioseros de una localidad, y recuperarlos mediante la instrucción y el
trabajo para tornarlos útiles
14
.
Allende la ubicación temporal del discurso guzmancista y los
señalamientos ya descritos acerca de la caridad pública como instrumento de
prolaxis social en nuestra región, la institucionalización de la benecencia
principia en 1860 con la creación de la Casa de Benecencia en Maracaibo,
12 Fundación Empresas Polar, 2011, Ob. Cit., tomo I, p. 412.
13 Tinoco, 2007, La idea de progreso en el pensamiento positivista venezolano.
Siglos XIX y XX, p. 107.
14 Bermúdez, 2006, Vivir en Maracaibo en el siglo XIX, p. 96-97.
(1860-1885) É O
30
la cual ha sido señalada como la primera institución en Venezuela dedicada
a la caridad social, mediante la atención a los pordioseros
15, 16, 17, 18
.
En torno a la creación de la Casa de Benecencia de Maracaibo
convergieron circunstancias políticas y económicas que inuirían, no
sólo en su constitución sino además en su posterior funcionamiento, al
menos en los primeros 25 años de su existencia
19
. Conforme se estudia
el desenvolvimiento de esta institución en la sociedad maracaibera,
puede observarse cómo los productores económicos de la región dedican
buena parte de sus ingresos al sostenimiento de ella. Del mismo modo,
las autoridades políticas de turno dirigirán sus atenciones, además de los
diferentes asuntos a resolver en la administración pública, a la preservación
de la Casa de Benecencia, así como también a garantizar su correcto
funcionamiento
20
.
Por otra parte, inserta en el movimiento político y económico
suscitado en torno a la Casa de Benecencia, y que trajo consigo una
evidente repercusión social, parece hallarse un elemento importante en su
origen y labor, y que, además, cumpliría un papel esencial y protagónico
en la vida política, social y cultural venezolana y zuliana del siglo XIX: la
masonería. Esta institución de antiquísimo origen se enraizó en Maracaibo
desde la época de la emancipación y, ya en el tiempo republicano, for
parte activa en el acontecer regional
21
.
Precisamente son los masones de esta ciudad, aglutinados en la
Logia “Regeneradores” N
o
15 (actualmente N
o
6), quienes abanderan la
creación de la Casa de Benecencia, idea que surge en 1854 de la mano de
uno de sus integrantes, el periodista Pedro José Hernández, secundado por
los comerciantes ante la proliferación de mendigos en las calles de la ciudad.
Sin embargo, el proyecto no prosperó sino hasta 1860, cuando Antonio José
Urquinaona, entonces al frente de la Logia, logra su ejecución
22
.
15 Guerrero Matheus, 1961, Anteproyecto Biográco de la Casa de Benecencia de
Maracaibo (Hospital Central Dr. Urquinaona, p. 31.
16 Besson, 1993, Historia del Zulia, tomo III, p. 403.
17 Hernández y Parra, 1998, Diccionario General del Zulia, tomo II, p. 1405.
18 Ocando Yamarte, 2004, Historia del Zulia, p. 292.
19 Casanova, 1884, Historia de la Casa de Benecencia de Maracaibo, desde su
Fundación en 1860 hasta diciembre de 1883, p.19-22.
20 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 24-30.
21 Cardozo Galué, 1991, Maracaibo y su Región Histórica. El circuito
agroexportador 1830-1860, p. 187.
22 Barboza de la Torre, 2001, Memorias del Zulia, p. 171, 178-179.
M, P  E       M
31
No solamente se trata del hecho de que los masones auspiciaran el
establecimiento de esta institución, también se encontraban inmersos en el
sector económico y político de la región durante el período comprendido
entre las décadas de 1860 y 1880
23
. Por ello, los masones maracaiberos,
hallándose presentes en las esferas de poder político y económico, serán
los responsables de la protección y continuo mejoramiento de la Casa
de Benecencia, en consonancia con el pensamiento liberal y positivista
vinculado a los ideales y principios de la francmasonería.
23 Urdaneta Quintero, 2008, Tiempos de Federación en el Zulia. Construir la
nación en Venezuela, p. 268-269, 277.
(1860-1885) É O
32
Antecedentes de la investigación
S
obre el presente tema se han escrito diversas obras bibliográcas,
incluso durante el tiempo de estudio señalado en esta investigación.
Así, en 1883, Francisco Suárez y Simón Montiel Pulgar escribieron
Apuntes Históricos Médico-Quirúrgicos de la Casa de Benecencia y Hospital
Anexo y en 1884 se publicó Historia de la Casa de Benecencia de Maracaibo,
Fundada el 5 de agosto de 1860, de Ángel Casanova. Ellas constituyeron
testimonios históricos de la labor médica y social de la mencionada
institución, además de ser las primeras obras escritas al respecto.
Más adelante, y en atención al centenario de la institución, fueron
publicados el Libro de Oro Centenario Hospital Central Dr. Urquinaona. 1860
– 5 de agosto – 1960, editado en 1960; y las obras Anteproyecto Biográco de
la Casa de Benecencia de Maracaibo (Hospital Central Dr. Urquinaona), y
Hospital Central Dr. Urquinaona (Antigua Casa de Benecencia). Su historia
y Trayectoria, escritas en 1961 por Fernando Guerrero Matheus y Nerio
Belloso Hernández, respectivamente. No obstante, las citadas publicaciones
fundamentalmente se centran en la narración descriptiva de la historia de la
Casa de Benecencia, sin entrar en el análisis del proceso histórico ocurrido
en torno a ella. Pese a lo expuesto previamente, dichas obras aportan datos
y elementos de importancia para el desarrollo del tema.
En el caso de Apuntes Históricos Médico-Quirúrgicos de la Casa
de Benecencia y Hospital Anexo e Historia de la Casa de Benecencia de
Maracaibo, Fundada el 5 de agosto de 1860, resáltese que ambas obras
fueron escritas en el marco del Centenario del Natalicio del Libertador y
condensadas en una sola bajo el título de Historia de la Casa de Benecencia
de Maracaibo, desde su Fundación en 1860 hasta diciembre de 1883. La
información hallada es signicativa por cuanto muestra detalladamente
los antecedentes de la creación de la Casa de Benecencia de Maracaibo,
inicia con la ardua actividad emprendida por la francmasonería zuliana en
pro de su constitución, nalmente cristalizada, y expresada en los múltiples
escollos que los masones maracaiberos debieron sortear para lograr el
propósito de una institución para socorro de los mendigos.
Señala también el papel cumplido por la Logia “Regeneradores”
M, P  E       M
33
N
o
15 y sus integrantes en la administración y funcionamiento de la
institución, además de la descripción completa de las iniciativas económicas
auspiciadas por la francmasonería inmersa en el poder político de la región
para el sostenimiento y avance de la Casa de Benecencia.
Incluye, asimismo, la labor de los llamados benefactores de la Casa
de Benecencia, como se conoció a los personeros del Ejecutivo del estado
Zulia que intervinieron de manera directa para la protección de dicha
institución y la continuación de su labor en la ciudad. En su apéndice, este
libro anexa la trascripción de los diferentes ocios intercambiados entre
la Logia y las autoridades provinciales y, luego, estatales, además de las
actas de fundación de la Casa de Benecencia y los estatutos que regían su
funcionamiento y el de la Sociedad de Benecencia, creada luego para su
administración por intermedio de la logia masónica maracaibera.
Ha de mencionarse también la publicación de Ernesto García Mac
Gregor, denominada Maracaibo y los 400 años del Hospital Central, editada
en 1997. Ella fue escrita con miras a la celebración, en 2008, de los cuatro
siglos de existencia de este hospital, cuya antigüedad fue corroborada por el
autor en sus investigaciones concluidas en 1996, y se trata de un estudio que
tuvo por objeto compilar toda la historia y trayectoria del Hospital Central
“Dr. Urquinaona” de manera cronológica en sus cuatro etapas, tal como se
clasican en el desarrollo de este trabajo.
Una de esas cuatro etapas es la concerniente a la Casa de
Benecencia (1860-1951); y, aunque esta fue una institución distinta
en origen y nalidad al entonces llamado Hospital de Caridad, existente
desde 1608, ambas comenzaron a vincularse a partir de 1866 cuando la
Benecencia pasa a funcionar en las instalaciones del Hospital, fusionándose
con este, a la larga, al ser administradas ambas instituciones por la Sociedad
de Benecencia creada desde 1865. Además de tratar en forma de crónica
lo referente a la historia de la Casa de Benecencia en el capítulo respectivo,
García Mac Gregor también aborda los diferentes hechos políticos, sociales,
económicos y culturales que marcaron el funcionamiento de la institución
en dicho período.
(1860-1885) É O
34
Casa de Beneficencia de Teruel, España
(Hospicio y Casa de Expósitos)
(Actual Museo Etnográfico Nacional)
Casa de Beneficencia de Valladolid, España
M, P  E       M
35
Casa de Beneficencia de San Juan, Puerto Rico
(Actual Instituto de Cultura Puertorriqueña)
Casa de Beneficencia y Maternidad de Matanzas, Cuba
(1860-1885) É O
36
Casa de Beneficencia de Maracaibo
(Actual Hospital Central “Dr. Urquinaona”)
M, P  E       M
37
CAPÍTULO II
LA MASONERÍA: SOCIEDAD SECRETA DE
ALCANCE UNIVERSAL
Naturaleza y objetivos de la masonería
P
ara comprender la naturaleza y objetivos de la masonería conviene
hacer de ella una apropiada denición, y la mejor manera de
conceptuar a esta institución es caracterizándola a partir del propio
concepto que sus miembros tienen de ella. En su Declaración de Principios,
la masonería se dene como:
Una institución universal, esencialmente ética, losóca
e iniciática, cuya estructura fundamental la constituye un
sistema educativo, tradicional y simbólico. Se ingresa a
ella por medio de la Iniciación. Fundada en el sentimiento
de la Fraternidad, constituye el centro de unión para los
hombres de espíritu libre de todas las razas, nacionalidades
y credos. Como institución docente tiene por objeto el
perfeccionamiento del hombre en el medio en que vive y
convive y de la humanidad. Promueve entre sus adeptos
la búsqueda incesante de la verdad, el conocimiento de sí
mismo y del hombre, para alcanzar la fraternidad universal
del género humano. A través de sus miembros proyecta
sobre la sociedad humana la acción bienhechora de los
valores e ideales que sustenta
24
.
La masonería ha sido denida como una institución fraternal,
humanística, libre de fronteras, en proceso incesante de progreso, que
enuncia la libertad, la igualdad y la fraternidad como sus tres pilares sobre
los cuales descansa. Sus integrantes se conciben a sí mismos como amantes
de la paz, respetuosos de las leyes de su país de residencia, detractores
24 Cfr. www.r6.org.ve., 2011.
(1860-1885) É O
38
de la explotación del hombre por el hombre y practicantes de la caridad.
Asimismo, proclama la tolerancia y no distingue etnia, esfera social,
nacionalidad, o religión, respetando las ideas de todos los hombres, a
quienes considera como hermanos
25
.
Como todos los movimientos ideológicos, la orden masónica, ha
variado en sus tendencias a lo largo de la historia en consonancia con los
intereses de los grupos que la representaban. Empero, su funcionamiento
se adapta a cada nación y por ello no antagoniza con sus tradiciones, de
manera tal que se desempeña tanto en sociedades igualitarias (verbigracia,
la mayoría de los países democráticos del mundo) como en algunos países
bajo regímenes tiránicos, inclusive, con un propósito de subsistencia
26
.
Según este concepto, la institución masónica no es inmutable ni
estática, sino dinámica y en constante evolución, determinada ésta por su
historia y por el trasfondo social de los países en las diversas épocas de su
desenvolvimiento
27
.
Entre sus postulados, la masonería reconoce la posibilidad de
mejoramiento progresivo e indenido del hombre y de la humanidad bajo
el ideal de un Principio Supremo al cual denomina Gran Arquitecto del
Universo, cuyo concepto comprende las diversas ideas y planteamientos
sobre la divinidad existentes en el mundo. Observa con pesar los graves
problemas que atraviesa la humanidad, aqueada por sistemas ideológicos
y económicos que luchan por la supremacía y el dominio sobre los
pueblos, al especular con el estado de miseria e ignorancia en que muchos
se encuentran postrados, obstaculizándoles o frustrándoles sus libres
determinaciones mayoritarias y sus derechos al progreso y a una vida digna
en la cual tengan acceso a los benecios espirituales y materiales
28
.
Ante lo dicho previamente, la masonería asume su quehacer
promoviendo un cambio en las condiciones sociales para que el hombre y
la humanidad se desarrollen en un entorno libre y justo, lo cual solamente
podrá ser posible si los hombres se muestran capaces de tomar clara
conciencia de su naturaleza fraternal y de los deberes colectivos que ella
les impone. En consecuencia, la masonería sostiene que los principios
solo pueden ser conciliados formando en los hombres y en las naciones
25 Ídem.
26 Barboza de la Torre, 2003, Manual del Maestro Masón, p. 20.
27 Cfr. www.r6.org.ve., 2011.
28 Ídem.
M, P  E       M
39
una conciencia de fraternidad, por lo cual busca encausar a sus miembros
hacia un gran cambio, orientado a formar hombres con sensibilidad social y
capacidad para servir.
La masonería cultiva y exhorta a sus miembros a practicar la
Filosofía Moral, entendida como el fundamento del buen vivir y la base de
una conciencia emancipada. Ésta se basa en cuatro principios
29
:
1. El bien y el mal no existen como valores absolutos. Un hecho es bueno
o malo según el principio que lo inspira. Todo lo que niegue el egoísmo
es bueno.
2. El Gran Arquitecto del Universo es un poder ideal de índole religiosa,
contrapuesto al imperio absoluto del egoísmo.
3. El sentimiento religioso en sí es bueno, siempre y cuando sostenga en
el hombre la voluntad de vencer al egoísmo. Pero es malo si persigue o
favorece el predominio del dogmatismo o la negación de la libertad de
conciencia.
4. La masonería predispone para el bien y, por lo tanto, para luchar contra
la opresión, el fanatismo, la superstición, la ignorancia, la maldad,
el error, el sectarismo, la discriminación, la mentira, la tiranía, la
xenofobia, la ambición, la traición y todo aquello que contribuya, de
alguna manera, a desunir a los seres humanos.
Contrario a la opinión de algunos, la masonería no es una religión
por cuanto no ofrece una vía de salvación, no posee un sistema dogmático
que deba ser creído, ni sus rituales son sacramentos que otorguen un poder.
Tampoco es una secta, ya que esta palabra alude a la disidencia de una
determinada religión. En otro orden de ideas, conviene explicar que en el
mundo existen y se conocen seis tipos de masonería
30
. Éstos son:
M O: fue constituida por las corporaciones
o gremios de canteros, constructores, albañiles, arquitectos y picapedreros,
quienes servían a la nobleza y al clero en la edicación de abadías, templos,
castillos o palacios. Nació con la llegada de albañiles romanos a la actual
Inglaterra (790) y la celebración de una asamblea de albañiles en la
ciudad de York (925), de la cual emergió la Gran Logia de York con sus
29 Barboza de la Torre, 2003, Ob. Cit., p. 23-24.
30 Barboza de la Torre, 2002, Francmasonería en acción, p. 12-15.
(1860-1885) É O
40
constituciones escritas
31
.
M E: su conformación tuvo lugar en 1040,
cuando las sociedades italianas de albañiles se fundieron en una hermandad
destinada a enviar arquitectos y obreros a los países que no contaban con
iglesias y monasterios. Fue entonces cuando el papado se interesó por
aquella iniciativa y conrmó, en razón de ello, todos los antiguos privilegios
de los albañiles, incluyendo la construcción de los edicios religiosos de
la cristiandad. Desde entonces, sus asociaciones fueron respetadas por los
reyes y los obispos
32
.
F P: de origen italiano, fue
organizada en Francia desde 1517 como organización secreta integrada
por artistas, intelectuales y hombres de ciencia. De ella surgió el Colegio de
Francia, institucionalizado ocialmente por el rey Francisco I en 1530
33
.
M A: nació durante el siglo XVI tras
la Reforma Protestante, cuyos efectos permitieron la construcción y
reconstrucción de edicaciones conforme al nuevo criterio del anglicanismo,
que ahora desplazaba al catolicismo e inuenciaba las condiciones laborales
de los masones, con respecto a la reducción de los festivales religiosos y los
días festivos relacionados con los santos
34
.
F E:emergió en el siglo XVII
con la admisión en algunas logias operativas de individuos ajenos al ocio,
tales como clientes, benefactores y nobles de orientación intelectual y
humanística, dado su interés en la antigüedad, las incipientes ciencias
experimentales, el hermetismo, entre otros saberes. Dichos individuos
fueron llamados Masones Aceptados, para diferenciarlos de los Masones
Operativos. De ella posteriormente surgirán dos corrientes: la Masonería
Escocesa o Regular (conservadora y tradicional) y la Masonería Francesa
o Liberal (moderna y adogmática), constituyendo ambas la Masonería
31 Alba, 2014, Masonas. Historia de la masonería femenina, p. 25.
32 Alba, 2014, Ob. Cit., p. 25.
33 Alba, 2014, Ob. Cit., p. 40.
34 Serrano Acosta, 2014, El Rito York. La culminación de la Antigua Masonería, p.
25.
M, P  E       M
41
Universal
35
.
M H: de inspiración egipcia, surgió en Italia
con la fundación del Rito Egipcio (1780) por Giuseppe Balsamo, Conde
de Cagliostro. Luego se acrecentó con la fundación en Milán del Rito de
Mizraim (1805) por el vienés Pollack, y la fundación del Rito de Mens
(1838) por Jean Etienne Marconis de Nègre, en Montauban, Francia. Más
adelante, en 1899, estos dos últimos ritos se fusionaron, dando paso al Rito
Antiguo y Primitivo de Mens-Mizraim
36
.
Durante el transcurrir del tiempo las diversas formas de masonería
anteriormente mencionadas evolucionaron y cada una de ellas creó una
serie de grados litúrgicos que no se ceñían a un esquema preestablecido,
lo cual generó cierta confusión. Fue así como entre 1641 y 1785 se
crearon 63 ritos masónicos en toda Europa, en lo que se llamó “La Fiebre
de los Altos Grados”
37
. Esto ocurrió hasta que Federico II el Grande,
Rey de Prusia y miembro prominente de la masonería europea, creó una
Comisión, presidida por él, en la cual participaron eminentes masones de
Alemania, Francia, Escocia e Inglaterra. En este último país ya había sido
fundada la primera Gran Logia en 1717, marcando el comienzo formal de
la francmasonería especulativa.
Así, en 1786, se refrenda denitivamente la Constitución del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado, que agruparía los grados desde el 1º hasta el
33º. Empero, fue en mayo de 1801 cuando este rito adopta la organización
y práctica actualmente conocida
38
, siendo uno de los ritos masónicos
mayormente practicados en el ámbito mundial, conjuntamente con el
Rito York. Conformado por 13 grados, se conguró a partir de 1766 con
la fundación del primer Gran Capítulo de Masones del Real Arco por Lord
Blayney, consolidándose con el surgimiento de los consejos crípticos y
comandancias templarias a principios del siglo XIX, aun cuando las raíces
de este rito se encuentran en las corporaciones de picapedreros, propias de
la masonería operativa
39
.
35 Alba, 2014, Ob. Cit., p. 26-27.
36 Alba, 2014, Ob. Cit., p. 54, 59-60.
37 Raynaud, 2011, El libro negro de la francmasonería, p. 40-49.
38 Cfr. www.r6.org.ve., 2011.
39 Serrano Acosta, 2014, Ob. Cit., p. 40-71.
(1860-1885) É O
42
Introducción y desarrollo de las ideas
masónicas en Venezuela: siglos xviii y xix
L
os ideales reformistas concentrados en los postulados de la
Ilustración y el Enciclopedismo y encabezados por los principios de
Libertad, Igualdad y Fraternidad se propagaron de Europa a América,
y Venezuela no fue la excepción. Así las ideas masónicas comenzaron a ser
introducidas en la entonces Capitanía General de Venezuela, de la mano
de los líderes de la fallida revolución de San Blas, gestada en 1796 para la
instauración de la república en España
40
. Sus autores, al ser descubiertos,
fueron encarcelados condenados a muerte, pero la pena les fue conmutada
por prisión, siendo remitidos a las bóvedas de La Guaira a partir del 3 de
diciembre de 1796
41
.
Entre aquellos conspiradores se hallaban tres masones: Juan
Bautista Picornell, José Lax, y Sebastián Andrés, pertenecientes a la Logia
“España” de Madrid. Éstos entraron en contacto con José María España
y Manuel Gual, quienes fueron presuntamente iniciados por Picornell en
alguno de sus encuentros clandestinos, sostenidos en el calabozo con la
protección de los guardianes, descontentos con la dominación española y
sumados al movimiento que se comenzó a gestar
42
. Gual y España ayudaron
a escapar a los reos en junio de 1797, huyendo éstos hacia el Caribe insular,
al tiempo que continuaron preparando la conspiración para independizar a
Venezuela, la cual terminó fracasando por delación
43
.
Mientras tanto, en 1798, Francisco de Miranda funda en Londres la
Gran Reunión Americana, considerada la génesis de la llamada Masonería
Mirandina
44
. En ella se integraron o, al menos, conuyeron sucesivamente
40 Jiménez, 2008, Inuencia del pensamiento masónico en la educación venezolana
del siglo XIX, p. 60-63.
41 Arráiz Lucca, 2011, Venezuela: 1728-1830. Guipuzcoana e Independencia, p. 77.
42 Subero, 2000, La Masonería en Venezuela, tomo II, p. 17-19.
43 Arráiz Lucca, 2011, Ob. Cit., p. 77.
44 La liación masónica de Francisco de Miranda ha sido objeto de controversias,
dado que las diferentes versiones de historiadores e investigadores sobre este punto no
coinciden en cuando a fechas y lugares. William Spence Robertson, Antonio Egea López,
Alfonso Rumazo González, Lorenzo Frau Abrines, Édgar Perramón Quilodrán, Mario
Briceño Perozo, Eumenes Fuguet Borregales, B. G. González Pachano y Carlos Alarico
Gómez plantean o, al menos, sugieren su pertenencia a la masonería. José Antonio Ferrer
M, P  E       M
43
de manera directa o indirecta, varios revolucionarios de Hispanoamérica
45
,
entre otros: Bernardo O’Higgins (Chile), Baquijano (Ecuador), Bejarano
y Pedro Pablo Freites (Perú), Mariano Moreno (Río de la Plata), Pedro
Fermín Vargas y Pedro José Caro (el Caribe insular), Antonio Nariño
(Nueva Granada), Pedro Gual, Zinza y Sorondo (Venezuela) y José Cortés
de Madariaga quien, dirigiéndose a su natal Chile, optó por quedarse en
Caracas
46
.
Igualmente, el resto de los iniciados volvió a América y propagó
exitosamente los ideales de libertad, por lo cual enviaron a comisionados
para reunirse con Miranda. Estos comisionados resuelven colocar bajo
sus órdenes a todos los jóvenes entusiastas por la independencia y crear
logias en el continente para favorecer la transmisión de esas ideas en Cádiz,
Madrid, París, Caracas, Buenos Aires, Mendoza y Santiago de Chile
47
. Una
serie de liales de la Gran Reunión Americana, las cuales recibieron el
nombre de logias “Lautaro” o “Logias de Caballeros Racionales”, conocidas
también como las logias lautarinas o logias mirandinas
48
. En dichas logias,
Benimelli señala la inexistencia de pruebas concluyentes. Carmen Bohórquez niega
tajantemente esta posibilidad. No obstante, las recientes investigaciones de Ovidio Aguilar
Meza, sustentadas en elementos documentales no determinantes, pero sí vinculantes,
desmienten las versiones hasta hoy recogidas por la historiografía y exponen que Miranda sí
fue iniciado en la masonería, pero en Kingston, Jamaica, en 1783, durante su estadía de tres
meses en la isla británica, a propósito de una misión militar secreta (Aguilar Meza, 2010, En
búsqueda de la verdad. ¿Miranda fue masón?, p. 109-118).
45 Meza Dorta, 2012, Miranda y Bolívar. Dos visiones, p. 18-29.
46 Jiménez, 2008, Ob. Cit., p. 66-67.
47 Ídem.
48 Algunos historiadores aseveran que las logias lautarinas no eran logias masónicas,
sino sociedades secretas de índole política y patriótica, que tomaron de la masonería la
supercial apariencia de constituciones, reglamentos, signos, fórmulas, grados y juramentos
secretos (Ferrer Benimeli, 2001, La Masonería, p. 76-78). Ciertamente, la Gran Reunión
Americana y las logias lautarinas constituyeron una red política con ramicaciones en la
América española, que favoreció el movimiento emancipador, muy especialmente en
Suramérica (Meza Dorta, 2012, Miranda y Bolívar. Dos visiones, p. 18-29). Por otra parte, se
arma que el fundamento de la masonería lautarina o mirandina tuvo sus bases en el llamado
Rito de los Iluminados de Baviera, fundado por Ad. Weishaupt en 1771 en aquella región
alemana con un sistema de 13 grados (Raynaud, 2011, El libro negro de la francmasonería,
p. 45), y que aglutinó a pensadores, lósofos y políticos en las llamadas logias iluministas-
racionalistas, las cuales fueron el germen de la Revolución Francesa y de la Revolución
Norteamericana. De allí que las ideas republicanas y emancipadoras contenidas en aquel rito
masónico inuyeron tácitamente en el pensamiento de Francisco de Miranda y, por ende, en
los próceres iniciados en sus logias lautarinas (Respetable Logia “Estrella Bolívar” No 118,
2011, Contribución de la Masonería a la Independencia de Venezuela, p. 19-99).
(1860-1885) É O
44
cuyo propósito era la emancipación de las colonias hispanoamericanas y la
instauración de gobiernos republicanos, se iniciaron varios próceres de la
independencia.
Al respecto, hay quienes calican de “grupo masónico” a la
Sociedad Patriótica
49
, organización revolucionaria proindependentista
establecida en Caracas en diciembre de 1810, con el propósito de “lograr
la declaración de la Independencia de Venezuela y el establecimiento de un
régimen republicano y democrático
50
. Fueron sus fundadores e ideólogos
Francisco de Miranda y Simón Bolívar, siendo integrada también por Pedro
Antonio Leleux, Antonio Muñoz Tébar, Francisco Espejo, Vicente Salias,
Pedro Salias, Francisco Antonio –Coto– Paúl, Miguel Peña, Pedro Pellín,
José Félix Ribas, Miguel José Sanz, Lorenzo Buroz, Vicente Tejera, Carlos
Soublee, Pedro Pablo Díaz, José Antonio Pelgrón, Rafael Castillo, Carlos
Núñez, José María Núñez, Ramón García Cádiz y Casiano de Medranda,
entre otros personajes
51
.
Se conoce que esta organización, aparentemente paramasónica,
fue presidida de manera turnada por Miranda, Muñoz Tébar y Espejo, contó
con la participación de miembros de todas las clases sociales e, incluso,
mujeres de diversos estratos. Asimismo, promovió intensamente en sus
sesiones, actos públicos y su órgano divulgativo, El Patriota de Venezuela,
la declaración de Independencia de Venezuela, cristalizada en la histórica
sesión del Congreso Constituyente del 5 de julio de 1811. Seguidamente
la Sociedad Patriótica estableció liales en Valencia, Puerto Cabello,
Barcelona y Barinas, funcionando hasta mediados de 1812
52
.
Continuando con el orden de las ideas, algunos señalan que
la primera logia del país fue la Logia “San Juan de la Margarita, fundada
en Pampatar en 1808 y cuya existencia se dio en tres etapas (1808-1815,
1822-1825 y 1830-1840), dependiendo inicialmente de la Logia “España
de Madrid
53,
54
. Empero, otros mencionan a la Logia “Perfecta Armonía
N
o
74, constituida en Cumaná en 1811 y auspiciada por la Gran Logia de
49 Jiménez, 2006, Ob. Cit., p. 70-71.
50 Fundación Empresas Polar, 2011, Diccionario de Historia de Venezuela, tomo 3,
p. 1164-1165.
51 Cardozo, 2010, Manuel Palacio Fajardo, p. 37.
52 Fundación Empresas Polar, 2011, Ob. Cit., tomo III, p. 1164-1165.
53 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 20.
54 Jiménez, 2008, Ob. Cit., p. 73.
M, P  E       M
45
Maryland, como la primera logia venezolana
55,
56
.
En lo que sí coinciden los autores, es en que una de las primeras logias
constituidas en Venezuela fue la Logia “Protectora de las Virtudes” N
o
1 de
Barcelona, conformada en 1812. Igualmente, la Logia “Regeneradores” N
o
6 de Maracaibo (1812/1823), dependiente de la Gran Logia de Maryland;
la Logia “Patria” de Carúpano (1814), dependiente de la Gran Logia de
Vermont; la Logia “Colón” (1815) y la Logia “Concordia Venezolana” de
Angostura (1818), se cuentan entre las primeras del país. Todas estas logias
fueron conformadas principalmente por militantes del bando patriota y en
ellas se iniciaron y/o hicieron vida varios de los próceres que lideraban el
movimiento emancipador, entre los cuales se encuentran: Diego Bautista
Urbaneja, Carlos Soublee, José Tadeo Monagas y Pedro Gual, entre otros.
En 1817, tras la llegada de la Legión Británica y su incorporación
a la causa emancipadora, se formaron las logias volantes o itinerantes. Éstas
eran logias masónicas nómadas que marchaban con el ejército republicano
en sus campañas, lo cual era una práctica muy común en los momentos
de confrontación bélica. Varios ociales de la guerra de independencia se
iniciaron como masones en estas logias
57
.
Para el momento de la creación de la República de Colombia (la
Grande) en 1819, había más de 1.000 masones en aquel territorio y las
logias agrupaban entre sus miembros a masones de altos grados obtenidos
en Europa y EUA, de cuyos Grandes Orientes dependían. Los masones
venezolanos buscaron el apoyo del Supremo Consejo del Grado 33º de
Estados Unidos de América, situado en New York, para constituir un Gran
Oriente Nacional con sede en Caracas, ciudad donde la masonería era
mayor en actividad y número de miembros. Así, en 1823 llega a Caracas
Joseph Cerneau, Gran Comisionado del Soberano Gran Consistorio de
Jefes de la Alta Masonería de Estados Unidos, para conferir el Grado 33º a
destacados masones de la república
58
.
De esta suerte, el 21 de abril de 1824, Cerneau conrió el Grado
33º a 77 masones eminentes, entre ellos los próceres Diego Bautista
Urbaneja, José Antonio Páez, Carlos Soublee, Juan José Conde, Judas
Tadeo Piñango, Santiago Mariño, Fernando Peñalver, Rafael Urdaneta,
55 Castellón y Castillo, 1974, Quién es quién en la Masonería Venezolana, p. 17-19.
56 Perramón, 1997, La Masonería en Venezuela (1797-1838), p. 7-8.
57 Barboza de la Torre, 1988, General Rafael Urdaneta francmasón, p. 11.
58 Jiménez, 2008, Ob. Cit., p. 78-79.
(1860-1885) É O
46
Pedro Gual, Pedro Briceño Méndez, Lino de Clemente, José Tadeo
Monagas, José Francisco Bermúdez, Juan Bautista Arismendi, Francisco
Carabaño y Simón Bolívar, quien no pudo estar presente en la ceremonia y
lo recibió un tiempo después
59
.
Tres días antes, el 18 de abril de 1824, Cerneau había instalado
el Gran Consistorio “Carabobo, presidido por José Francisco Bermúdez,
en condición de Soberano Gran Comendador. Dicho cuerpo aglutinó a los
masones que ya ostentaban el Grado 32º. Posteriormente, el 16 de junio de
1824 se funda el Soberano Capítulo General de la República de Colombia,
presidido por Carlos Soublee
60
.
Meses después, los 77 masones anteriormente referidos fundan e
instalan en Caracas el Supremo Consejo del Grado 33º para la República de
Colombia, el 24 de junio de 1824. Ese mismo día se instala la Gran Logia de
la República de Colombia, integrándose en ella todas las logias existentes
en la nación para el momento. Diego Bautista Urbaneja pasó a ser el primer
Gran Maestro de la Gran Logia y el primer Soberano Gran Comendador
del Supremo Consejo
61
.
Las logias venezolanas constituyentes de la Gran Logia de la
República de Colombia fueron: “Protectora de las Virtudes” de Barcelona,
“Perfecta Armonía” de Cumaná, “Unanimidad” de La Guaira, “Fraternidad
de Caracas, “Concordia Venezolana” de Angostura, “Unión” de Caracas,
“Regeneradores” de Maracaibo, “Valor y Constancia” de Valencia, “Aurora
de San Felipe, “Amistad” de Barquisimeto, “Hijos de Colón” de El Tocuyo,
“Libertad” de Puerto Cabello, “Unión Filantrópica” de Coro, “Concordia
de Valencia, “San Juan de la Constancia” de Guanare, “San Juan de la
Margarita” de Pampatar y “Virtud” de Carúpano
62
.
Sin embargo, la agitación política, el clima bélico y la obligada
ausencia de los líderes de la guerra de emancipación durante la Campaña del
Sur, situaron a la Gran Logia al borde del receso. El chispazo que lo consumó
se dio el 25 de septiembre de 1828, cuando ocurre el atentado contra
Bolívar (La Noche Septembrina) fraguado por la “Sociedad Filológica de
Bogotá, donde se hallaron involucrados 13 masones, incluyendo a su líder
59 Perramón, 1997, Breve historia del Supremo Consejo de la Masonería
Venezolana, p. 9-12.
60 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 449-450.
61 Jiménez, 2008, Ob. Cit., p. 79-83.
62 Ídem.
M, P  E       M
47
Francisco de Paula Santander
63
.
Al salir ileso, Bolívar, como Presidente de Colombia, dicta un
decreto el 8 de noviembre mediante el cual proscribe todas las sociedades
secretas, allende su denominación. Este decreto obligó a la Gran Logia
de la República de Colombia y a sus logias constituyentes a cesar en sus
trabajos, excepto la Logia “Libertad”, única existente para el momento
de la muerte de Bolívar y que le rindió honores en aquel luctuoso día.
Veintiuna logias existentes en Venezuela debieron concluir sus actividades
por la disposición prohibitiva. Conviene señalar que el decreto no fue
dirigido contra la francmasonería, por cuanto Bolívar era masón, al igual
que muchos miembros de su gobierno. Por el contrario, se trató de una
resolución proláctica acordada en conjunto con los altos dignatarios de
la Orden para detener el movimiento conspirativo confabulado contra el
Libertador y su proyecto integracionista
64
.
Tras la disolución de Colombia en 1830, las logias se reagruparán
en Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. En Venezuela no fue sino hasta
el 13 de septiembre de 1838 cuando se reinstaló el antiguo Gran Oriente
Colombiano con el nombre de Gran Logia de Venezuela
65
, nuevamente
bajo la dirección de Diego Bautista Urbaneja, quien había emprendido la
reorganización de la masonería venezolana desde 1832. Desde entonces,
la Gran Logia de Venezuela continuó su actividad a lo largo del siglo XIX,
contando entre sus las con lo más selecto de la sociedad venezolana:
políticos, médicos, juristas, escritores, militares, clérigos e intelectuales que
inuyeron notablemente en los destinos del país
66
.
Hacia 1839 se reconstituyó el Gran Capítulo General de Venezuela
y el Gran Consistorio de la República de Venezuela hará lo propio en 1840.
Ése mismo año, el 4 de mayo de 1840, fue reconstituido el Supremo Consejo
Confederado del Grado 33º para la República de Venezuela por los masones
venezolanos poseedores de dicho grado, siendo presidido en esta nueva
etapa por José Antonio Páez, como Soberano Gran Comendador. Era el
Supremo Consejo el cuerpo de mayor jerarquía y a él estaban subordinados
los cuerpos antes citados, incluyendo la Gran Logia
67
.
63 Ídem.
64 Ídem.
65 Posteriormente adoptará las sucesivas denominaciones de Gran Logia de los
Estados Unidos de Venezuela (1944) y Gran Logia de la República de Venezuela (1954).
66 Jiménez, 2008, Ob. Cit., p. 79-83.
67 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 456-457.
(1860-1885) É O
48
Un año después, el 31 de enero de 1841, es creado el Gran Oriente
Nacional de Venezuela como cuerpo rector de la orden francmasónica en
Venezuela
68
. Estuvo conformado, en orden jerárquico ascendente, por la
Gran Logia de Venezuela, el Gran Capítulo General, el Gran Consistorio
y el Supremo Consejo Confederado del Grado 33º, y fue encabezado por
una directiva propia cuyo presidente era denominado Serenísimo Gran
Maestro, siendo Carlos Soublee el primero en ejercer dicho cargo
69
.
En 1847 la Gran Logia de Venezuela sufre su primer cisma con
la formación de un Gran Oriente disidente. Los fuertes enfrentamientos
entre conservadores y liberales repercutieron en la masonería venezolana,
hasta que esta división cesó el 30 de abril de 1865, con la reunicación de
los Grandes Orientes y el restablecimiento del Gran Oriente Nacional de
Venezuela
70
.
La época del Guzmancismo (1870-1888) resultó determinante
para la masonería nacional, pues emerge el liderazgo de Antonio Guzmán
Blanco, militar, político, diplomático y masón del grado 33º, quien gobernó
directa e indirectamente a Venezuela en dicho período. Durante su gestión
como Presidente de Venezuela, Guzmán Blanco ejecutó una serie de obras
que signaron el desarrollo económico, político, social y cultural del país, en
aras de una modernización cónsona con sus ideas liberales y dinámicas
71
.
En el ámbito masónico, Guzmán Blanco fue, sin duda alguna, una
de sus guras más prominentes en aquel período. No solamente le brindó su
cariño, respeto y protección, sino que también contribuyó a engrandecerla
con la difusión de sus ideales, lo cual permitió, incluso, la creación de
nuevas logias en el territorio nacional y la incorporación de nuevos adeptos,
sin obviar la erección del Gran Templo Masónico de Caracas en 1876. Por
tales motivos, Guzmán Blanco fue honrado con el título de Serenísimo
Gran Maestro del Gran Oriente Nacional de Venezuela y fue declarado
Gran Protector de la Institución Masónica en Venezuela por las logias
venezolanas en 1882
72
, debiendo enfrentar, además, un nuevo cisma sufrido
68 El Gran Oriente Nacional de Venezuela existió hasta su disolución el 18 de
agosto de 1916, con la cual la Gran Logia de Venezuela y el Supremo Consejo Confederado
del Grado 33º recuperaron sus autonomías (Fundación Empresas Polar, 2011, Ob. Cit.,
tomo III, p. 75-78).
69 Fundación Empresas Polar, 2011, Ob. Cit., tomo III, p. 75-78.
70 Ídem.
71 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 22-23.
72 Jiménez, 2008, Ob. Cit., p. 101-107.
M, P  E       M
49
en aquel año y resuelto en 1884.
No con poca razón, este período ha sido historiográcamente
llamado la “Época de Oro de la Masonería Venezolana. Sin embargo,
aquella pujante actividad masónica se vio algo menoscabada en las
postrimerías del siglo XIX, allende la presencia de sus miembros en
actividades políticas y de otra índole. El decenio transicional (1888-1898),
signado por el desvanecimiento de la inuencia guzmancista y la sucesión
de masones en el poder como Raimundo Andueza Palacio, Joaquín Crespo
e Ignacio Andrade, no estuvo exento de inestabilidad política que, aunque
intermitente, se reejó en revoluciones e insurrecciones militares, donde no
pocos masones tuvieron parte activa
73
.
73 Ídem.
(1860-1885) É O
50
La masonería en el Zulia: orígenes y
actuaciones principales
L
os orígenes de la masonería en nuestra región se remontan, en la
opinión de algunos autores, a febrero de 1812, cuando continuaba
la germinación del pensamiento independentista y ya estaban más
avanzados los propósitos revolucionarios en la Provincia de Maracaibo,
gracias a los continuos viajes de jóvenes patriotas a las pequeñas
poblaciones, lo que mantuvo vivo el anhelo de libertad en toda la provincia.
Con referencia a esto, Guerrero reseña lo siguiente:
Aun cuando las autoridades coloniales de la provincia resultaron
en muchos casos más celosas que las propias metropolitanas en eso de
permitir la fundación y funcionamiento de sociedades o asociaciones de
cualquier tipo, así fueran de simple intención benéca, social o cultural, en
Maracaibo se iniciaron y prosperaron con relativa libertad, aún durante esa
etapa, agrupaciones de esa índole y aún del tipo masónico, de características
secretas o por lo menos poco accesibles al dominio y conocimiento del
público
74
.
Así, en los primeros días de febrero de 1812, llega a Maracaibo el
Dr. Dionisio Torres, médico neogranadino, patriota y agente mirandino,
procedente de Bogotá, y se reúne con el Capitán Juan Evangelista González,
patriota propulsor de los movimientos de 1810 y 1811 y agente de la
Sociedad Patriótica de Caracas. Juntos deciden constituir una sociedad de
ciudadanos llamada “Escuela de Cristo, la cual fungiría como una cofradía
que tendría el propósito de promover el culto al Redentor del Mundo
75
.
Esta cofradía es señalada como la primera logia francmasónica
del estado Zulia, fundada a instancias del prócer Francisco de Miranda por
medio de sus dos agentes (González y Torres) y dependiente de la Gran
74 Guerrero Matheus, 1961, Anteproyecto Biográco de la Casa de Benecencia de
Maracaibo (Hospital Central Dr. Urquinaona), p. 18.
75 El surgimiento de la Escuela de Cristo en Maracaibo no fue un caso aislado ni
excepcional, pues con este nombre se denominó una sociedad religiosa establecida en el siglo
XVII, con vocación universal, la cual “tenía un halo de misterio y recelo por el secretismo
y espíritu renovador de su apostolado seglar”. Así es como encontramos sucursales de la
Escuela de Cristo en Sevilla, Cádiz y Bogotá (Álvarez, 2001, Gibraltar, Cádiz, América y la
Masonería. Constitucionalismo y libertad de prensa, 1812-2012, p. 638).
M, P  E       M
51
Logia de Maryland (EUA)
76,
77
. Como logia lautarina, su nalidad sería la
deposición de las autoridades españolas para proclamar la independencia de
la Provincia de Maracaibo y sumarla a la causa republicana. Asimismo, fue
conformada, mayoritariamente, por personalidades notables de la sociedad
maracaibera, quienes se reunían en la Ermita de Santa Ana, facilitada por el
Pbro. Fernando de Sanjust, aunque el historiador Agustín Millares Carlo
reseña que las reuniones se daban en las casas de habitación de algunos de
los conjurados
78
.
Millares señala, además, que a este movimiento se sumaron: Luis
Andrés y Lucas Baralt, el vicario José Hipólito Monzant, Nicolás Leyva, el
Dr. José León Campos, José Joaquín y Marcelino Vale, José Tomás Vega,
Juan Bautista Bale, Natividad Villasmil, Juan Crisóstomo Villasmil y sus
hijos José Miguel, Ramón y José Manuel Villasmil, Gregorio Antúnez,
el subteniente Andrés de Celis, el subteniente José Ignacio Valbuena,
Bernardo Serrudo, Ramón Troconis, Idelfonso, José Silvestre, Manuel y
Blas Molero, Trinidad Leal, José María Carrasquero, Francisco García,
Jorge Ochoa, José de la Vega, José Duilio Aguirre, Timoteo Enríquez, Pedro
José Corso, Ramón Velazco, Lucas Molero, José Chiquinquirá Silva, Fray
Antonio Vega, el teniente Ignacio Alcázar, Benigno Campos, Jacobo Roth,
José Manuel Acedo, Francisco Javier Cubillán, el sargento Francisco Osorio
y José María Portillo
79
.
La actividad de la Escuela de Cristo se desarrolló,
fundamentalmente, durante los días 13, 14 y 15 de febrero de 1812, y se
jó el 14 como día para dar el golpe. Sin embargo, Mauricio Villalobos y
Nicolás Romero, entre otros, conocieron del movimiento y lo denunciaron
al Gobernador de la Provincia, Pedro Ruiz de Porras, quien ordenó
inmediatamente la disolución del complot y la captura de los patriotas
conspiradores, lo cual ocurrió el 14 de febrero. Unos pocos escaparon y se
refugiaron, hubo 15 detenidos y procesados que pronto aumentaron a 38,
de los cuales 23 fueron trasladados, unos a Puerto Rico y otros a Puerto
Cabello
80
.
76 Luz Masónica. No 19, agosto – septiembre – octubre de 1954.
77 Barboza de la Torre, 2001, Memorias del Zulia, p. 131-132.
78 Millares Carlo, 1971, Maracaibo y la Independencia de Venezuela, p. 20-34.
79 Ídem.
80 Ídem.
(1860-1885) É O
52
A propósito, recientes investigaciones han develado que la Escuela
de Cristo continuó su funcionamiento, dado que aparece citada como
congregación piadosa local en el Sínodo de Maracaibo, celebrado en 1817
por monseñor Rafael Lasso de la Vega. De acuerdo con esto, no se trató
entonces de una sociedad conspirativa ni, mucho menos, una logia masónica,
sino de una cofradía efectivamente religiosa, circunstancialmente utilizada
por los conspiradores de 1812 para sus propósitos de emancipación, no
existiendo hasta ahora pruebas fehacientes que constaten su carácter
masónico ni el de sus integrantes
81
.
Los conspiradores que lograron evadirse de las autoridades se
ocultaron en la región, gestaron la Declaración de Independencia de la
Provincia de Maracaibo (28 de enero de 1821) y participaron en la Batalla
Naval del Lago (24 de julio de 1823), luego de la cual ocurrió la capitulación
del jefe realista Francisco Tomás Morales (3 de agosto de 1823)
82,
83
. Hechos
éstos que consolidaron la independencia de Venezuela.
En este mismo año, pero en agosto, González reuniría en
Maracaibo a los sobrevivientes de la conspiración de 1812. Unas fuentes
señalan que éstos reorganizaron la Escuela de Cristo con el nombre de
“Logia de los Hermanos Regeneradores”, simplicando luego su nombre
a Logia “Regeneradores” N
o
15. Dicha denominación obedeció al hecho
de haberse regenerado la Logia, tras estar en suspenso en el lapso de 1812
a 1823
84, 85
. Otras fuentes, por su parte, señalan que fue en 1823 cuando se
fundó la referida logia masónica.
La Logia prosiguió luego su actividad y llegó a ser presidida por el
General Rafael Urdaneta en el período 1824-1825
86
. Pasado este período,
debió silenciar sus trabajos tras oponerse al movimiento separatista “La
Cosiata”; pero retoma más tarde sus actividades que cesan de nuevo en 1828,
cuando Bolívar dicta el decreto de proscripción de las sociedades secretas
en la Gran Colombia tras la conspiración de la Noche Septembrina
87
.
81 Álvarez, 2001, Ob. Cit., p. 639.
82 Barboza de la Torre, 1988, Ob. Cit., p. 10-11.
83 Hernández y Parra, 1999, Diccionario General del Zulia, tomo II, p. 1405.
84 Barboza de la Torre, 1997, Discurso de Orden con motivo de celebrarse el
Solsticio de Verano y el 185º Aniversario de la fundación de la Logia “Regeneradores” No 6,
hoja suelta.
85 Barboza de la Torre, 2001, Ob. Cit., p. 146.
86 Barboza de la Torre, 1988, Ob. Cit., p. 12.
87 Mardones, 1998, Algunos aspectos históricos de la Respetable Logia Simbólica
M, P  E       M
53
En 1838, la Logia “Regeneradores” N
o
15 reinicia sus actividades y
contribuye a la reinstalación, en aquel año, de la Gran Logia de Venezuela.
Esta, a su vez, refrendó en 1840 su Carta Patente, efectuándose así la
iniciación de un buen número de profanos
88
. Esta logia aglutinó a militares,
clérigos, profesionales y autoridades pertenecientes a lo más notable y
selecto de la Maracaibo decimonónica y, durante los primeros años de la
república, ejercieron un papel decisivo en el destino político de la región.
Así estuvieron involucrados en el partido “Campesinos”, de tendencia
liberal, que mantuvo calurosa pugna con los “Tembleques”, de orientación
conservadora, a lo largo de la primera década de la Venezuela republicana
(1830-1840). Precisamente, los Campesinos eran también llamados
Yorkistas”, por la liación masónica de sus dirigentes
89
.
Durante las décadas de 1850 y 1860, ante el ascenso de una
nueva élite política, los jóvenes se polarizaron entre los masones y los
católicos a ultranza. Los primeros abanderaban el pensamiento ilustrado,
enciclopedista y liberal, el cual, procedente de Europa, alimentaba el
progreso, el laicismo y el librepensamiento en los maracaiberos ávidos de
nuevos ideales que satiscieran sus ansias de superación y conocimiento y
les permitieran no estar sujetos a los limitantes dogmas de la iglesia católica.
Los segundos rechazaban tajantemente tales postulados y, por supuesto, a
los defensores de tales ideas: los francmasones, por cuanto su profusión
implicaba un duro golpe al dogmatismo católico y, en consecuencia, a su
inuencia sobre el entorno social. Dagnino describe esa situación:
Emancipada Colombia del poder colonial, y constituida
luego Venezuela, la antigua provincia de Maracaibo tenía
que seguir los nuevos rumbos de una civilización que más
le imponían las nuevas circunstancias que sus mismos
instintos o propios impulsos. Con el advenimiento súbito
de nuevas instituciones, juntamente con lo mucho bueno
que ellas trajeron al pueblo, vinieron a despertarse en
el ánimo de la juventud pasiones desconocidas hasta
entonces, con la insaciable ambición de descubrirlo
todo; vino a dominar los ánimos, más que la Libertad, la
Regeneradores No 6, hoja suelta.
88 Besson, 1993, Historia del Zulia, tomo II, p. 314.
89 Urdaneta Quintero, 1989, La Revolución de las Reformas en Maracaibo.
Campesinos y Tembleques (1834-1835), p. 6-8.
(1860-1885) É O
54
Enciclopedia.
Las lecturas de Voltaire y de Rousseau, como la de otros
inferiores, que habían maleado al hombre europeo,
hicieron otro tanto entre nosotros. La juventud se hizo, si
no atea, frívola y descreída; y los hombres de peso, aquellos
que se dirigían a los pueblos en la vida pública, temían
aparecer como devotos o mojigatos, en una época en que se
habían abatido los conventos, y se había suprimido el fuero
eclesiástico. Como una prueba de la conquista efectiva de
la independencia individual, se había importado la semilla
masónica y se fundó logia, en donde los hombres de pro se
daban cita para disfrazarse, en ocasiones dadas, de reyes,
príncipes y caballeros, que los libertadores acaban de
enterrar con su espada y constancia en Carabobo, en Junín
y en Ayacucho
Así que no era extraño verse padres de costumbres
austeras y de rmes creencias religiosas, cuyos hijos, y
hasta hijas, ostentasen su progreso, su cultura, riéndose
con lástima de sus progenitores; así como podían verse
familias enteras muy fervorosas, rezando y ganando
indulgencias, a la vez que el jefe del hogar se pavoneaba
en la logia, disfrazado de quizás qué, burlándose de las
excomuniones del Pontíce de la Cristiandad
90
.
Ante aquella polarización en torno a las ideas católicas vinculadas
con el pasado monárquico y el pensamiento ilustrado de aquel presente
republicano, era de esperarse la confrontación ideológica en la sociedad.
Sin embargo, el ideal liberal-positivista-masónico llegaría a generalizarse,
no sólo en la región zuliana, sino también en el resto del país, y de manera
especial y acentuada durante la década de 1870, cuando el gobierno de
Guzmán Blanco exalta y preconiza el laicismo a través de su pensamiento,
palabra y acción de corte positivista. Esto lo arma Tinoco y, adicionalmente,
expresa:
90 Dagnino, 1967, Obras Completas. Estudios Históricos y Biográcos, tomo II, p.
324-325.
M, P  E       M
55
Las escuelas y los hombres cultos del país se han inclinado
hacia el materialismo en los últimos veinte años. Casi
todos los profesores de la Universidad son agnósticos, o
por lo menos materialistas y su inuencia es considerable
dentro del ámbito estudiantil
91
.
Asimismo, añade que la proliferación del pseudoateísmo en la
población culta de entonces fue producto, no sólo de la política anticlerical
guzmancista, sino también de la divulgación del positivismo en el seno de
la elite intelectual y económica del país. Naturalmente, la combinación de
una clase ilustrada mayoritariamente militante en la orden francmasónica,
con una presencia preponderante en los círculos académicos nacionales,
constituía un excelente caldo de cultivo para la difusión de las ideas
positivistas a la par con el esquema liberal. El Zulia no fue la excepción a
esta regla.
Por otra parte, los masones de la Logia “Regeneradores” N
o
15
contribuyeron con el progreso de la sociedad zuliana mediante la creación
de la Casa de Benecencia en 1860, de la mano del Dr. Antonio José
Urquinaona, y su participación en la conformación de la Junta de Fomento
en 1865, destinada a auspiciar los proyectos de obras públicas emprendidos
por el gobierno regional, a cuya cabeza se encontraba entonces el general
Jorge Sutherland, quien terminó por ingresar a la masonería en aquel
momento
92
.
De tal manera Urquinaona y Sutherland, amigos personales y
luego hermanos masones, fortalecieron los vínculos entre el gobierno y la
masonería para impulsar obras públicas en la ciudad y en el estado. Una de
ellas fue la construcción de la Alameda en la Plaza Matriz de Maracaibo. Al
mismo tiempo, la Logia instaló la Caja de Economía para el resguardo de
los ahorros de los ciudadanos. Esta institución fue precursora de la Caja de
Ahorros fundada en 1878
93
.
La mencionada vinculación masónico-gubernamental originó la
Sociedad de la Unión de Maracaibo, señalada por la prensa de la época como
un club que reunía a la elite culta de la ciudad. Fue la masonería marabina
91 Tinoco, 2007, La idea de progreso en el pensamiento positivista venezolano.
Siglos XIX y XX, p. 132.
92 Urdaneta Quintero, 2008, Tiempos de Federación en el Zulia. Construir la
nación en Venezuela, p. 267-268, 277.
93 Urdaneta Quintero, 2008, Ob. Cit., p. 268.
(1860-1885) É O
56
responsable del surgimiento en esta ciudad de múltiples sociedades, entre
1830 y 1850, que fomentaron el desarrollo económico, social y cultural
de la región y, a través de las mismas, la masonería ejercía su acción en el
espacio social maracaibero
94
.
Entre las mencionadas sociedades se encuentran: la Sociedad de
Amigos del Ps (1833), impulsora del Colegio Nacional de Maracaibo
(actual Liceo Baralt) creado en 1837 e instalado en 1839, la Sociedad de
Amigos de la Instrucción (1836), la Sociedad Filarmónica de Maracaibo
(1836), la Sociedad de la Unión (1840) y la Sociedad Doctrinaria Patriótica.
Sin embargo, a lo largo del siglo XIX continuaría la profusión de dichas
sociedades, tales como la Sociedad Eco de la Juventud (1855), la Sociedad
Alumnos de Minerva (1859), la Sociedad Vargas (1873), la Sociedad
Amantes del Saber, la Sociedad Mutuo Auxilio (1876), la Sociedad Auxiliar
de Artesanos (1878) y la Sociedad Bandera Cubana (1897).
Pese a lo anterior, la Logia “Regeneradores” N
o
15 cesó nuevamente
sus labores hasta mediados de 1873. Nuevamente activa a partir de ese año,
promovió la fundación de la Sociedad “Mutuo Auxilio” el 18 de marzo de
1876, institución administradora de la Biblioteca Pública y creadora de
la Caja de Ahorros (1878), la Compañía de Seguros de Vida (1880), el
Banco de Maracaibo (1882), el Monte de Piedad de Maracaibo (1884) y la
Compañía Seguros Marítimos de Maracaibo (1886)
95
.
El 2 de febrero de 1881 la Logia “Regeneradores” N
o
15 inaugura
un nuevo templo masónico en la Calle Urdaneta, donde celebraban sus
sesiones desde hacía décadas
96
. Ese mismo mes, la Logia establece una
comisión mediante la cual crea un Bazar de Caridad
97
.
Más adelante, el 1 de junio de 1881, el Capitán de Navío y masón
Jaime Arévalo funda el Capítulo Rosacruz “Regeneradores” N
o
27, primer
cuerpo masónico escocista del estado Zulia
98
cuya conformación había sido
planteada un año antes
99
y, una vez cristalizada, se conocería en el seno de la
94 Cardozo Galué, 1991, Maracaibo y su Región Histórica. El circuito
agroexportador 1830-1860, p. 187.
95 Mardones, 1998, Ob. Cit., hoja suelta.
96 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1880. Acta de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 2 de febrero de 1881, E.. V..
97 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1880. Acta de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 21 de febrero de 1881, E.. V..
98 Barboza de la Torre, 2001, Ob. Cit., p. 202.
99 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1880. Acta de Tenida Ordinaria
M, P  E       M
57
Logia
100
. Y en diciembre del mismo año es creada una Biblioteca Masónica,
para la cual colaboraron todos los masones de la localidad con el aporte de
una obra literaria
101
.
En 1884, el Pbro. José Tomás Urdaneta inició una campaña
de ataques contra la masonería marabina, alegando que la Sociedad de
Benecencia (rectora de la Casa de Benecencia) estaba integrada por
masones (cosa cierta por cuanto el reglamento de la misma así lo establecía).
Tal campaña comienza en agosto de aquel año con un escrito de la autoría
del prelado “para que sea predicado en el Templo de Santa Ana, con motivo
de haberse pronunciado en dicho templo un discurso francomasónico,
celebrándose allí una sesión solemne de la Sociedad de Benecencia, contra
las autoridades de la iglesia, en la cual, y según palabras del Pbro. Urdaneta,
se habrían dicho cosas como esta: “La masonería es una institución libre de
todo yugo de la iglesia y de sacerdocio. No hay más que los imbéciles que
hablan todavía y sueñan en un Dios”
102
.
El Pbro. Urdaneta concluyó aquel sermón con la siguiente
armación: “Queridos hermanos míos; la caridad francomasónica, lejos de
ser caridad, no es ni siquiera lantropía; es el cebo, es la dádiva perversa
de un maligno seductor
103
. Seguidamente, en 1885 publicó su libro La
Iglesia y la masonería, donde efectúa un estudio amplio de esta institución
y su relación con la iglesia católica
104
. En ese mismo año la Gran Logia de
Venezuela asigna el N
o
6 a la Logia “Regeneradores”, hasta entonces N
o
15,
siendo reinstalada el 26 de mayo de 1899 tras un prolongado período de
inactividad causado por las convulsiones políticas
105
.
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 21 de diciembre de 1880, E.. V..
100 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1880. Acta de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 6 de junio de 1881, E.. V..
101 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1880. Acta de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 26 de diciembre de 1881, E.. V..
102 García Mac Gregor, 1997, Maracaibo y los 400 años del Hospital Central, p. 123-
124.
103 Ídem.
104 Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo II, p. 1406.
105 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo IV, p. 193.
(1860-1885) É O
58
Pedro José Hernández
M, P  E       M
59
Antonio José Urquinaona
(1860-1885) É O
60
Diego José Jugo
M, P  E       M
61
Manuel Dagnino
(1860-1885) É O
62
Jorge Sutherland
M, P  E       M
63
CAPÍTULO III
MACAIBO Y LA CASA DE BENEFICENCIA
Rasgos económicos, societarios y políticos de
Maracaibo (1860-1885)
L
a Maracaibo donde se implanta y funciona la Casa de Benecencia,
es una ciudad con rasgos económicos, societarios y políticos
expresamente particulares, y cuya presencia y conjunción
contribuirá positivamente al progreso y avance de esta institución. Esto no
solo se verica por la presencia de tales particularidades, sino también por
la apertura de dichos sectores al ideal de caridad social, abanderado por los
masones maracaiberos, quienes actuaban e inuenciaban en sumo grado
sobre aquellos ámbitos de la vida urbana.
En el campo económico, Maracaibo se hallaba en una segunda
etapa de expansión de su llamado circuito agroexportador, iniciada tras el
n del dominio español en 1823 y favorecida por las políticas ventajosas
hacia los extranjeros aplicadas por parte de Colombia (la Grande) y, luego,
por Venezuela en la incipiente época republicana. La consecuencia natural
de ello fue una oleada de numerosos comerciantes y negociantes europeos
y norteamericanos que vinieron a ocupar el lugar dejado por los agentes
mercantiles españoles y a controlar las redes comerciales internas y externas.
Siguiendo el orden de las ideas, a mediados del siglo decimonónico,
Maracaibo era la segunda aduana nacional, posición acentuada gracias al
dinámico movimiento portuario que comprendía San Cristóbal y Cúcuta.
La ciudad se aanzaría de modo progresivo y denitivo como centro nodal,
dinamizador, coordinador y distribuidor de sus uctuaciones económicas.
Encabezó la dirigencia regional y marcó su hegemonía en la provincia cuya
capitalidad ostentaba. De esta manera, Maracaibo pasó a ser el núcleo
de conexión entre el movimiento comercial regional con el movimiento
comercial internacional, así como el puerto clave del área lacustre y uno de
(1860-1885) É O
64
los más importantes en la región caribeña
106
.
Respecto a sus rasgos societarios, tenemos a una Maracaibo que
por su característica de ciudad-puerto, y la intensa actividad comercial
que dicha condición conlleva, torna a los pobladores susceptibles ante las
inuencias externas. Esto hizo que los maracaiberos adoptaran una actitud
apática ante la situación urbana de deciencia de servicios y desatención
por parte de las autoridades estatales, ya que sus necesidades de subsistencia
y bienestar eran resueltas mediante el movimiento portuario donde
convergían los comerciantes, industriales, marinos, domésticas y demás.
Los comerciantes europeos y norteamericanos, quienes ya hacían
vida en Maracaibo desde el comienzo de la época republicana, se valen
de su control sobre el mercado para introducir sus elementos culturales
como instrumento de modernización e intentan formar ciudadanos de
corte universal, lo cual engranaba dentro del proyecto de consolidación
del Estado Nacional, idea claramente positivista y liberal que tomó auge
y fuerza en la segunda mitad del siglo XIX. Dicho afán de modernización
era sustentado por los intelectuales y profesionales del momento, quienes
abogaban también por una mejora de las condiciones ambientales y de
infraestructura de una ciudad que no se desvinculaba de su pasado.
Sin embargo, y más adelante, la dirigencia maracaibera,
profundamente vinculada al pensamiento liberal, positivista y masónico,
se empeñó por transformar el escenario ambiental y urbano de Maracaibo,
dotándolo de una confortabilidad que pasaba por la renovación de la
estructura arquitectónica, la consolidación de los servicios públicos
y el fomento de iniciativas económicas, culturales y recreacionales.
Naturalmente, en todo esto ejerció inuencia el esquema europeo, en
especial el francés
107
.
Ante aquella realidad, inicialmente adversa y posteriormente
atenuada mediante el auspicio del progreso moral y material ejecutado por
la dirigencia maracaibera y alentado por la elite intelectual, se presenta esta
última como la expresión de un estereotipo diferenciado y distinguible
del ciudadano maracaibero decimonónico: el intelectual integral que es,
en la mayoría de los casos, y al mismo tiempo, jurista, cientíco, político,
letrado, políglota y servidor público, y como características humanas
106 Cardozo Galué, 1991, Maracaibo y su Región Histórica. El circuito
agroexportador 1830-1860, p. 20-27.
107 Bermúdez, 2006, Vivir en Maracaibo en el siglo XIX, p. 317-322.
M, P  E       M
65
ejerce la lantropía, el talento, el don de gentes, el valor, la constancia y el
librepensamiento. A esto se podría añadir la liación masónica, lo cual no
era atípico en la sonomía del intelectual zuliano decimonónico.
Hay quienes interpretan esta intensa actividad intelectual de este
siglo como una vía de evasión de la realidad social y urbana de Maracaibo,
expresada fundamentalmente en el cultivo de las letras; pero otros señalan
que dicha profusión de intelectuales deriva de la formación académica de
alto nivel impartida en el Colegio Nacional de Maracaibo, constituido en
1839, la cual no se basaba en el clásico esquema educativo de los siglos
anteriores, sino que respondía, por una parte, al esquema laico y republicano
– autonomista inserto en el proyecto político de los masones venezolanos
pensadores de aquel entonces
108
; y, por otra parte, a la concepción
utilitarista, según la cual la utilidad de toda creencia o institución debía ser
probada, teniendo como resultado el bienestar de sus integrantes
109
.
Éste fue el germen de la generación de intelectuales que signó el
panorama político, económico, social y cultural de Maracaibo en la segunda
mitad del siglo XIX, e hizo de esta ciudad el centro de la actividad intelectual
y cultural del Zulia, en espíritu de consonancia con su hegemonía política y
económica sobre la región
110
.
Finalmente, en el campo de la política, la ciudad estuvo signada,
tras el advenimiento de la etapa republicana en 1830, por las discrepancias
entre conservadores y liberales, siendo estos los bandos políticos existentes
en Venezuela. Dichas divergencias fueron evidentes en todo el territorio
nacional y la región zuliana no fue la excepción, por cuanto los liberales y
conservadores se aglutinaron, respectivamente, en dos bandos políticos: los
Campesinos y los Tembleques, cuyas diferencias políticas e intenciones de
controlar los organismos públicos y asambleas primarias para designación
de electores, llegaron al extremo de la confrontación violenta.
No debe obviarse que en el ala de los Campesinos se encontraba
principalmente la dirigencia maracaibera local y los notables de la ciudad,
casi todos ellos de liación masónica. Esta discordia no llegó a solucionarse
sino en 1840 cuando ocurre la conciliación que genera como resultado el
108 Urdaneta Quintero, 2008, Tiempos de Federación en el Zulia. Construir la
nación en Venezuela, p. 66.
109 Jiménez, 2008, Inuencia del pensamiento masónico en la educación venezolana
del siglo XIX, p. 119, 133.
110 Quevedo y Cardozo, 2009, La elite intelectual de Maracaibo a nes del siglo XIX,
p. 1-16.
(1860-1885) É O
66
surgimiento de la Sociedad de la Unión, la cual unicó a ambos bandos
111
.
Sin embargo, la polarización proseguiría y los enfrentamientos
entre banderías políticas fueron la constante en la ciudad hasta el estallido de
la Guerra Federal en 1859. Allende la cesación de la lucha entre Campesinos
y Tembleques, emerge una generación de jóvenes inuenciados y reunidos
por las ideas de corte enciclopedista y liberal provenientes de Europa
y Estados Unidos que comenzó a cuestionar los preceptos religiosos y
morales de la sociedad de entonces. A estos se suman los francmasones,
en plena consonancia con los planteamientos de cambio y transformación
política abanderados por los liberales. En concordancia con lo previamente
expuesto, Urdaneta Quintero expresa:
En estas asociaciones, más allá del liderazgo del momento,
los miembros se mezclaban indistintamente en cada
grupo: los Campesinos, Tembleques, Masones, Católicos,
Liberales y Conservadores, Serranistas, Venancistas,
Jorgistas. La inexistencia de un denido proyecto político
facilita los acuerdos circunstanciales determinados por las
“premuras” y la inestabilidad política del momento
112
.
Puede entenderse a partir de la cita anterior que, ante la volubilidad
del concierto sociopolítico, quienes tomaban parte en las discusiones y
debates se agrupaban no tomando tanto en cuenta las guras caudillistas
hegemónicas o emergentes, como sí los principios ideológicos que
imperaban en la Maracaibo de aquel entonces.
Por su parte, Tinoco expresa que: “Probablemente, la asociación
entre masonería y progreso represente una relación directa entre progreso
y libre pensamiento, condición necesaria para el avance de los pueblos”
113
.
Que una probabilidad, sería más bien un hecho tangible y cierto la existencia
de esa relación, por cuanto la masonería siempre ha sido abanderada del
librepensamiento y del progreso, concebido este último como la superación
constante del pasado, que tiene por objeto emancipar al hombre del dolor,
la esclavitud y toda servidumbre material y moral, de manera que pueda ser
111 Urdaneta Quintero, 1989, La Revolución de las Reformas en Maracaibo.
Campesinos y Tembleques (1834-1835), p. 7-8, 10-11.
112 Urdaneta Quintero, 2008, Ob. Cit., p. 142.
113 Tinoco, 1997, La idea de progreso en el pensamiento positivista venezolano.
Siglos XIX y XX, p. 112.
M, P  E       M
67
partícipe de los benecios proporcionados por la civilización y la cultura a
través de una organización positiva de la sociedad.
Por lo tanto, no es de extrañar que las propuestas de progreso
político, social, cultural y hasta moral emanaran de los círculos
liberales y francmasónicos, tan estrechamente vinculados mediante el
librepensamiento y, para aglutinar al sector más juvenil y entusiasta de
la sociedad maracaibera, y efectuar un importante contrapeso frente a la
bandería conservadora y católica heredera de la ideología dominante en el
pasado monárquico colonial.
(1860-1885) É O
68
La creación de la Casa de Beneficencia:
actuación e influencia masónicas
Y
es en el marco de este proceso histórico como experimenta la
ciudad de Maracaibo, con las características económicas, sociales
y políticas anteriormente descritas, y en el cual surge la Casa
de Benecencia en 1860. Sin embargo, la concepción de este proyecto
lantrópico se remonta a 1854, cuando Pedro José Hernández
114
, en su
condición de miembro activo de la Logia “Regeneradores” N
o
15, propone
ante el resto de los miembros de la Logia la creación de una casa de
mendigos, y con ello expresó un planteamiento hecho a su persona por los
comerciantes locales. En relación con esto, Casanova reseña:
Tomó la palabra el h.. Pedro José Hernández para introducir
á la consideración del Taller un pensamiento, por si los
miembros acojiendo [sic] sus ideas, quisieran acometer
la empresa, que redundaría en bien de la provencia [sic]
daría mucho valor á la Institución mazónica [sic] y muy
particularmente haría honor á esta R.. L.., pues según lo
que un miembro le había manifestado, los comerciantes de
esta plaza, ansiaban por el establecimiento de una “Casa
de mendigos”, para evitar que éstos pidieren limosna por
las calles
115
.
La propuesta fue aprobada por la Logia en pleno, y entonces se
designan tres comisiones de trabajo. La primera, conformada por Waldemar
114 Pedro José Hernández (Maracaibo, 30/8/1821 – Cúcuta, Colombia,
18/5/1875): Periodista, escritor (poeta, fabulista, dramaturgo, traductor y orador) y
político. Padre del periodismo en el Zulia, fue Senador al Congreso Nacional, miembro del
Gobierno Provisorio de la Provincia de Maracaibo, presidente del estado Táchira, secretario
de la Legislatura Provincial de Maracaibo, presidente del Partido de la Juventud y miembro
de la Junta de Fomento del Hospital de Chiquinquirá. Fue el padre del educador, periodista,
escritor (poeta, dramaturgo, biógrafo y traductor) y masón Octavio Hernández (Maracaibo,
19/11/1856 – Ídem, 31/5/1925). (Hernández y Parra, 1999, Diccionario General del
Zulia, p. 1101).
115 Casanova, 1884, Historia de la Casa de Benecencia de Maracaibo, desde su
Fundación en 1860 hasta diciembre de 1883, p. 5-7.
M, P  E       M
69
Worm, Guillermo Bauder y J. Harris
116
, se encargaría de dirigirse a los
comerciantes para establecer su aporte monetario mensual; la segunda,
constituida por el Dr. Antonio José Urquinaona, Manuel Baralt y José
María Pino, tendría el mismo propósito con la élite económica local no
integrante del gremio comercial; y la tercera, agrupada por Pedro Bracho
117
,
Rafael Benítez y Ausencio M. Peña
118
, sentaría las bases organizativas de la
institución.
Pese a lo anterior, el proyecto no pasó de ser una propuesta, pues no
llegó a ejecutarse en aquel momento. Su propulsor, Pedro José Hernández,
fue objeto de persecución política en razón de sus ideas conservadoras y
nalmente se exilió. Al parecer, además de Hernández, “(…) muchos de
los miembros de la Lojia [sic] estaban expatriados, otros ocultos, y presos
algunos. El proyecto del señor Hernández apenas si fue conocido fuera del
recinto mazónico [sic], murió al nacer, y quedó como relegado al olvido
119
.
Ciertamente entre 1854 y 1859 diversas circunstancias inuirían
en la postergación del proyecto: en primera instancia no debe olvidarse que
imperaba en Venezuela el gobierno de los Monagas, el cual contaba con la
oposición maniesta del sector político maracaibero, por lo cual no es de
extrañar la persecución contra los ciudadanos opositores entre los cuales,
sin duda, han debido hallarse masones cuyas ideas liberales los impulsaban a
rechazar una administración central nepotista, sectaria, corrupta y proclive
a la autocracia.
116 Jaime Harris Perozo (Maracaibo, 21/4/1830 – Ídem, 9/6/1881): Empresario
y político. Se desempeñó como miembro del Concejo de Maracaibo (1858), Presidente
encargado del estado Zulia (1870 y 1877), accionista fundador de la Compañía Anónima
del nuevo Cementerio (El Cuadrado) (1876) y presidente de la Comisión Instaladora de
la Caja de Ahorros de la Sociedad de Mutuo Auxilio (1878). Fue el tercer hijo del militar,
empresario y comerciante Frederic Harris (Lambeth, Inglaterra, 30/9/1799 – Maracaibo,
6/6/1875), fundador de la familia Harris de Maracaibo.
117 Pedro Bracho (Maracaibo, ¿?/¿?/¿? – Ídem, ¿?/12/1886): Ingeniero, militar y
educador. Fue uno de los propulsores de la Escuela de Ingenieros de Maracaibo (1863), su
catedrático de Materias Militares (1863) y su segundo director (1870-1873) (Hernández y
Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 459).
118 Ausencio María Peña (siglo XIX): Médico, farmacéutico y docente. Fue el primer
profesor de inglés del Colegio Nacional de Maracaibo (1842), segundo precursor de los
estudios médicos en el Zulia, en tanto organizador con José Garbiras del curso de medicina
en el Colegio Seminario de Maracaibo (1846), interrumpido en 1848, y catedrático del
curso de medicina (1855 y 1856) tras su denitiva instalación por Joaquín Esteva Parra en
1854.
119 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 5-7.
(1860-1885) É O
70
Asimismo, la atención del Poder Público en el estado Zulia se
centraba en la campaña contra el cólera y la viruela que amenazaron
entre 1854 y 1857 con extenderse hasta la provincia. Circunstancia ésta
que, aunada al estallido de la Revolución de Marzo en 1858, la debacle
económica de 1859 reejada en la precariedad maniesta de las instituciones
hospitalarias de la región, y el subsiguiente estallido de la Guerra Federal,
impediría la intervención plena de las autoridades regionales en la gestación
del proyecto de benecencia planteado por Hernández.
Pero seis años después, en 1860, el proyecto fue retomado por el
Dr. Antonio José Urquinaona
120
, masón del Grado 18º. En aquel momento,
Urquinaona era el Venerable Maestro de la Logia “Regeneradores” N
o
15
y, en una tenida celebrada en enero de 1860, presenta nuevamente dicha
propuesta ante los miembros de la Logia. Éstos la acogen y aprueban de
manera prioritaria.
En sus inicios, el proyecto de la Casa de Benecencia sorteó
diversos obstáculos: la carestía económica de la Logia y de sus integrantes, así
como los ataques por parte de sectores católicos de la sociedad maracaibera
quienes mostraban sus reservas ante lo planteado por los masones de la
ciudad, pues no faltaron “los comentarios y los ataques directos é indirectos.
Quien llamó descabellado el proyecto; quien le creyó extemporáneo; quien
le hizo la guerra disfrazando con el manto de la religión el del fanatismo
121
.
Urquinaona dirige una comunicación al Concejo el 25 de enero de 1860,
donde le plantea el proyecto y solicita para el mismo la cesión de un
inmueble de su propiedad denominado “La Garita
122
, situado en la calle
Urdaneta, entre Carabobo y Venezuela.
120 Antonio José Urquinaona (El Carmelo, 25/12/1822 – Cúcuta, Colombia,
3/4/1872): Jurista, político, docente y lántropo. Fue el fundador de los estudios de derecho
en el estado Zulia, en tanto catedrático de derecho civil, derecho canónico y losofía en el
primer curso de jurisprudencia, establecido en el Colegio Nacional de Maracaibo (1854)
(Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo II, p. 2222).
121 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 5-7.
122 Casa situada en la avenida 5 Urdaneta, entre calles 94 Carabobo y 95 Venezuela, al
fondo del teatro Baralt. A principios del siglo XIX, fue habitada por Bárbara Nava de Bracho
y, en virtud de su altura, desde la casa se lograba ver la costa opuesta del Lago, surgiendo una
expresión popular: “Doña Bárbara sentada ve más alto que Parada. Más tarde, fue propiedad
del Concejo de Maracaibo, sede de la Casa de Benecencia y, por último, de cárcel hasta
1881, cuando albergó a la Sociedad Mutuo Auxilio. Desaparecida ésta, fue ocupada por la
Federación Espírita Venezolana y su Librería, la cual persistió por años con destrozos físicos.
Actualmente sigue en pie y debidamente restaurada, formando parte de los anexos del teatro
Baralt (Hernández y Parra, 1999, tomo I, Ob. Cit., p. 1001).
M, P  E       M
71
El Concejo había acordado trasladarse a La Garita y emplearla
como sede propia. No obstante, el 3 de febrero derogó y accedió a la petición
de la Logia, cuyo proyecto era “tan grande y noble, cediéndole el inmueble
con el n lantrópico de que sirva para el Instituto de Benecencia. La
Logia, mediante comunicación del 9 de febrero, agradeció al Concejo
por su generosidad, lo hizo copartícipe de los trabajos de erección de la
Casa de Benecencia y le comunicó el nombramiento de comisiones para
emprender aquella empresa. Al día siguiente, el 10 de febrero, la Logia
anunció el proyecto al Gobernador de la provincia y al Jefe Municipal,
solicitándole su ayuda y cooperación
123
.
Las comisiones antes referidas habían sido nombradas
inmediatamente en el seno de la Logia. Los masones Guillermo Bauder,
Aarón Luria, Roberto Swi, Waldemar Worm, Generoso Penso, Valentín
Finol, Nicolás Vale, Manuel Freitas, Francisco Palenzuela, Antonio
Rovero, Francisco Vargas, Ángel Casanova
124
y Antonio José Urquinaona
integraron las comisiones encargadas de “solicitar socorros pecuniarios
que proporcionen los gastos mensuales de alimentos, alumbrado, lavado,
pago del inspector y sirvientes”, así como también “solicitar camas con sus
correspondientes sábanas, almohadas y petates”, correspondiéndole a los
dos últimos, Casanova y Urquinaona, la elaboración del reglamento del
futuro asilo de pobres
125
.
Se inicia entonces la recaudación de fondos por parte de la Logia,
pero no siempre los resultados eran los deseados. Apenas se obtenían
ingresos por concepto de la venta del agua de los aljibes. Una obra teatral a
cargo del Grupo “Euterpe, y planeada en favor de la Benecencia, se canceló
por cuanto los encargados del teatro consideraban que no obtendrían
ganancias a su favor.
Sin embargo, las gestiones siguieron avanzando. Previa discusión,
la Logia aprobó el reglamento de la Casa de Benecencia en su última
tenida, celebrada el 27 de febrero. Dicho reglamento fue remitido el 2 de
marzo al Concejo. Éste contesta el 24 de marzo, solicitando a la Logia un
nuevo reglamento satisfactorio para ambas instituciones, lo cual habla de
123 Guerrero Matheus, 1961, Anteproyecto Biográco de la Casa de Benecencia de
Maracaibo (Hospital Central Dr. Urquinaona, p. 12-13.
124 Ángel Casanova (1826-1881), periodista, lántropo, político y escritor
(Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 556).
125 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 11-02-1860. No 36.
(1860-1885) É O
72
algún desacuerdo con las cláusulas establecidas. Por ello, el 27 de marzo,
la Logia solicitó al Concejo el nombramiento de una comisión que, unida
a otra nombrada por ella, reelaborara el reglamento, lo que fue aceptado
por el Concejo mediante contestación del 4 de abril. Previamente, el 21 de
marzo, la Logia había recibido una nota del jefe Municipal, con una lista
adjunta de 11 hacendados “que ofrecían dar por turno, carga y media de
panela al mes, y además continuar trabajando en favor del Instituto
126
.
Hallándose adelantadas tareas en favor de aquel proyecto
lantrópico, el Gobernador de la Provincia solicita el 9 de abril a la
Logia la devolución de La Garita, para albergar por dos meses a un
importante número de prisioneros de guerra connados en el islote de
Bajo Seco. Recuérdese que Venezuela estaba en plena Guerra Federal.
La Logia, urgentemente reunida, contestó que sólo podría cederla con el
consentimiento previo del Concejo, quien originalmente la había poseído.
Éste acordó atender la petición del Gobernador el 11 de abril, sin hacerse
moralmente responsable en caso de cesar el proyecto de la Logia, la cual
se reunió el 16 de abril para tomar nota de ello y remitirla al Gobernador,
pidiéndole la restitución del inmueble cumplidos los dos meses
127
.
Esto paraliza nuevamente el proyecto de la Casa de Benecencia,
pero únicamente durante dos meses, tiempo acordado para el préstamo
del inmueble. A pesar de esta circunstancia, la Logia no abandonó su tarea
de cristalizar su iniciativa y con ella, los sectores de la sociedad que la
respaldaban. Al respecto dirá la prensa:
(…) este retardo en su instalación no inuirá en perjuicio
de la empresa acometida, pues que sus colaboradores no
desmayan en su propósito y habiendo vencido mayores
inconvenientes no permitirán que quede sin realizarse la
obra que ya les cuesta algunos desvelos y fatigas: no se
desaliente pues el público, y espere ver jado el día de su
instalación.
128
Mientras tanto, el 26 de abril se reunieron la Comisión del Concejo,
integrada por Luis Araujo y Guevara y Nicolás Perich, y la Comisión de la
126 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 13.
127 Ídem.
128 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 18-04-1860. No 58.
M, P  E       M
73
Logia, conformada por Antonio José Urquinaona, Aarón Luria, Guillermo
Bauder y Ángel Casanova, a objeto de considerar el nuevo reglamento de
la Casa de Benecencia. Previa consideración y discusión, el reglamento
originalmente sancionado por la Logia el 27 de febrero fue el aprobado
por ambas partes
129
. Siendo masones cinco de los seis comisionados, no
resultaba difícil lograr un consenso. Un mes después, el 25 de junio, la Logia
se pronunciaba en estos términos:
La Casa de Benecencia llama la atención pública, y los
miembros de la Logia Regeneradores, todos, están en la
forzosa necesidad de contestarle a ese mismo público, si
es que se abre o no este Instituto de caridad. En tal virtud,
es de imperiosa necesidad que mañana, a las dos de la
tarde en punto, se reúna extraordinariamente la Logia para
deliberar denitivamente sobre tan importante asunto, sin
que pueda demorar para otra oportunidad la reunión, por
razones que se manifestarán en plena Logia
130
.
En efecto, la Logia sesionó en la tarde de aquel día, tal como había
previsto. De esta tenida surgió el siguiente acuerdo:
1º. Dirigirse al Gobernador pidiéndole que se le había
cedido puesto que el plazo de dos meses había expirado.
2º. Dirigirse al Concejo participándole lo anterior y
excitándole a que nombre el concejal y al facultativo, que
como lo previene el Reglamento, deben intervenir en el
reconocimiento de los mendigos que van a recluirse en el
Instituto
131
.
Para tales nes, la Logia ya había nombrado al Dr. Juan Evangelista
Gando, a Pascual Casaux y al Dr. Antonio José Urquinaona. Felizmente
para la Logia, le es devuelta La Garita, y, en el mes de julio, se realizan las
últimas refacciones al inmueble, preparándose todo para la apertura de la
nueva institución. El 8 de julio, Pedro Bracho, entonces Jefe del Castillo de
San Carlos, ofrece mandar la leña que consumirá la Casa de Benecencia.
129 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 14.
130 Ídem.
131 Ídem.
(1860-1885) É O
74
Por decisión de la Logia fechada en 16 de julio, los indigentes que residirían
en ella fueron examinados entre el 25 y 28 de julio, a las 5.00 pm en el
templo masónico, por una comisión designada por el Concejo el 14 de
julio e integrada por el Dr. José Garbiras y José Natividad Ortega. Como
resultado de ello, fueron seleccionados 10 indigentes (cinco hombres y
cinco mujeres)
132
.
Finalmente, el 5 de agosto de 1860 se inaugura solemnemente la
Casa de Benecencia, en un área de 5.464 m
2
y valorada en 160.000 Bs.,
dotada con una medicatura constituida por los doctores Joaquín Esteva
Parra, Manuel Dagnino y Juan Evangelista Gando, y el practicante Alejandro
Faría
133
. Para dicha inauguración, los miembros de la Logia “Regeneradores
No 15 se reunieron en su templo, partieron a la Casa Municipal y buscaron
a los miembros del Concejo de Maracaibo, se dirigieron a la sede del asilo
e, instalándose allí, acompañados de una notable concurrencia, inició el
acto solemne, consistente en una misa a cargo del Pbro. Cástor Silva y los
discursos de Nicolás Perich, orador scal de la Logia; Manuel Aranguren
(hijo), autoridad civil; y Antonio José Urquinaona, venerable maestro de la
Logia, quien instaló formalmente la nueva institución
134
.
Los fundadores de la Casa de Benecencia fueron: Antonio
José Urquinaona, Guillermo Bauder, Aarón Luria, Nicolás Perich, Ángel
Casanova, Waldemar Worm, Nicolás Vale, Roberto Swi, Antonio Rovero,
Generoso Penso, José Francisco Palenzuela, Luis Celis
135
, Francisco
Vargas, Moisés de Lima, Teodoro Lacombe, Rafael Benítez, Pedro Bracho,
Manuel R. Freites, Amable Socorro, Valentín Finol, Manuel Ignacio Armas
y Diego José Jugo
136
. Todos ellos miembros de la Logia “Regeneradores
N
o
15
137
. En lo sucesivo, Pedro Bracho y Ángel Casanova, quien llegó a ser
Diputado Principal a la Asamblea Federal del Estado por el Departamento
132 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 14-15.
133 Besson, 1993, Historia del Zulia, tomo III, p. 116-117.
134 Besson, 1993, Ob. Cit., p. 402-404.
135 Luis Celis (1798-1881), Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana
(Héroe de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, la Campaña de Coro y la Campaña del
Sur) (Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 582-583).
136 Diego José Jugo (1798-1871), Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana
(Héroe de la Campaña Admirable, la Expedición de Los Cayos y la Campaña de Maracaibo)
(Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 1221-1222).
137 Ídem.
M, P  E       M
75
Maracaibo
138
y su presidente en 1864
139
, tendrán una participación
fundamental en la administración, sostenimiento y funcionamiento de la
institución.
138 El Faro del Zulia. Serie 3. 24-09-1864, No 36.
139 El Faro del Zulia. Serie 3. 20-08-1864. No 31.
(1860-1885) É O
76
Un novísimo concepto de la caridad
C
on la creación de la Casa de Benecencia de Maracaibo emerge un
novedoso concepto de la caridad, la cual dejaba de ser una práctica
cristiana efectuada en función de la “misericordia personal,
incubadora y protectora a granel de mendigos callejeros, auténticos o
simulados” para tornarse en un ejercicio de responsabilidad social que,
más allá de proporcionar alimentación, vestimenta y alojamiento, “entraba
a revitalizar en el mendigo el perdido sentido del hogar, de la moral, de
la religión, de la convivencia humana
140
. Fue Urquinaona el adalid o
abanderado de esta obra, razón por la cual mereció el apelativo de “Apóstol
de la Caridad del Zulia.
Al parecer, la caridad ejercida en la Casa de Benecencia tenía
un matiz diferente al de la práctica de los asilos para pobres propios de los
siglos anteriores. Se trataba de una caridad no ejercida con el propósito
de asegurar la salvación espiritual y la redención, según los postulados del
cristianismo. Esta clase de caridad se ejercía con un objetivo regenerador,
con el propósito de tornar al mendigo o pordiosero en ciudadano útil a
la sociedad. Tal propósito guarda estrecha relación con los principios y
enseñanzas losócas de la masonería, y se puede denotar en la siguiente
aseveración: “(…) La Benevolencia, dada por la Caridad Celeste, es un
honor para la nación donde brota, se alimenta y se fomenta. Feliz es el
hombre que ha sembrado en su corazón las semillas de la benevolencia
(…)”
141
.
De acuerdo con los principios masónicos, existe una estrecha
relación entre caridad, benecencia, benevolencia y asistencia, las cuales
han de ser valores intrínsecos del hombre como ser individual y colectivo.
Constituye, no sólo un acto de amor por la humanidad, sino que va más
allá del altruismo para convertirse en un deber que asume todo aquel que
integra la orden masónica. De allí que la masonería asume la caridad como
parte de su sistema de valores y, al respecto, se ofrece la siguiente explicación
del principio de asistencia dada por los masones:
140 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 31.
141 Subero, 2000, La Masonería en Venezuela, tomo II, p. 165.
M, P  E       M
77
Ayudar al desfallecido es un deber que le incumbe a todos
los hombres, especialmente a los masones, quienes están
unidos en una sola cadena indisoluble del afecto sincero.
De allí que mitigar al desdichado, condolerse en sus
desgracias, compadecerse de sus miserias y devolver la paz
a sus aigidos ánimos, constituye el gran propósito que
tenemos en mira
142
.
Aun cuando el altruismo y el deber se conjugan dentro de la
concepción teórica y práctica de la caridad masónica, esta no constituye la
solución denitiva a la mendicidad, por cuanto dicha problemática social
deriva de una instrucción y formación deciente que inutiliza al individuo
y lo impulsa al camino de la indigencia como recurso para resolver sus
carencias. Tal planteamiento se encuentra plasmado en lo reseñado por
Lavagnini:
(…) la raíz y causa primera de todos los males debe
buscarse en el error o en la ignorancia. Y hasta que no
se remedien este error y esta ignorancia, toda forma de
caridad no será más que un paliativo, pues no elimina la
raíz del mal, sino que muchas veces la hace, con la propia
conciencia del mal que estimula, aún más fuerte y vital
143
.
En el mismo orden de ideas, la masonería insiste en el ejercicio de la
caridad como estrategia para el rescate del menesteroso, del indigente. Pero
tal estrategia incluye la formación andragógica del individuo para evitar un
retorno a la mendicidad, por lo que no basta sólo con el socorro pecuniario
o material que se haga al infortunado, sino también con la erradicación de
las causas que lo enrumbaron a tal destino:
(…) Pues aunque los Masones, particularmente, y la
Sociedad en general, tengan el deber de cooperar para
la ayuda y el sostén de los que se hallen desprovistos
de lo necesario, el cumplimiento más efectivo de este
deber no consiste en obras piadosas que, al ofrecer un
remedio, sirven muchas veces para extender el mal que
142 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 173.
143 Lavagnini, 2006, Manual del Aprendiz, p. 164-165.
(1860-1885) É O
78
precisamente desean combatir; sino en encauzar hacia una
actividad constructiva a los individuos que necesiten una
ayuda y a las mismas Instituciones de Benecencia, cuya
principal nalidad debería ser la de educar para el trabajo
y procurarlo
144
.
Por lo tanto, se entiende que la caridad es un tratamiento inicial
de ataque para solventar la mendicidad y debe ejecutarse como tal, pero
de la mano con un proceso educativo que convierta al pordiosero en un
ciudadano proactivo que pueda aportar lo mejor de sí a la sociedad en
donde cohabita. Así lo entiende la masonería, y este propósito regenerador
se materializa con la creación de la Casa de Benecencia de Maracaibo por
parte de los masones maracaiberos, en concordancia con el carácter social
que se halla explícito en los propósitos y objetivos de la francmasonería
universal.
144 Lavagnini, 2008, Manual del Compañero, p. 183.
M, P  E       M
79
La animadversión hacia la masonería en
Maracaibo
A
pesar de la consumación de esta obra, no dejaron de existir los
detractores, esencialmente provenientes de la facción católica
maracaibera. Una evidencia de ello la constituye lo mencionado
por Dagnino:
Con motivo de la Casa de Benecencia que había
establecido para bien de los valetudinarios la logia de
Maracaibo, sostenida y fomentada por el comercio de
entonces y dirigida con el mayor acierto y esmero por el
nunca bien sentido doctor Antonio José Urquinaona, se
creía por muchos nacionales y extranjeros que el pueblo
de Maracaibo no era capaz, en lo que tenía de católico y lo
que le faltaba de masón, de crear y sostener institutos que
representasen ideas progresistas (…)
145
.
Esto alude al incipiente proyecto de creación del Hospital Chiquinquirá
abanderado por el propio Dagnino, gura elemental del sector católico
conservador. Dicha animadversión proseguirá y al respecto, dicho autor
comenta:
La sociedad que dirigía la Casa de Benecencia sabemos
qué especie de adversarios eran, cuando uno y otros
no hacíamos sino llegar a un mismo n: la mejora del
pobre. Ellos en nombre de la logia; nosotros en nombre
del Cristianismo y de la Iglesia, la primera que instituyó
en el mundo los asilos de caridad (…) Pero, ¿en qué
consistía la oposición de aquellos señores? En la fuerza
de inercia, en la indiferencia, en la frialdad; mientras
que nosotros buscábamos fuego, cooperación, aliento.
El comercio, en general, pertenecía a ese círculo, y no
pocos se mancomunaron para hacernos la oposición. Y
145 Dagnino, 1967, Obras Completas. Estudios Históricos y Biográcos, tomo II, p.
343.
(1860-1885) É O
80
sin duda que debieron de creernos muy comprometidos,
pues la costumbre era entonces que el comercio daba la
existencia a los proyectos en esa época, y a la obra que a
la que el comercio no prestaba su favor se consideraba
irrealizable
146
.
Las armaciones de Dagnino reejan claramente el clima de
hostilidad existente entre los masones y católicos de Maracaibo, ya descrito
con anterioridad. Dicha confrontación no era propiamente un hecho
exclusivo de la región, pues en la nación ya existía un conicto entre la
Iglesia Católica y el Estado venezolano cuyas raíces se remontan a 1830 con
el advenimiento de las leyes de Patronato Eclesiástico, libertad de cultos
y supresión de diezmos, todas ellas promulgadas por el primer gobierno
paecista y a las cuales se oponía el clero venezolano. Se libraba una lucha
de poder donde la Iglesia Nacional buscaba conservar su independencia y
privilegios en la Venezuela republicana, en tanto que el Estado venezolano
tenía por objetivo tornar a esta dependiente del mismo y formalizar la
constitución de una república laica
147
.
Dicho conicto por el control de la iglesia sobre el estado se
hallaba también salpicado por la inuencia masónica en el ámbito político
y, concretamente, en el Poder Público Nacional. Entre 1830 y 1899
gobernaron 14 presidentes constitucionales
148
, de los cuales 13 fueron
masones de altos grados que, incluso, llegaron a encabezar los altos cuerpos
masónicos de Venezuela
149,
150
. Si se toma en cuenta que la idea de un
Estado laico es de profunda inspiración enciclopedista, no debe causar
extrañeza que los gobiernos decimonónicos de Venezuela, amén de las
diferencias ideológicas entre conservadores y liberales, llevasen la consigna
de la separación entre iglesia y estado donde el poder eclesiástico quedase
supeditado al poder estatal. Ese conicto alcanzaría su cenit durante el
período guzmancista (1870-1888).
Naturalmente había un conicto entre Iglesia y Estado en el país, el
146 Dagnino, 1967, Ob. Cit., tomo II, p. 349-350.
147 Donís Ríos, 2007, El báculo pastoral y la espada. Relaciones entre la Iglesia
Católica y el Estado en Venezuela (1830-1964), p. 33.
148 Morón, 1998, Los Presidentes de Venezuela, p. 22-23.
149 Castellón y Castillo, 1974, Quién es quién en la Masonería Venezolana, p. 118,
120-122.
150 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo I, p. 500.
M, P  E       M
81
Zulia no escapaba de ese conicto y, menos aún, Maracaibo. Quizá la única
diferencia que ofrecía el enfrentamiento en esta región con respecto al resto
de la nación, era que en la ciudad prevalecía el motivo ideológico como
factor desencadenante de dicho conicto. Ya se mencionó en anteriores
párrafos que la juventud fue atraída por las ideas ilustradas y enciclopedistas
y, alentada por el sector masónico, comenzó a propugnar cambios en los
paradigmas conductores de la sociedad en aquel momento.
Evidentemente, tal cuestionamiento a las ideas dogmáticas generó
estupor en el sector católico abanderado por clérigos y civiles, entre ellos
el propio Manuel Dagnino, aunque no se debe olvidar que hubo prelados
masones, tanto en el Zulia como en el resto de Venezuela
151,
152,
153
.
No está claro quién o quiénes promovían dicha hostilidad en la
Maracaibo de entonces, pero evidentemente los ataques no han debido
provenir del ala masónica, promotora permanente de la tolerancia, la
convivencia y la fraternidad según los postulados de la masonería, sino del ala
católica, temerosa de perder su inuencia en el poder político y económico
regional ante el advenimiento de las ideas positivistas, antidogmáticas
y modernistas, acogidas por la joven generación y que tenían asiento en
las instituciones educativas existentes, vale decir el Colegio Nacional de
Maracaibo.
Incluso, el propio Dagnino en sus escritos parece minimizar el
papel de Urquinaona como artíce de la Casa de Benecencia al armar
que fue su actividad en el Colegio Nacional de Maracaibo la más preclara
y relevante de sus obras
154
. ¿Acaso celos profesionales, académicos o, más
bien, políticos e ideológicos? No debe obviarse la elevada posición política
que alcanzó Urquinaona cuando Jorge Sutherland se hizo con el poder en
las postrimerías de la Guerra Federal y el inicio de la Federación, al punto
de ser designado como Ministro de Fomento, cargo relacionado con el
Fomento y la Educación Pública, el 29 de agosto de 1864, y al respecto
reseñó la prensa:
El Dr. Urquinaona, persona de estimación entre
sus compatriotas, individuo del foro venezolano y
151 Castellón y Castillo, 1974, Ob. Cit., p. 110-112.
152 Barboza de la Torre, 1988, General Rafael Urdaneta francmasón, p. 12.
153 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 542-543.
154 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 33, 35.
(1860-1885) É O
82
patrocinador de establecimientos piadosos, como la Casa
de Benecencia y del Club “Union Maracaibera, punto
de recreación honesta para la culta sociedad de la Capital,
ha sido escojido [sic] sábiamente para el despacho de
Fomento. ¿Quién con más títulos para esta elevada funcion
que Urquinaona, inspirador de toda idea lantrópica,
abogado de la humanidad doliente, sujeto ilustrado y
amigo del progreso, para quien es un placer el trabajo y la
virtud un deber? Nosotros nos atrevemos a pronosticar
que muy en breve el Estado comenzará á saborear los
frutos de tan acertada como aplaudida elección
155
.
Desde aquellas tribunas, política y masónica, Urquinaona
auspiciará obras civiles y educativas tales como la creación de una Sociedad
Agrícola
156
, el nombramiento de empleados para el Colegio Nacional de
Maracaibo y la colocación de una alameda en la plaza mayor de la ciudad,
por lo cual la Logia “Regeneradores” N
o
15, “incansable en el laudable
empeño de procurar ventajas al territorio conado á su benecencia” recibió
considerables elogios
157
. No en vano la obra política y social favorece
a Urquinaona para su elección como Diputado Principal al Congreso
Nacional en 1864
158
.
Tal pareciera que la creación de Casa de Benecencia de Maracaibo
y su consiguiente labor conrieron tal prestigio y preponderancia a la
elite intelectual y masónica marabina y, por supuesto, a Urquinaona
como representante de ambas instituciones, hasta convertirse en núcleo
aglutinador de esta bandería y centro de vinculación entre el gobierno y
los masones, permitiéndole a éstos fomentar nuevas obras para el progreso
urbano y regional.
Lo anteriormente aseverado motivará al sector sociopolítico
católico, encabezado por Dagnino, para crear el Hospital Chiquinquirá en
1865, más allá del propósito asistencial o caritativo tan requerido por la
populosa zona en la cual fue erigido, como contraparte o competencia frente
a la creciente inuencia de la francmasonería expresada principalmente en
la Casa de Benecencia como su obra bandera. Paradójicamente, Dagnino
155 El Faro del Zulia. Serie 3. 3-09-1864. No 33.
156 El Faro del Zulia. Serie 3. 10-09-1864. No 34.
157 El Faro del Zulia. Serie 3. 15-10-1864. No 39.
158 El Faro del Zulia. Serie 3. 24-09-1864. No 36.
M, P  E       M
83
había formado parte de la medicatura de la Casa de Benecencia en 1860,
conjuntamente con Joaquín Esteva Parra, Juan Evangelista Gando y
Alejandro Faría
159
.
A la armación anterior se adiciona el hecho de que, si bien el
gobierno presidido por Jorge Sutherland respaldó inicialmente la iniciativa
del Hospital Chiquinquirá, al nal terminó retirándole su apoyo tras la
conspiración magnicida de noviembre de 1864, de la cual se dijo fue
fraguada en las reuniones de la Junta promotora de la construcción de dicho
hospital
160
, sin soslayar su política de apoyo a la labor francmasónica en la
ciudad y la región. El gobierno del Zulia la sostuvo y acentuó, toda vez que
Sutherland era masón activo de la Logia “Regeneradores” N
o
15 y estaba
estrechamente vinculado con Urquinaona.
159 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 117.
160 Urdaneta Quintero, 2008, Ob. Cit., p. 277.
(1860-1885) É O
84
El paradójico respaldo de la Iglesia Católica
S
i bien el sector católico maracaibero manifestó sus reservas para con
la obra emprendida por los masones, las evidencias apuntan a que el
clero no efectuó campaña alguna contra la Casa de Benecencia ni
contra la Logia que la encauzaba. Por el contrario, desde el principio hubo
un apoyo integral para esta iniciativa y el primer indicio lo constituye la
autorización concedida el 26 febrero de 1860 por el Obispo de la Diócesis de
rida, Juan Hilario Bosset, para llevar a cabo las celebraciones eucarísticas
en el oratorio de la futura institución. Esto previa solicitud hecha al obispo
el 20 de febrero de 1860 por la propia Logia
161
.
No bastó el permiso concedido y el obispo Bosset comprometió
su apoyo al proyecto ejecutado por la masonería maracaibera, la cual ya se
había visto favorecida con el respaldo del Gobernador de la Provincia y la
Municipalidad. La prensa destacó la noticia en estos términos:
Este instituto, concebido por una Corporación, cuyos
sentimientos de amor y caridad al prógimo [sic] es su
profesión peculiar, recibirá en estos momentos un auxilio
poderoso para llevarlo a cabo, del Ilustrísimo Sr. Obispo
de esta Diósecis [sic], á quien hemos tenido el placer
de recibir el Jueves 9 de los corrientes, entre 3 y 4 de la
madrugada; y quien, ya por su carácter sacerdotal, ya por
sus conocidos instintos a favor de la humanidad, acogerá
bajo sus tiernos auspicios, y dará apoya con su poderoso
inujo, á una empresa que no reconoce otros principios
que los del amor á la humanidad doliente, ni lleva otro
n que el alivio de la indigencia. Mucho se debe esperar
de los nobles sentimientos y saludables consejos de este
venerable Prelado, siempre que se trate de instituciones
de este género; instituciones que en la tierra eternizan los
nombres de los que establecen y ayudan, y alcanzan de
Dios la Divina recompensa
162
.
161 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 13.
162 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 15-02-1860. No 37.
M, P  E       M
85
El ofrecimiento del obispo Bosset para “ayudar por su parte en
la realización de la empresa, fue reseñado detalladamente en la prensa
de la época, donde se llegó incluso a invitar a los sacerdotes de la diócesis
a colaborar con la obra mediante la dotación de los utensilios religiosos,
vislumbrándose también una posible disputa por el derecho a celebrar las
misas en el oratorio de la Casa de Benecencia
163
.
Justamente, el 5 de agosto de 1860, día de la instalación de la
Casa de Benecencia, se celebró una misa en el mencionado oratorio.
Fue el Pbro. Dr. Cástor Silva quien encabezó el ocio religioso, donde
“pidió al Padre de las misericordias que deparase a estas el asilo que a su
nombre se ofrecía a sus criaturas más desamparadas”
164
. Además, al declarar
Urquinaona instalada la Casa de Benecencia en aquel acto, lo hace bajo
el patronazgo de Nuestra Señora de las Nieves, advocación mariana del
siglo IV y derivada de la leyenda de una pareja de ancianos acaudalados
y sin hijos, que dedicaban su fortuna a la ejecución de notables obras de
caridad. La fecha de instalación de la Casa de Benecencia coincidía con la
solemnidad de esta advocación
165
.
Años después, en 1864, encontramos a Urquinaona dirigiéndose
en ocio con fecha 14 de noviembre al Pbro. Dr. José Antonio Rincón,
entonces Cura Rector de la Parroquia Santa Bárbara, en la cual formaliza
la donación a dicho templo parroquial por parte de la Casa de Benecencia
de una egie de San Juan Evangelista traída de París “como una muestra
de consideración y respeto, de manera que se le rindiera culto en las
procesiones del Lunes Santo
166
.
La respuesta no se hizo esperar y, el 19 de noviembre, el Pbro.
Rincón maniesta mediante ocio la positiva recepción del obsequio
hecho por la Casa de Benecencia. En dicho ocio, el prelado reere su
imposibilidad para explicar:
(…) de cuánta satisfacción, de cuánto gozo se siente
inundado mi corazón á vista de esta generosa donación,
fruto estimable de la piedad cristiana, acreditada mil veces
por la Sociedad de Benecencia, y testicada y embellecida
163 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 22-02-1860. No 39.
164 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 403.
165 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 16.
166 El Faro del Zulia. Serie 4. 19-11-1864. No 44.
(1860-1885) É O
86
por los esfuerzos del distinguido joven maracaibero que la
preside
167
.
Pero añade, además, y en clara alusión a Urquinaona, que:
(…) él ha estatuido con increíble solicitud lantrópica un
plantel también de Benecencia donde todos los corazones
bien formados contemplan con tierno reconocimiento, la
indijencia [sic] y la mendicidad decentemente socorrida
de cuanto es necesario para llevar la vida sin angustia.
Y no contento con proporcionar á sus beneciados la
subsistencia material, trabaja empeñoso y abnegado por
darles también la del espíritu con las viandas saludables
que prodiga el Catolicismo; y así obtiene del Ilmo. Prelado
de la Diócesis el permiso y la autorización para erigir en el
mismo plantel un Oratorio, en el que se ejerza en cuanto es
dable al magestuoso [sic] rito del Culto Católico
168
.
A simple vista parecerá un gesto de cortesía y afecto propio de la
Casa de Benecencia representada por Urquinaona para con un importante
prelado del clero marabino, pero tras la aparente muestra de reverencia hacia
el catolicismo existió una manifestación ideológica claramente masónica,
si se toma en cuenta lo que la gura de San Juan Evangelista representa
en el ideario masónico, pues “(…) tanto el solsticio de verano como el
de invierno o, lo que es igual, las festividades de San Juan Bautista y San
Juan Evangelista, respectivamente, son poco menos que sagradas para los
masones”
169
.
En efecto, las guras de los Santos Juanes (el bautista y el
evangelista) forman parte de una tradición propia de la masonería, la cual
se remonta a los orígenes de esta institución en la Edad Media:
“(…) la Tradición Masónica guarda una relación
muy estrecha con la Tradición Juanítica o mística del
cristianismo (…) Igualmente sabemos que S.. J.. fue
tomado como patrón por las Corporaciones Constructoras
167 Ídem.
168 Ídem.
169 Martín-Albo, 2006, La Masonería. Una hermandad de carácter secreto, p. 416.
M, P  E       M
87
de la Edad Media; y conocemos la costumbre –que se
remonta a una época remotísima– de festejar los dos
solsticios, en cuyas fechas caen respectivamente las estas
cristianas de los S.. J..
170
.
Aún más, a esta tradición masónica se añade la antigua práctica
masónica de la Adopción de Ancianos, la cual se efectuaba en el día del
solsticio de invierno y con el propósito de proteger a los padres y abuelos
de un masón en caso de la ausencia de éste
171
. Además del mero simbolismo
relacionado con el ejercicio de la benecencia y derivado de un antiguo
patronazgo de las corporaciones de constructores antecesoras de la
masonería moderna, también sobresale el componente losóco contenido
en las mismas enseñanzas bíblicas de San Juan, tomadas consecutivamente
como base precursora de la losofía masónica moderna y contemporánea:
La francmasonería moderna no se ha equivocado en el
concepto que forma sobre la misión de Juan Bautista;
ella ha querido proclamar el mismo carácter, cuando
al modicar el nombre de sus formas y al dar nombres
cristianos a las antiguas ceremonias, ligando recuerdos
de una antigüedad misteriosa con la gloricación de las
épocas del mundo regenerado, ha establecido en ambos
hemisferios sus estas solsticiales bajo el patrocinio del
reformado Juan
172
.
Véase también al clérigo involucrado en estas correspondencias
con Urquinaona. El Pbro. Dr. José Antonio Rincón
173
egresó en 1843 del
Colegio Nacional de Maracaibo y regentó en él las cátedras de losofía
tomista y latinidad, llegando a ser su rector en 1853, 1860 y 1866
174
. Allende
su condición de clérigo, Rincón ha debido estar empapado de las ideas
170 Lavagnini, 2006, Manual del Aprendiz, p. 46.
171 Barboza, 2003, Manual del Maestro Masón, p. 242.
172 Kauman y Cherpin, 2012, Historia Filosóca de la Francmasonería, p. 223.
173 José Antonio Rincón (Maracaibo, ¿?/10/1823 – Ídem, 21/11/1866): Sacerdote,
jurista, educador y escritor (poeta y orador). Fue párroco de Santa Bárbara, catedrático de
losofía en el Colegio Seminario de Maracaibo y senador al Congreso Nacional por el estado
Zulia (Hernández y Parra, 1998, Diccionario General del Zulia, tomo II, p. 1861-1862.)
(Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo II, p. 1861-1862).
174 Ídem.
(1860-1885) É O
88
ilustradas y liberales que signaban la enseñanza en el Colegio Nacional
de Maracaibo y esto constituiría un elemento vital para su apertura a los
buenos ocios de Urquinaona y su respaldo a la Casa de Benecencia.
Tampoco extrañe la existencia de un oratorio católico en una
institución fruto de la inspiración masónica, menos aún que la instalación
del mismo haya sido producto de la solicitud hecha al obispo Bosset por el
propio Urquinaona, a nombre de la Logia. La masonería no es opuesta a
ninguna religión, por el contrario, agrupa en su seno a individuos de varias
religiones, sólo combate las ideas fanáticas o supersticiosas que lleguen
a provenir de ellas o de sus adeptos, así como todo intento de soslayar la
libertad de pensamiento, palabra y acción del hombre.
Seguidamente en otro ocio, pero fechado el 30 de noviembre
de 1864, Urquinaona se dirige nuevamente al obispo Juan Hilario Bosset
exijiéndole [sic] el permiso correspondiente” para colocar la imagen de
la Virgen María, en alusión a la advocación bajo la cual se creó la Casa de
Benecencia, y una cruz blanca en los féretros que salgan de la misma.
Exigencia ésta basada en la armación de que “un distintivo relijioso [sic]
en los entierros que salgan de la Casa de Benecencia contribuiría con
bastante ecacia a darle mayor solemnidad á las defunciones”
175
.
El obispo respondió positivamente y, no conforme con eso,
autorizó mediante ocio fechado en 10 de diciembre de 1864, que los
féretros que salieran de la Casa de Benecencia fuesen llevados a la Iglesia
Matriz de Maracaibo para recibir misa de corpore insepulto antes del sepelio
respectivo, sin cobro de derecho alguno por parte de la parroquia
176
.
Nuevamente aparece el nombre del obispo Dr. Juan Hilario
Bosset
177
en respaldo a otra iniciativa de la Casa de Benecencia relativa
al campo religioso. Pero más allá de la carencia de impedimentos por
parte de la masonería para dirigirse a un alto prelado católico en pos de
175 El Faro del Zulia. Serie 4. 17-12-1864. No 48.
176 Ídem.
177 Juan Hilario Bosset (La Guaira, 14/1/1799 – Las Porqueras, 26/5/1873):
prelado, teólogo, docente universitario y político. Se desempeñó en Caracas como capellán
de la Santísima Trinidad, cura interino de La Candelaria (1826), coadjutor de la Catedral y
párroco de Altagracia, además de examinador sinodal de las diócesis de Caracas y Mérida.
Fue también catedrático de historia sagrada, losofía y teología (UCV, 1832), rector de la
UCV (1835-1838), obispo de Mérida (1841-1873), senador al Congreso Nacional por el
estado Mérida (1850-1854) (Fundación Empresas Polar, 2010, Diccionario de Historia de
Venezuela, p. 507).
M, P  E       M
89
su práctica librepensadora, tolerante y no contraria a las religiones, está
la característica de dicho prelado. Bosset es descrito como un “hombre
virtuoso, progresista y de carácter rme, pero afable, que gustaba de formar
tertulias semanales con “las más linajudas personas de Mérida
178
. Aunque
breves, son importantes estos indicios que parecen retratar a un hombre
sintonizado con la Ilustración pese al dogmatismo católico y, siendo un
ilustrado, no tendría por qué hallarse opuesto a la labor masónica para con
los indigentes de Maracaibo, allende las discrepancias ideológicas con una
sociedad secreta librepensadora, laica y antidogmática como la masonería.
El apoyo de la iglesia católica a la Casa de Benecencia nunca cesó,
según lo sugieren las evidencias históricas halladas en las fuentes de archivo
y bibliográcas. Así tenemos que el segundo presidente de la Sociedad
de Benecencia, administradora del asilo de pobres a partir de 1865 fue
el Pbro. Dr. Cástor Silva, quien ejerció dicho cargo en 1866, ante lo cual
asevera Guerrero:
Y cabe aquí observar cómo la obra de los Masones de
Maracaibo pasa fácilmente a manos de un sacerdote de
la Iglesia Católica, salvando sin esfuerzo los prejuicios
seculares de la época y las profundas reservas confesionales
de ambas instituciones. Pero así son las cosas de Dios y de
la caridad bien entendida
179
.
Ante lo citado anteriormente, puede mejor decirse que así son
las cosas de la masonería, sin olvidar el principio de la tolerancia política
y religiosa practicado por ella, explicado en anteriores párrafos, y la
cláusula según la cual la Sociedad de Benecencia estaba integrada por seis
masones y otros seis ciudadanos nombrados por estos, como se estudiará
más adelante. Aún con el transcurrir de las décadas, con sus convulsiones
políticas respectivas, el clero no cesó de ejecutar con su actividad en favor
de los amparados por aquella institución. Véase, por ejemplo, la explicación
referente a la situación de la Casa de Benecencia para 1875 a tal respecto:
(…) para el régimen espiritual, tiene la Casa de
Benecencia una Capilla, formando parte del edicio,
178 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 274.
179 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 38.
(1860-1885) É O
90
servida por un Capellán, que lo es actualmente el Señor
Pbro. Dr. Francisco José Delgado; en ella se celebra
diariamente el Santo Sacricio de la misa, y cada año
el aniversario de la fundación de la Casa; se ejerce el
ministerio de la predicación con mucha frecuencia y se
administran todos los Sacramentos á los enfermos
180
.
Si las prácticas religiosas se efectuaban en la Casa de Benecencia
desde su creación e instalación, con mayor sentido se hacían para el año
en cuestión ya que la institución funcionaba desde 1866 en el Hospital de
Caridad de Santa Ana, el cual pasó a depender de ella. No se olvide que,
anexo al mencionado establecimiento, se halla la Ermita de Santa Ana.
Como última referencia al papel del clero católico en la Casa de
Benecencia durante el período objeto de esta investigación, se menciona
el ocio mediante el cual Ángel Casanova, Presidente de la Sociedad de
Benecencia en 1877, comunica al Ministro Encargado del Ejecutivo del
Estado que, en la sesión extraordinaria del 23 de julio, dicha Sociedad
aceptó la renuncia del Pbro. Dr. Francisco José Delgado a la Capellanía de la
Casa y Hospital de Benecencia, y nombra como su sucesor al Pbro. Eliseo
Portillo, quien ya había ejercido de manera interina dichas funciones
181
.
Delgado se desempeñó en la capellanía desde 1869, y sobresalió en aquel
tiempo y los posteriores por su actuación como sacerdote, parlamentario,
educador y escritor.
Al año siguiente, en abril de 1878, Zeferino Fossi, quien había
sucedido a Casanova en la presidencia de la Sociedad de Benecencia
remitió al Presidente del Estado una petición hecha al Vicario del Estado,
referida al nombramiento del Pbro. Eliseo Portillo como Capellán de la
Casa de Benecencia
182
. El general Carlos T. Irwin, Presidente Provisional
del estado Zulia, dirige una resolución al vicario del Estado haciéndole
llegar la solicitud de la Sociedad de Benecencia de Maracaibo para el
nombramiento del Pbro. Eliseo Portillo, “sacerdote de probidad y relevantes
180 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 516.
181 AHZ, año 1877, tomo 4, legajo 27. Sociedad de Benecencia. Presidencia de
la Sociedad / Comunicación del Presidente de la Sociedad de Benecencia al Ministro
Encargado del Ejecutivo del Estado. Maracaibo, 24 de julio de 1877.
182 AHZ, año 1878, tomo 15, legajo 37. Sociedad de Benecencia. Presidencia de la
Sociedad / Comunicación del Presidente de la Sociedad de Benecencia al Presidente del
Estado Zulia. Maracaibo, 1 de abril de 1878.
M, P  E       M
91
méritos”, como Capellán de la Casa de Benecencia “con autorización para
funcionar en el Templo de Santa Ana. Así mismo, “se permite recomendar
esta presentación en nombre de la moral y del Catolicismo, ya que tan
justa es la solicitud de la Casa de Benef
a
y tan altas virtudes adornan al Pro.
Portillo (…)”
183
.
Finalmente, el vicario del Estado, Joaquín Piña, acusa a través de
un nuevo ocio al Ministro Encargado del Poder Ejecutivo del Estado su
nota del 2 de abril y envía al mismo el “nombramiento accidental” como
Capellán de la Casa de Benecencia “(…) recaído en el Señor Pbro. Eliseo
Portillo, que ha sido el candidato presentado por la Sociedad directora
de aquel Instituto, y el mismo por quien se ha interesado también el P.
Ejecutivo, para el ejercicio de aquel empleo
184
.
De los párrafos previos han de destacarse dos guras. La primera
es el Pbro. Br. Joaquín Piña, célebre cura párroco de Santa Bárbara (1866-
1888)
185
. En esta oportunidad se le encuentra desempeñando la Vicaría del
estado Zulia, pero no debe omitirse su colaboración con Manuel Dagnino
para la fundación del Hospital Chiquinquirá (1865), lo cual permite
inferir una posible sintonía y cooperación con la maniesta oposición de
Dagnino a la masonería maracaibera, allende ser egresado del ilustrado y
enciclopedista Colegio Nacional de Maracaibo.
La segunda es el general Carlos T. Irwin
186
quien, lejos de ser una
gura casual, fue también egresado del Colegio Nacional de Maracaibo
183 AHZ, año 1878, tomo 15, legajo 37. Poder Ejecutivo del Estado / Comunicación
del Ejecutivo del Estado dirigida al Vicario del Estado. Maracaibo, 2 de abril de 1878.
184 AHZ, año 1878, tomo 15, legajo 37. Vicaría Foránea del Estado Zulia /
Comunicación del Vicario del Estado al Ministro Encargado del Poder Ejecutivo del Estado.
Maracaibo, 5 de abril de 1878.
185 Joaquín Piña (Maracaibo, 2/11/1835 – Ídem, 26/5/1888): Sacerdote, educador
y político. Sucesor del Pbro. José Antonio Rincón en el Curato de Santa Bárbara (1866),
restableció la cofradía del Sagrado Corazón de Jesús, el culto a María y los ejercicios
piadosos, fue director fundador de la escuela Corazón de Jesús, docente del colegio de niñas
Inmaculada Concepción y San Luis Gonzaga, capellán del Hospital Militar y legislador en
el Congreso Nacional. Asimismo, fue el artíce de la reconstrucción de la iglesia de Santa
Bárbara y la Inmaculada Concepción (Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo II, p. 1732).
186 Carlos T. Irwin (Maracaibo, h. 1823 – Caracas, 14/1/1884): Militar (héroe
de la Guerra Federal), marino, político y escritor (cuentista y orador). Se desempeñó
como presidente del estado Zulia, ministro de Guerra y Marina, vicealmirante, secretario
de guerra (1870) y ministro de Guerra y Marina (1883). Fue hijo del ilustre prócer de la
independencia, médico, militar y político John Irwin (Irlanda, siglo XVIII – Maracaibo,
6/8/1842) (Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 1185).
(1860-1885) É O
92
como guardamarina (1846), correspondiéndole ocupar la Presidencia
Provisional del estado Zulia a inicios de 1878 tras su nombramiento como
tal por el general León Colina, a la sazón Delegado Nacional en Maracaibo y,
además, masón del Grado 18º. Irwin, quien era masón del Grado 33º, llevó
a cabo “un buen gobierno” en razón de las diversas obras ejecutadas, siendo
una de ellas la protección de los institutos de caridad, “dando especialmente
a la Casa de Benecencia el producto de las Salinas”
187
.
187 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 329-330.
M, P  E       M
93
Juan Hilario Bosset
(1860-1885) É O
94
José Antonio Rincón
M, P  E       M
95
Cästor Silva
(1860-1885) É O
96
Carlos Irwin
M, P  E       M
97
Francisco José Delgado
(1860-1885) É O
98
Joaquín Piña
M, P  E       M
99
CAPÍTULO IV
LA CASA DE BENEFICENCIA: ESTÍMULO PA
LA ACCIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA
Primeras iniciativas económicas e impacto
social
E
n sus primeros años, la Casa de Benecencia no tuvo una fuente
formal y permanente de ingresos que le permitieran regularmente
sostener su funcionamiento, de manera que sus primeras rentas
provinieron, fundamentalmente, de los aportes del gremio comercial y las
donaciones particulares de lántropos.
Al mismo tiempo, la iniciativa masónica de fundar una institución
de esta clase generó un impacto social que, a pesar del recelo de las
banderías católicas maracaiberas, conllevó a la suma de voluntades para
su conformación y subsiguiente sostenimiento. Al respecto no cesaron los
llamados a la cooperación, como éste:
(…) Para continuar en la empresa se necesita de la
cooperación de todos los habitantes de esta provincia
así nacionales como extranjeros: y por sus precedentes é
inclinaciones no podemos dudar que se prestarán gustosos
á la realización de una obra en que queda representada la
caridad que recomienda el Evangelio, y que será la primera
que se vea establecida en la República. Con entusiasmo
pues invitamos y convidamos á contribuir para estimular,
a n de que se lleva a cabo el pensamiento: de los socorros
de todos necesitamos y se reciben de todo género (…)
188
Simultáneamente, la Logia comenzó a prestar un servicio de
asistencia funeraria con el alquiler de una “mesa con paños funerarios”.
Dicha mesa era alquilada por un valor de 2 pesos, ganancia que se destinaba
188 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 11-02-1860. No 36.
(1860-1885) É O
100
a benecio de la Casa de Benecencia, al tiempo que la misma Logia
empleaba otra mesa para las familias desposeídas, las cuales no tenían que
devengar costo alguno por ella
189
. Esto fue en febrero de 1860.
Durante el mismo mes, 50 personas y rmas comerciales se
suscribieron con el propósito de aportar mensualmente recursos monetarios
para la futura Casa de Benecencia. A continuación se mencionarán: F.S.
Casanova, Casaux y Duplat, A. Lincke, Manuel Gando, Roberto Hamilton,
Graf Schon & Cía., Swi Penny & Cía., C. G. Furhop, Piombino hermanos,
Cook, Fonseca & Cía., Francisco Vargas, Juan Santana, Osorio y Fuenmayor,
Arangúren y Perich, Duplat y Piombino, Francisco Arocha, J. V. Urdaneta,
Montovio y Minlos, Luis Araujo, P. A. D’Empaire, Roncajolo Perdomo y
Cía., Ochoa y hermano, Francisco Fossi, M. Aranguren, Schmilinsky &
Cía., G. Bauder & Cía., Blohm Mecklemburg & Cía., F. Harris, padre, F.
C. Juing, A. Muñoz Pérez, Ramón Ball, I. Padrón y Parra, J. M. Catalán
& Cía., Abraham de Castro, Manuel J. Pardo, Filstdt y Arocha, J. A. García,
José M. Casanova, Leal y Villalobos, Gabriel Troconis, Harris y Urdaneta,
Juan M. Celis, J. N. Boscán, Capitán Foster, Bernardo Tinedo, Salomé
Urdaneta, Domingo Paz Urdaneta, Luis Montiel Baralt, S. Nathan y Curiel.
Obsérvense los apellidos para constatar que las citadas personas y
rmas comerciales pertenecen a lo más selecto de la élite maracaibera, allí
salen a relucir los apellidos de varios miembros de la Logia “Regeneradores”
N
o
15 para el momento, algunos de ellos propietarios de varias casas
comerciales. No sin razón armará Dagnino que el sector comercial estuvo
mayoritariamente vinculado al círculo masónico y fue ganado rápidamente
para la idea planteada por los masones maracaiberos. En aquel momento se
registró un primer recaudo de 155,77 pesos, derivado de la suma de tales
contribuciones
190
.
Seguidamente, se registró la participación de 78 mujeres
pertenecientes a la sociedad maracaibera, quienes cooperaron a favor de la
Casa de Benecencia con “una cama con su lienzo y colcha, una almohada,
una sábana y un petate
191
. Ellas fueron:
Señoras.– Pilar Gobes de Montiel.– Glenticia López
de Montiel.– Encarnación López de Montiel.– Juana
189 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 22-02-1860. No 39.
190 Ídem.
191 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 25-02-1860. No 40.
M, P  E       M
101
Josefa Urquinaona.– María Concepción Urquinaona de
Valbuena.– María Dolores Urquinaona de Montiel.– Petra
Fernández de Gutiérrez.– Merced Jugo de Fernández.–
Merced Ruz de Valbuena.– Emigdia Serrano de Yépes.–
María Concepción Valbuena de Armas.– Ana Seriol de
Valbuena.– Diocleciana Reyes de Fuenmayor.– Agustina
Gando.– Casimira Flores de Santana.– Dolores Arisa.–
María Antonia Casanova de Casaux.– Gumercinda
Padrón de Bauder.– Manuela Bravo de Casanova.– María
Chiquinquirá Suárez de Sánchez.– Josefa Sánchez de
Vale.– Emma Techt de Worm.– Rebeca Piza de Luria.–
Teresa Agostini de Duplat.– Isabel Lebo de Aranguren.–
Carmen Aranguren de Graux.– Josefa Herrera de
Montovio.– Josefa Montejo de Handtor.– Antonia
Sánchez de Furhop.– Matilde Esteva de Perdomo.–
Dolores Weir de Fossi.– Teresa Santacilia de Penny.– Zoila
Clis de Ball.– Merced Celis de Hamilton.– Francisca
Mendoza.– Ana Sordo de Rodríguez.– Merced Ochoa
de Perich.– Ana Joly de Baralt.– Carolina Briasco de
Perich.– Otilia Urdaneta de Araujo.– María Concepción
Marín de Catalán.– María Jesús Jaime de Ferrebus.–
Petra Bracho de Pérez.– Magdalena Molinos de
Muñoz.– Chiquinquirá Vera.– María Josefa Velázquez de
Tinedo.– María Concepción Mármol de Sánchez.– Juana
Gutiérrez.– María Josefa Camarillo de Áñez.– Dolores
Pérez de Hernández.– Isabel Angulo de Peris.– Salvadora
Arocha de Wilson.– Francisca Parra de Esteva.– Carmela
López de Bustamante.– Inés María Jones de Guruceaga.–
Rosario Sánchez de Ávila.– María de Jesús Sánchez de
Vargas.– Jeorgina Kierulf de Schon.– Antonia Celis de
Fonseca.– María Trinidad Áñez.– María del Carmen
Ochoa de Vale.– Nieves Gutiérrez de Rincón.– María
Antonia Durana de Albornos.– Josefa Esteva de Pons.–
Francisca María Sandoval de López.– María López de
Machado.– Concepción Urdaneta de Bustamante.– Juana
Baralt.– Silveira Leiva.– Carmela Belloso de Campos.–
Digna Rosa Palmar de Araujo.– Ana B. de Pardo.– Paula
Ruz de Penso.– Concepción Araujo de Elingius.– Inés
(1860-1885) É O
102
Ramírez.– María Josefa Belloso.– Manuela Otero de
Carruyo.– Señorita Carlota Delvalle
192
.
Algunas de estas mujeres participarán más adelante en la creación
de la congregación de Hermanas de la Caridad de la Casa de Benecencia,
años después, en 1874. Pero en la lista se denotará que muchas de las damas
mencionadas son esposas o parientes de los masones de la Logia, así como
de los propietarios de las rmas comerciales.
Incluso, sobresalen los nombres de Emigdia Serrano de Yépes,
esposa del contralmirante y general de brigada José Ramón Yépes;
Francisca Parra de Esteva, madre del Dr. Joaquín Esteva Parra
193
; Casimira
Flores de Santana (h. 1807-1877), docente, poetisa y esposa del general
de división Juan Nepomuceno Santana
194
, quien aparece también entre los
primeros 50 colaboradores de la Casa de Benecencia; Teresa Santacilia de
Penny, suegra de Manuel Dagnino; Josefa Esteva de Pons, madre de Ramón
Pons Esteva
195
; Concepción Urdaneta de Bustamante, prima hermana del
general Rafael Urdaneta, esposa del coronel Antonio Bustamante y madre
del Dr. Francisco Eugenio Bustamante
196
; y Concepción Araujo de Elingius,
192 Ídem.
193 Joaquín Esteva Parra (Santiago de Cuba, 3/4/1830 – Maracaibo, 28/4/1905):
dico y docente. Fue el fundador de la otorrinolaringología y la medicina experimental
en Venezuela, así como el fundador de los estudios de medicina en el Zulia (1854), por lo
cual es denominado el padre de la medicina zuliana, además de “El Vargas Zuliano” y “El
Trousseau Venezolano” (Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 860).
194 Juan Nepomuceno Santana (Caracas, ¿?/¿?/1804 – Maracaibo, 5/7/1882):
Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana (Héroe de la Campaña de Apure, la
Campaña de Nueva Granada y la Campaña del Sur), servidor público, diplomático y
comerciante (Boletín de la Academia de Historia del Estado Zulia, octubre de 2007, No 43).
195 Ramón Pons Esteva (siglo XIX): Miembro de la Junta de Fomento del Hospital
Chiquinquirá (1864) y, posteriormente, tesorero y presidente (1881) de la Junta Directiva
del Hospital Chiquinquirá. Fue padre del médico, político y escritor (autor cientíco)
Jaime Pons (Maracaibo, 28/10/1877 – Ídem, 10/10/1958), abuelo del médico, docente
universitario y escritor (biógrafo e historiógrafo) Adolfo Pons (Maracaibo, 19/5/1914 –
Ídem, 13/9/1982) y bisabuelo del médico, comerciante, deportista, historiador y escritor
Orlando Arrieta (Maracaibo, 2/10/1935 – Ídem, 5/2/2013) (Arrieta, 2001, Discursos de
incorporación – 1976-1987 (I), p. 164-165).
196 Francisco Eugenio Bustamante (Coro, 6/9/1839 – Maracaibo, 30/12/1921):
dico, docente universitario, político, escritor (orador, ensayista y autor cientíco) y
diplomático. Fue el fundador de la cirugía abdominal en Venezuela (1874), introductor del
positivismo y el cientismo en el estado Zulia y primer reformador de la Universidad del
Zulia (Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 482-483).
M, P  E       M
103
esposa de un ciudadano de nombre Dionisio H. Elingius, del cual se hará
referencia enseguida.
El citado Sr. Elingius donó por voluntad testamentaria la cantidad
de 1.000 pesos “a los pobres de la Ciudad de Maracaibo, y ante ello, su
albacea, Roberto Wilson, obtiene autorización del Juzgado de Primera
Instancia del Segundo Circuito para entregar la mencionada cantidad de
dinero a la Casa de Benecencia de Maracaibo
197
. Dicha donación, aunque
materializada en 1862 según la evidencia documental, data de 1860
pues la prensa de febrero de aquel año dedica un artículo entero a este
acontecimiento, y señala:
Como quiera que los Señores encargados de cumplir la
voluntad del Señor Elingius, aún no han llenado su encargo,
pudieran aprovechar hoy la favorable oportunidad que les
ofrece el hermoso pensamiento de establecer el medio de
aliviar la suerte de los pobres desvalidos, contribuyendo
con aquella cantidad á la realización del proyecto
indicado. Este procedimiento perpetuaría la memoria del
Señor Elingius, y haría mucho mas ecaz el socorro a los
necesitados (…)
198
.
Aquella suma era donada “para socorrer á los pobres de esta
ciudad” sin particularizar el destino de la misma. Así, pues, desde la
prensa se sugiere invertir aquellos 1.000 pesos en el proyecto de la Casa
de Benecencia de Maracaibo por ser ésta quien auxiliará a los pobres y
mendigos de la ciudad, se cumplía de tal manera con los deseos póstumos
de un ciudadano maracaibero y, a la vez, se aseguraban unos recursos, nada
desdeñables, para una causa que ya ganaba adeptos en el concierto social del
momento, ya que “Recluidos los pobres de esta ciudad, serán alimentados
y cuidados convenientemente, mediante los caritativos auxilios; de manera
que, al enterar el legado con este n, quedaría justamente cumplida la
voluntad del nado de un modo inmejorable (…)
199
.
A la par, el gobernador de la provincia, José Aniceto Serrano,
suministraba a la institucióncon cargo al Tesoro público”los medicamentos
197 AHZ, año 1862, tomo 1, legajo 26. Juzgado de 1ª instancia del 2º circuito /
Donación a la Casa de Benecencia. Maracaibo, 28 de enero de 1862.
198 Correo de Occidente. 5º mes. Año 1º. 18-02-1860. No 38.
199 Ídem.
(1860-1885) É O
104
empleados para el tratamiento de los mendigos enfermos. Esto ocurrió así,
si se considera que el Proyecto de Ley de Presupuesto elaborado para el
período 1861-1862 le asignaba 100 pesos “para pagar las estancias médicas
que ocasione la casa de Benecencia de esta ciudad”
200
. Esto es también
mencionado por Casanova quien, además, asevera:
La renta del Instituto hasta el año de 1864, era
absolutamente precaria y eventual, constituida por las
dádivas y limosnas en todo linaje de formas y el producto
de no escasa importancia de una Lotería de la que hubo de
servirse hasta el año de 1863
201
.
En efecto, la citada Lotería aportaba el 70% de su producto, al igual
que las Salinas del Estado, las cuales contribuían con el 5% de sus ingresos,
y la Legislatura con su partida de 100 pesos asignada por presupuesto.
A propósito de las salinas, cabe destacar que en 1864 la Asamblea
Federal decretóuna Ley de Salinas, en cuyo primer artículo prohibió la
importación de sal del interior del país o del extranjero al Zulia
202
. Además
del propósito de salvaguardar el comercio de la sal en el Zulia, ha debido
hallarse implícito el propósito de preservar los ingresos que la Casa de
Benecencia de Maracaibo recibía de las Salinas del Estado.
Al mencionado propósito se aunó la aceptación cada vez más
amplia de la Casa de Benecencia y su actividad por parte de la ciudadanía
maracaibera. Si bien no era el único establecimiento de asistencia al
necesitado, era único en su clase, dadas las ideas que lo materializaron y los
nes que cumplía. La ciudad adoptaba la benecencia como expresión de
sus ideales sociales y ello se reeja en la prensa: “Maracaibo cuenta con seis
establecimientos de benecencia. Bien merece un pueblo, que le dá estas
proporciones á la compasión en favor del que padece, que le lluevan las
bendiciones del cielo!”
203
.
Más adelante, en 1865, la Legislatura del estado Zulia otorgaría
a la Sociedad de Benecencia una concesión por 10 años para jugar de
manera exclusiva las loterías, de manera que el producto de estas ayudara
200 Besson, 1993, Historia del Zulia, tomo III, p. 407.
201 Casanova, 1884, Historia de la Casa de Benecencia de Maracaibo, desde su
Fundación en 1860 hasta diciembre de 1883, p. 19-22.
202 El Faro del Zulia. Serie 3. 10-09-1864. No 34.
203 Ídem.
M, P  E       M
105
al sostenimiento de la Casa de Benecencia. Dicha concesión se paralizó
en 1870 debido a los acontecimientos políticos del momento y, en 1871,
surgirá un reclamo al Gobierno Regional por cuanto terceras personas
estaban llevando a cabo juegos de lotería
204
. Como respuesta, el Ministerio
de Gobierno ratica la exclusividad del privilegio de las loterías a favor de
la Casa de Benecencia y de su Sociedad rectora
205
. Esto continuará hasta
octubre de 1871, cuando Venancio Pulgar sustituye el ingreso de las loterías
por el 2% de las cantidades recaudadas y por recaudar para la construcción
del nuevo mercado público
206
.
También obtuvo la Logia “Regeneradores” N
o
15 una concesión
del gobierno dictatorial del general José Antonio Páez, para importar
hielo durante 15 años, sin la necesidad de cancelar pagos por derechos de
importación. Esto es referido por Barboza, quien explica:
(…) la Logia fundadora obtuvo del gobierno nacional
el permiso para importar, instalar y explotar la primera
máquina fabricadora de hielo que hubo en Venezuela,
gozando de un monopolio por tres años, estimado
suciente para importar e instalar y aprovechar la industria
del hielo. Como la máquina tardó en llegar más de un año,
el gobierno amplió el monopolio por 2 años más (…)
207
.
Empero, García también efectúa una reseña del hecho antes
descrito y, de manera adicional, aclara:
En realidad, el hielo provenía de Estados Unidos donde
era extraído en forma natural de lagos o embalses y
transportado en barcos. El término “fábrica de hielo,
se refería a unas cajas o armarios revestidos de material
aislante provisto de un depósito donde se colocaba el hielo
que enfriaba y mantenía los alimentos
208
.
204 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Casa de Benecencia al Ministro de Gobierno. Maracaibo, 7 de marzo de 1871.
205 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Informe del Jefe de la Sección del interior y
Justicia cerca del privilegio de jugar loterías de la Benecencia. Maracaibo, 8 de marzo de
1871.
206 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 27-30.
207 Barboza de la Torre, 2001, Memorias del Zulia, p. 179.
208 García Mac Gregor, 1997, Maracaibo y los 400 años del Hospital Central, p. 124-
(1860-1885) É O
106
Y aunque este autor arma que la empresa no generó los frutos
deseados, dada la creencia del momento según la cual el hielo causaba
ebre, la solicitud realizada en 1868 por la Sociedad de Benecencia
para conservar los ingresos provenientes de esta fábrica demuestra que el
negocio realmente era fructífero.
Por supuesto, no debe omitirse lo signicativo de aquella concesión
otorgada a una logia masónica por parte de un gobierno encabezado por
una gura como José Antonio Páez quien, ante su condición de masón del
Grado 33º y con una considerable trayectoria como fundador y presidente
de diversos cuerpos masónicos
209
y su visión liberal del progreso, expresada
en las obras ejecutadas durante su administración
210
, no podía ser indiferente
ante los requerimientos de sus hermanos masones maracaiberos.
Véase cómo el proceso de creación de la Casa de Benecencia de
Maracaibo fue capaz de generar, en un principio, un considerable impacto
social, tanto en los círculos que le ofrecieron respaldo, fundamentalmente
los políticos y económicos, como en aquellos que la objetaron por sus
divergencias con la masonería. Pero cabe destacar que la oposición a la obra
masónica no tuvo la suciente fuerza para frenarla, lo cual es totalmente
comprensible si se observa el amplísimo apoyo del sector comercial y
de las autoridades municipales y estatales donde los masones ejercían
una importante inuencia, hasta contar también con el beneplácito de la
opinión pública, al menos de la que formaba las en el sector que suscribía
los ideales y acciones de la francmasonería maracaibera:
Cada día que pasa arroja un benecio mas a este caritativo
instituto. El que ingresó a él paralítico y valetudinario,
vuelve á la sociedad con salud y alegría. El que ingresó
ignorante y falto de prácticas religiosas, vuelve á la sociedad
con nociones de sus deberes para con Dios y para con los
hombres, sus hermanos. – Qué bendiciones lloverán sobre
la respetable Logia, que se abrió paso por medio de los
inconvenientes que embarazaban el establecimiento de
la casa de benecencia y sobre los comerciantes que le
125.
209 Subero, 2000, La Masonería en Venezuela, tomo I, p. 485-486.
210 El Desafío de la Historia. Año 2, No 10.
M, P  E       M
107
dieron su concurso!
211
.
A partir de la cita anterior, se considerará incuestionable que
la Casa de Benecencia bien cumplía con el propósito para el cual había
nacido, al ejercer la caridad, entendida desde la concepción masónica, como
la práctica del amparo al pordiosero y su conversión en ciudadano útil a la
sociedad, mediante un abordaje integral que abarcaba la asistencia médica
y un proceso de reeducación, para erradicar un problema que formaba
parte de la realidad urbana del momento. Este servicio brindado debía ser,
incuestionablemente, bien recibido por los maracaiberos de entonces y,
como resultado, crecería el prestigio e inuencia de la Logia “Regeneradores”
N
o
15 en su condición de institución núcleo de la masonería en Maracaibo y
en el Zulia, al ganar adeptos para su causa progresista.
211 El Faro del Zulia. Serie 3. 17-09-1864, No 35.
(1860-1885) É O
108
Jesús y Progreso en la Caridad: el pensamiento
y la acción de la masonería
L
a Casa de Benecencia de Maracaibo cumplía elmente los nes
para los cuales había sido establecida y por ello velaba su órgano
rector, la Sociedad de Benecencia. Esta fue creada, por resolución
de la Logia “Regeneradores” N
o
15 dictada el 5 de diciembre de 1865, por
considerar que “el vuelo que ha tomado dicho establecimiento en cinco
años, requiere una Sociedad especial dedicada solamente a la dirección y
sostén de ella
212
.
Aunque no lo menciona en su acuerdo, la ausencia de Urquinaona,
quien se hallaba exiliado en Cúcuta por circunstancias de índole política,
fue otro factor condicionante para delegar en una corporación particular
la conducción de dicha institución caritativa; y esto es sostenido por
Casanova, quien argumenta que los motivos para la creación de aquella
Sociedad fueron “el ensanche que para el comienzo de esta segunda época
manifestaba tener el Instituto de Benecencia, de una parte, y de otra la
ausencia del doctor Urquinaona, que dejaba allí un vacío difícil de llenar
(…)”
213
.
En el mencionado acuerdo, la Logia, presidida a la sazón por el
Dr. y Gral. Pedro Bracho, no solo delega la administración de la Casa de
Benecencia a la nueva Sociedad, también dispone que ella esté conformada
por seis miembros, designados por la misma Logia de su seno, los cuales
designarán otros seis miembros para un total de 12 individuos integrantes
del nuevo cuerpo administrador. Los primeros 12 miembros fundadores
de esta Sociedad fueron: Dr. Antonio José Urquinaona, Dr. y general Pedro
Bracho, general Jorge Sutherland, Heinrich O. Bornhorst
214
, Guillermo
Bauder, Ángel Casanova, Pbro. Dr. Cástor Silva, Pbro. Dr. José Antonio
Rincón, Zeferino Fossi, Antonio Bustamante, Francisco María Pulgar y José
212 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 414-415.
213 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 24.
214 Heinrich Oo Bornhorst (Hamburgo, Alemania, 1835 – Ídem, 1897):
Comerciante alemán. Vivió durante tres décadas en Maracaibo, formando parte de las rmas
Riedel, Bornhorst y Cía y H.O. Bornhorst & Cía. Fue cónsul del Imperio Alemán (1881-
1888) y masón del grado 18º (Hernández y Parra, 1998, Ob. Cit., tomo I, p. 438).
M, P  E       M
109
Antonio Villegas
215
.
Los primeros seis eran masones y activos, no sólo en la Logia,
sino también en el ámbito político, económico, social y cultural de la
región, salvo Urquinaona que, si bien se hallaba exiliado en Cúcuta, no fue
excluido del cuadro de la Sociedad. He allí la evidencia clara de que, si bien
la Logia depositaba en una junta nueva la dirección de la Casa, pues no era
una separación absoluta, como bien menciona el acuerdo de creación de
la Sociedad de Benecencia. Sencillamente se trataba de un recurso que,
indirectamente, permitiría a los masones conservar el control de su obra. La
Sociedad adoptó la divisa “Jesús y Progreso en la Caridad”, fue instalada el
1 de enero de 1866 y recibió de manos de la Logia el archivo de la Casa de
Benecencia y su tesoro de 16.000 pesos.
Examínese con atención el lema adoptado por aquella institución
paramasónica, y dígase paramasónica por cuanto así se denominan las
sociedades u organizaciones de constitución habitualmente mixta (masones
y no masones), creadas y fomentadas por la masonería para la ejecución de
obras sociales
216
. En el lema giran dos guras en torno a la premisa de la
caridad. Una es Jesús, la otra es el Progreso.
No se entienda en la mención a Jesús, gura fundamental del
cristianismo-catolicismo, un contrapeso de la iglesia católica en la Sociedad
de Benecencia y, por ende, en la Casa de Benecencia que haya desplazado
la inuencia masónica. Lejos de soslayar la presencia masónica, se intensica
por cuanto “El pensamiento masónico triunfa en el cristianismo
217
,
señalamiento aseverado por Kauman y Cherpin al referirse a la losofía
cristiana derivada de los postulados e ideales originarios e iniciales que en
vida planteó Jesús de Nazaret de quien aseguran, además, que “su especial
pensamiento fue el de librar al espíritu y al cuerpo de los lazos inútiles,
dejando únicamente aquéllos que tratan de la moralidad y fraternidad”
218
.
A partir de las armaciones previas ha de asegurarse que el
pensamiento masónico se alimentóde varias corrientes losócas, entre
ellas la losofía cristiana, pero entendida en su concepción inicial, la que
Jesús difundiódurante su existencia según los relatos bíblicos y no bíblicos,
y no a partir de la interpretación que la iglesia católica hizo de ella para
215 Besson, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 117.
216 Cfr. www.r6.org.ve., 2012.
217 Kauman y Cherpin, 2012, Historia Filosóca de la Francmasonería, p. 236.
218 Ídem.
(1860-1885) É O
110
hacerse con el poder político y económico que ejerciódurante varios siglos.
Así, en el pensamiento cristiano originario se halla, entre otras premisas,
la práctica de la benecencia en su expresión más pura, y es tal forma de
caridad la que adoptóla masonería en su esquema de valores:
Los pensamientos sociales que constituyen la esencia del
cristianismo y de las sociedades secretas esperaban sus
conquistas sin violencias, sin medios materiales… pero
sí por la persuasión convencitiva que nace del estado real
de la humanidad… los propietarios entre los cristianos
formaron de sus sobrantes pecuniarios un fondo social
que se dedicaba para socorrer a los necesitados y de este
modo la pobreza, fuente de tantas miserias morales y de
tantos desórdenes de abyección, era satisfecha por una
caridad fervorosa e inteligente a la vez (…)
219
.
Analícese a continuación la palabra Progreso, inserta en el lema de
la Sociedad de Benecencia. Su aparición en él no es casual, sino causal, y
es inteligible si se recuerda que en el siglo XIX la corriente del Positivismo
ya emergía de la mano con el Liberalismo, y antecedidos estos por la
Ilustración y el Enciclopedismo. No debe olvidarse que el concepto de
progreso constituyó uno de los fundamentos del ideal positivista, conviene
comprender la concepción de él a partir de sus teóricos en Venezuela y en el
Zulia.
Princípiese por Adolf Ernst, en cuya opinión el progreso es
fundamentalmente material, siendo sus mayores indicativos la ciencia y el
desarrollo de esta, lo cual debe ser propiciado por el Estado. A esto se suma
una desconanza respecto al mestizaje étnico
220
.
Seguidamente se enunciará a Rafael Villavicencio, quien se
vinculará con la Casa de Benecencia en la década de 1870, como más
adelante se estudiará. Villavicencio comparte la visión del progreso
establecida por Auguste Comte, padre del positivismo, al armar que
el orden y el progreso eran ostensibles para las sociedades, el orden una
condición necesaria para el avance, y la ciencia, la industria y el arte los
219 Kauman y Cherpin, 2012, Ob. Cit., p. 237.
220 Tinoco, 2007, La idea de progreso en el pensamiento positivista venezolano.
Siglos XIX y XX, p. 178.
M, P  E       M
111
sinónimos de progreso. Pese a su concepción sobre el orden, rechaza el
cesarismo como forma de gobierno al considerarla causante del atraso
nacional
221
.
Luego se halla el pensamiento de Francisco Eugenio Bustamante,
según el cual progreso y evolución son sinónimos. Esta última es un proceso
que va desde lo inorgánico a lo orgánico, y de ella son productos el hombre
y sus acciones morales; además, Bustamante percibe el progreso, visto de
manera conjunta, como un doble movimiento de acción y reacción, de
avance y atraso
222
.
Contrario a Bustamante, en Ramón de la Plaza se denota la relación
entre progreso y arte al señalar a este como la manifestación más sublime y
elevada del espíritu humano y, por ello, es sinónimo de progreso e indicador
del avance de los pueblos. Al guardar consonancia con las ideas de Hipólito
Taine sobre progreso y arte, se evidencia una identicación de las ideas
de la Plaza con la concepción guzmancista de progreso
223
. Pero aparece, a
favor de Bustamante, el pensamiento positivista de Luis López Méndez,
quien enuncia que progreso y evolución se identican, y el primero es
vinculado con la libertad de conciencia individual y colectiva, lo cual se
alcanza mediante la educación
224
.
Los dos últimos teóricos del positivismo en la Venezuela
decimonónica son Jesús Muñoz Tébar y José Gil Fortoul. Muñoz Tébar
consideraba que el progreso o el atraso de los pueblos dependían de
las costumbres y estas, a su vez, de la ley y la religión. De allí que la
educación fuese un instrumento idóneo para modicar positivamente las
costumbres
225
. Gil Fortoul, por su parte, comparte y amplía los postulados
evolucionistas de Bustamante y López Méndez, pero suscribe las opiniones
de Ernst sobre el factor étnico como determinante para el progreso, aunque
sin rechazar el mestizaje
226
.
Véanse entonces las diferentes acepciones sobre progreso, según
los positivistas venezolanos del siglo XIX, y no extrañe que tres de los
citados sean masones: Villavicencio (Grado 33º), Bustamante (Grado
33º) y Muñoz Tébar (Grado 3º). Una vez estudiadas tales acepciones en
221 Tinoco, 2007, Ob. Cit., p. 184, 193.
222 Tinoco, 2007, Ob. Cit., p. 199.
223 Tinoco, 2007, Ob. Cit., p. 206.
224 Tinoco, 2007, Ob. Cit., p. 211.
225 Tinoco, 2007, Ob. Cit., p. 217.
226 Tinoco, 2007, Ob. Cit., p. 229.
(1860-1885) É O
112
conjunto con el concepto de caridad masónica, esto último llevado a cabo
en el capítulo anterior, y analizando las iniciativas que se fomentaron tanto
para la fundación de la Casa de Benecencia como para su subsistencia,
puede aseverarse que la masonería concibe y asume la caridad teórica y
práctica como un instrumento de regeneración social y, por ende, es una vía
para el alcance del progreso.
De los miembros fundadores de esta Sociedad fue elegido Pedro
Bracho como su primer presidente. Al año siguiente, en 1866, el Pbro.
Cástor Silva ocupóla presidencia y, de manera sucesiva, en los primeros 25
años de existencia de la Casa de Benecencia presidieron la Sociedad: Jorge
Sutherland (1867), José Antonio Villegas (1868), Antonio de Guruceaga
(1869), Gregorio Fidel Méndez (1870 y 1875), H. E. Breuer (1871-1873),
Alejandro Sulthany (1874), Ángel Casanova (1876-1877), Zeferino Fossi
(1878-1880), Antonio Bustamante (1881-1882) y Alfredo Vargas (1883-
1899)
227
. De todos ellos claramente se hallan identicados tres masones:
Bracho, Sutherland y Casanova.
Una muestra del estricto cumplimiento de los nes de la Casa de
Benecencia de Maracaibo, se halla explícita en la negativa a la solicitud
hecha el 21 de noviembre de 1865 por el entonces Ministro de Gobierno,
Ríos López, para que en ella fuesen admitidos los “enfermos de la caridad
pública” que, hasta entonces, residían en el Hospital Chiquinquirá por
cuanto el “contrato de mercado” con esta institución había cerrado y
admitir, además, a 10 enfermos, con las condiciones que quisiera establecer
la Sociedad
228
.
El entonces presidente de la Sociedad de Benecencia, Pedro
Bracho, contesta lamentando no acceder a la petición por la insuciencia
de espacio físico en las instalaciones de la Casa y las restricciones que el
reglamento de la misma imponía. No obstante, reitera la disposición de
servir al Gobierno:
(…) tanto por que este es un objeto de caridad cuanto
por que él, comprendiendo el objeto caritativo de esta
Sociedad le ha prestado siempre su apoyo; Sin embargo si
de algún otro modo la Sociedad puede ayudarle ella estará
227 Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo I, p. 549.
228 AHZ, año 1865, tomo 11, legajo 3. Comunicación dirigida al ciudadano
Presidente de la Sociedad de Benecencia. Maracaibo, 21 de noviembre de 1865.
M, P  E       M
113
pronta a prestar un contingente (…)
229
.
En 1868, la Sociedad de Benecencia, como órgano rector de la
Casa de Benecencia, efectuó, tras previo acuerdo, una convocatoria a una
exhibición “de artefactos del país y de otras curiosidades que pueda recojer
[sic] para presentar al público; así como de plantas, ores y animales”. La
misma se realizó en sus instalaciones durante los días 4, 5 y 6 de agosto,
seguida de una rifa benéca de los objetos exhibidos los días 7, 8 y 9 del
mismo mes, cuyo producto en metálico fue destinado naturalmente a la
Tesorería de la Casa de Benecencia.
En dicha convocatoria, la Sociedad de Benecencia invita
cordialmente a las damas y artesanos de la región a aportar lo mejor de su
ingenio para aquella exhibición pública planteada, y asevera que en el Zulia
“una sociedad cuya enseña es la paz y el progreso concibe y trabaja para
llevar á cabo la idea de una empresa en benecio de muchos y en especial
de la clase más pobre y menesterosa de la sociedad”, y conando en la
contribución que dicha sociedad hará “para sostener y apoyar sobre bases
sólidas y seguras este hermoso plantel hijo de la CARIDAD y orgullo del
Zulia”
230
.
En aras del éxito de la exhibición, la Sociedad de Benecencia,
en la persona de su presidente, JoséA. Villegas, se dirige al Presidente del
Estado Zulia para solicitar su apoyo en la ejecución del evento, por cuanto:
(…) confía, para fomentar su pensamiento, en el apoyo
que siempre dais al desarrollo de las ideas progresistas,
y en el cariño lantrópico con que acogeis los actos que
emanan del sentimiento sublime que entraña la Caridad;
virtud celestial que brinda divinos frutos al alma cristiana,
y derrama caudales de consuelo en el corazón de los
bienhechores de la humanidad”
231
.
Ante ello, el Ministro de Hacienda y Fomento contesta que el
229 AHZ, año 1865, tomo 11, legajo 3. Comunicación dirigida al ciudadano Ministro
de Gobierno. Maracaibo, 26 de noviembre de 1865.
230 AHZ, año 1868, tomo 2, legajo 9. Casa de Benecencia, Exhibición. Maracaibo,
31 de enero de 1868.
231 AHZ, año 1868, tomo 2, legajo 9. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado Zulia. Maracaibo, 1 de marzo de 1868.
(1860-1885) É O
114
Presidente del Estado “acoje [sic] con satisfacción el pensamiento de la
Sociedad de Benecencia sobre exhibición de artefactos del país” para el
fomento de las artes y aumentar los fondos para el socorro de los indigentes
de la Casa de Benecencia, y por ello ordena el envío de ocios a los
Prefectos Departamentales para que estimulen a los artistas e industriales
de sus jurisdicciones y aporten sus “artefactos o curiosidades que puedan
contribuir a enriquecer la exhibición
232
.
Dichos ocios fueron enviados y, entre el 30 de marzo y el 21 de
abril de 1868, los prefectos departamentales de Zulia, Gibraltar, Tovar,
San Antonio, La Grita, Mérida, Timotes, Táriba y Villa Campo Elías
contestaron armativamente a la solicitud de la Presidencia del Estado,
comprometiéndose todos a “estimular a los artistas e industriales” de sus
respectivas jurisdicciones
233
.
De todas estas contestaciones ameritan destacarse: la del
Prefecto de Gibraltar, Adolfo Ochoa, quien ordena publicar la resolución
del Ejecutivo en las parroquias del departamento y encarga a los Jefes
para que “insinúen en el espíritu de los habitantes de sus respectivas
parroquias las ideas de progreso i de benecencia que se maniestan en
aquella resolución
234
; y la del Prefecto de Mérida, I. R. Salas, quien avisa
de la recepción de la resolución del Presidente del Estado “acogiendo con
satisfacción el pensamiento de la Sociedad de Benecencia sobre exibición
[sic] de artefactos del país en los días del aniversario de aquel instituto
(…)”, señalando por igual que su Prefectura:
(…) se identica con el mayor entusiasmo con el Gobierno
del Estado i Sociedad de benecencia en el propósito
santo de hacer mas ecaz el alivio de los que sufren; i hará
los mayores esfuerzos á n de que el Departamento de su
cargo sea debidamente representado
235
.
232 AHZ, año 1868, tomo 2, legajo 9. Comunicación del Ministro de Hacienda y
Fomento en representación del Presidente del Estado Zulia al Presidente de la Sociedad de
Benecencia. Maracaibo, 22 de marzo de 1868.
233 AHZ, 1868, tomo 2, legajo 9.
234 AHZ, 1868, tomo 2, legajo 9. Comunicación del Prefecto del Departamento
Gibraltar al Ministro de Gobierno y Justicia. Gibraltar, 31 de marzo de 1868.
235 AHZ, 1868, tomo 2, legajo 9. Comunicación del Prefecto del Departamento
Mérida al Ministro de Gobierno y Justicia. Mérida, 16 de abril de 1868.
M, P  E       M
115
Aunada a las menciones anteriores, también debe considerarse la
respuesta del Prefecto de Timotes, Pablo Quintero, quien arma:
Esta Prefectura convencida como está de la verdad de que
cuando en los otros Estados de la Union no se olle [sic]
otra cosa que el estruendo de las armas y la voz de guerra y
devastación, en el Zulia no se piensa sino en medidas que
no llevan otra tendencia que el progreso material y moral
de los asociados y no el aniquilamiento de la patria (…)
no economisará [sic] medios a n de que el Departamento
Timotes contribulla [sic] con su contingente a enriquecer
la exibición [sic] que trata de llevar a cabo la Sociedad de
Benecencia establecida en la Capital del Estado
236
.
Por último, debe citarse la contestación del Prefecto de Villa
Campo Elías, Ricardo López, quien al responder positivamente a la
nota del Ministerio de Gobierno señala que contribuirá con artefactos y
curiosidades a dicha Sociedad en tanto que la resolución del Ejecutivo es
“una medida sivilisadora [sic] y humanitaria
237
.
Progreso y benecencia, progreso material y moral, civilización,
humanitarismo. Estos enunciados contenidos en las anteriores armaciones
reejan de manera explícita y diáfana el ideal positivista de progreso,
referido y descrito en anteriores párrafos. Así pues, la consigna de la Casa
de Benecencia de Maracaibo y su sociedad rectora, “Jesús y Progreso en
la Caridad”, encerraba una armónica y heterogénea amalgama donde se
entrelazaban la losofía cristiana originaria, los principios masónicos y los
ideales liberales-positivistas, todos ellos expresados en la labor lantrópica
de una inuyente institución detrás de la cual existía otra, aún más poderosa,
que signaba con precisión el proceso histórico que acontecía en la ciudad de
Maracaibo durante todo el siglo XIX.
236 AHZ, 1868, tomo 2, legajo 9. Comunicación del Prefecto del Departamento
Timotes al Ministro de Gobierno y Justicia. Timotes, 21 de abril de 1868.
237 AHZ, 1868, tomo 2, legajo 9. Comunicación del Prefecto del Departamento
Villa Campo Elías al Ministro de Gobierno y Justicia. Villa Campo Elías, 17 de abril de 1868.
(1860-1885) É O
116
El Ejecutivo del estado Zulia y la masonería:
una protección simultánea
A
ños antes, en 1866, la Sociedad de Benecencia se había
comprometido en construir un nuevo mercado público para
sustituir al ruinoso mercado de 1815, conocido con el nombre de
Ventorrillos Viejos”, empero aún producía ingresos al Hospital de Caridad
y, posteriormente, a la Sociedad por cuanto lo administraba desde aquella
fecha.
Sin embargo, ante su incapacidad nanciera para culminarlo, la
Sociedad rescinde su contrato a favor del Gobierno Regional, quien asumió
la ejecución de la obra y, a la vez, se comprometió a devolver 15.400 pesos
que la Sociedad ya había invertido en la construcción del mercado
238
. Dicha
devolución se efectuaría mediante entregas anuales de 2000 pesos, de las
cuales sólo se había cumplido la correspondiente a 1867. Por ello, en 1868
la Sociedad de Benecencia, por medio de su entonces presidente, Pbro.
Cástor Silva, se dirigió al general Venancio Pulgar, a la sazón Presidente
Provisional del Estado, para solicitarle diera la orden para el cumplimiento
de aquel pago.
Adicionado a lo anterior, la Sociedad solicitóa Pulgar reanudar
el pago de 424 pesos mensuales como parte del contrato hecho en 1866
para la administración del Hospital de Caridad, cantidad esta que se había
reducido a 200 pesos a partir de junio de 1868 y obligaba a la Benecencia
a compensar con 224 pesos provenientes de su precario tesoro.
En dicha solicitud, la Sociedad de Benecencia también solicita
preservar la asignación anual de 400 pesos otorgada por el Gobierno del
mariscal Juan Crisóstomo Falcón, la cancelación de 1200 pesos que el
Tesoro Nacional adeudaba del período 1866-1868, la conservación de los
fondos provenientes de la Lotería del Estado y la fábrica de hielo, el surtido
de la botica y la cesión del Cuartel de Artillería para ensanchar la sede de
la Benecencia
239
. Dicha solicitud fue acogida positivamente por Pulgar
240
,
238 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 134-135.
239 AHZ, año 1868, tomo 15, legajo 30. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente Provisorio del Estado Zulia. Maracaibo, 27 de noviembre de
1868.
240 AHZ, año 1868, tomo 15, legajo 30. Resolución del Presidente Provisorio del
M, P  E       M
117
raticada por la Sociedad de Benecencia
241
y remitida a la Asamblea
Constituyente del estado Zulia para resolver lo concerniente
242
.
Nuevamente aparece una gura del Ejecutivo Nacional como
benefactor de la Casa de Benecencia. Juan Crisóstomo Falcón, por sus
ideas liberales toda vez que fue uno de los héroes de la Guerra Federal, y
también por su liación masónica, por cuanto era masón del Grado 33º que
presidió, incluso, el alto cuerpo de este grado en Venezuela
243
, debió sentirse
moral e ideológicamente comprometido a proteger la Casa de Benecencia
mediante un auxilio pecuniario ocial.
La respuesta de la Asamblea Constituyente tuvo lugar el 30 de enero
de 1869, cuando la Comisión de Peticiones de la Asamblea Constituyente
presentó en ella un informe sobre las peticiones hechas por el Presidente
de la Sociedad de Benecencia al Presidente Provisorio del Zulia. Sobre los
contratos referentes al Mercado Público y Hospital de Caridad consideró la
comisión que no podía dictar resolución alguna sobre ellos por no contar
con los expedientes creados para estos contratos, dichos expedientes están
aún en manos del Comisionado especial quien para el momento no había
emitido su informe. La salida era aguardar la devolución de los expedientes
con el informe respectivo para su deliberación en la Asamblea.
Sobre la asignación anual de 400 pesos, consideró la comisión
que el Presidente del Estado debía emplear su alta inuencia para que el
Gobierno de la Unión haga efectiva la asignación anual de 400 pesos, a
condición de que las Rentas del Estado no tuvieran que hacer suplemento al
respecto ante las Rentas Nacionales. Sobre los privilegios de Lotería opinó
que debían estar sujetos a la ulterior resolución del Gobierno del Estado,
previo dictamen de un Comisionado especial.
Respecto a la Botica de la Benecencia, señaló la comisión que
el Presidente de la Sociedad debía dirigir la solicitud, no al presidente del
Estado, sino al encargado del Gobierno de la Unión para atención de las
necesidades del Hospital Militar, al ser este un establecimiento de la nación.
Finalmente, acerca del Cuartel de Artillería, la comisión señaló que debía
seguir destinado por aquel momento al acuartelamiento de los “soldados de
Estado Zulia. Maracaibo, 2 de diciembre de 1868.
241 AHZ, año 1868, tomo 15, legajo 30. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado Zulia. Maracaibo, 12 de diciembre de 1868.
242 AHZ, año 1869, tomo 15, legajo 30. Comunicación al Secretario General.
Maracaibo, 8 de enero de 1869.
243 Castellón y Castillo, 1974, Quién es quién en la Masonería Venezolana, p. 87-89.
(1860-1885) É O
118
la libertad, hasta que aanzado denitivamente el triunfo de la lei, pueda el
Gobierno resolver lo conveniente
244
.
Al parecer la deuda se mantuvo por cuanto sólo se cancelaron
para el momento 616, 50 pesos, al tiempo que la suma adeudada ascendió
a 14.783, 50 pesos, cantidad que nunca fue cancelada según García Mac
Gregor
245
. Esto último sí ocurrió, pero en octubre de 1871 cuando, en
comunicación al general Venancio Pulgar, el Presidente de la Sociedad
de Benecencia, H. E. Breuer, solicita la cancelación de aquella enorme
deuda
246
.
En 1871, Pulgar, ya para entonces Presidente Constitucional del
estado Zulia, ordena la cancelación por las Rentas del Estado de los 233
pesos, adeudados a la Casa de Benecencia desde noviembre de 1870, en
razón de las convulsiones bélicas de aquel año (reriéndose a la Revolución
de Abril), adicionando 200 pesos para la reparación de la sede
247
. Esto
tras la petición emanada de H. E. Breuer, Presidente de la Sociedad de
Benecencia, quien reitera:
Las Casas de Benecencia i los Hospitales no enarbolan
otra bandera que la de la paz, no tienen otras miras que
socorrer i dar alivio á los necesitados. Léjos de ellos esas
divisiones esos partidos: ellos no ven en los hombres
sino hermanos, cualesquiera que sea su color político,
su posición social, su patria ó su religión. – Y cuando
las emergencias políticas se suceden, ellas no pueden y
deben decirles á los infelices que abrigan bajo sus techos:
idos, hoy no teneis aquí lugar, dejad que pase esta época
calamitosa, después volveréis. – Nó, que es entonces
cuando la caridad debe desplegar sus mayores fuerzas i con
mas esmero atender á las necesidades que vengan de esas
mismas emergencias. – Gobierno surja ó deje de ser, pues
quienquiera que sea debe tender una mano protectora a
244 AHZ, año 1869, tomo 15, legajo 1. Informe de la Comisión de Peticiones a la
Asamblea Constituyente sobre las peticiones del Presidente de la Sociedad de Benecencia.
Maracaibo, 30 de enero de 1869.
245 García, 1997, Maracaibo y los 400 años del Hospital Central, p. 135.
246 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado Zulia. Maracaibo, 16 de octubre de 1871.
247 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Comunicación del Presidente del Estado Zulia
al Presidente de la Sociedad de Benecencia. Maracaibo, 18 de agosto de 1871.
M, P  E       M
119
este Asilo i cumplirles religiosamente los compromisos
celebrados con ellos. – Asi creo que lo comprenderá U.
también
248
.
En esta argumentación queda claro que en el Ejecutivo del
estado Zulia temían la existencia de facciones contrarias al gobierno
liberal imperante y, ante la sospecha, Breuer hace frente rearmando los
fundamentos ideológicos de la institución que presidía, lo cual ha debido
reconfortar al masón Pulgar. A pesar de la orden dictada por este, para
noviembre solo se habían erogado los 200 pesos para la refacción de la
Casa de Benecencia, no así la primera deuda
249
. Esta llegó a cancelarse
en diciembre de 1871 y, adicionalmente, se aumentó la asignación de la
Casa de 200 a 300 pesos mensuales por cuanto esta había disminuido “en
la anormalidad de la situación con motivo de los acontecimientos de la
Cordillera” y el número de enfermos había aumentado la deuda
250
.
Por otra parte, H. E. Breuer, a su vez jefe de la casa mercantil Minlos
Breuer & Cía., planteó el cobro de un impuesto voluntario de 0,55 céntimos
por cada 100 kilos de café exportado en el Puerto de Maracaibo. Fue esta la
renta más estable e importante de la Casa de Benecencia, lo cual permitió
su crecimiento
251
.
Ese mismo año, por decreto del Ejecutivo Regional fechado el 18
de agosto, se ordena la construcción de un nuevo mercado que sustituyera
al antiguo de 1816, y en su último artículo menciona:
Art. 5º. Una vez terminada la obra, se estenderá [sic] por
ante el Registro, escritura pública de donación perfecta
é irrevocable á favor del Instituto llamado “Casa de
Benecencia” con el objeto de aumentar sus rentas y darle
mayor ensanche, así como para restituirle el valor de los
ventorrillos nuevos que son hoy de su propiedad
252
.
248 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado Zulia. Maracaibo, 14 de agosto de 1871.
249 AHZ, año 1871, tomo 5 legajo 8. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Designado en Ejercicio del Ejecutivo del Estado. Maracaibo, 29 de
noviembre de 1871.
250 AHZ, año 1871, tomo 5 legajo 8. Comunicación del Ejecutivo del Estado al
Tesorero de las Rentas Generales del Estado. Maracaibo, 1 de diciembre de 1871.
251 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 140.
252 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Decreto de Construcción del Mercado Nuevo.
(1860-1885) É O
120
A tal efecto, el 19 de agosto, se designa una Junta de Inversión
y Superintendencia conformada por H. E. Breuer, Rafael Villavicencio,
Eusebio Pérez y Francisco María Pulgar, presidida por el primero e instalada
el 26 de dicho mes, para comenzar el ejercicio de sus funciones a partir del
1 de septiembre
253
. Por disposición del Presidente del Estado, los fondos
para la construcción del mercado provendrían de las Rentas Generales del
Estado y de la Junta de Fomento
254
. Empero, la eterna guerra civil se desató
nuevamente y el mercado “quedó en veremos”
255
.
Cabe señalar que en la comisión antes mencionada encontramos
a dos masones. El primero es Rafael Villavicencio
256
, miembro de la Logia
Caridad” N
o
11 de Caracas, donde fungió como Segundo Vigilante
(1873)
257
, llegando a ser Soberano Gran Comendador del Supremo
Consejo Confederado del Grado 33º para la República de Venezuela,
muchos años después, en el período 1912-1913
258
.
El segundo es Francisco María Pulgar, uno de los fundadores de la
Sociedad de Benecencia en 1865. Para aquel entonces no era masón, pero
tal parece que fue en los años 70 del siglo XIX cuando engrosó las las de
la Logia, alcanzando el Grado 3º
259
. Además de ser pariente de Venancio
Pulgar, fungió durante la administración de éste como Inspector de Obras
Públicas
260
.
Maracaibo, 18 de agosto de 1871.
253 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8.
254 AHZ, año 1871, tomo 5, legajo 8. Resolución del Presidente del Estado.
Maracaibo, 21 de septiembre de 1871.
255 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 135.
256 Rafael Villavicencio (Caracas, 12/4/1838 – Ídem, 28/8/1920): Médico,
farmacéutico, periodista, educador, pensador, político, escritor (orador, conferenciante,
ensayista, autor cientíco) y profesor universitario. Brillante polímata y enciclopedista, fue
un importante divulgador del positivismo en Venezuela, junto a Adolfo Ernst, a través de sus
escritos, conferencias y de sus clases en la Universidad Central de Venezuela (Hernández y
Parra, 1999, Ob. Cit., tomo II, p. 2301-2302).
257 Jiménez, 2008, Inuencia del pensamiento masónico en la educación venezolana
del siglo XIX, p. 127-131.
258 Castellón y Castillo, 1974, Ob. Cit., p. 106, 118.
259 Respetable Logia “Regeneradores” No 6. Cuadro de las DD.. O.. y demás
miembros de la Resp.. Log.. Regeneradores No 6 Or.. de Maracaibo, la cual celebró
la instalación de sus nuevos funcionarios el 21 de Diciembre de 1879 (E.. V..). Or.. de
Maracaibo, 31 de enero de 1880, E.. V.., hoja suelta.
260 Ortega, 2008, Venancio Pulgar. Autonomía e identidad del Zulia, p. 240.
M, P  E       M
121
En enero de 1872, H. E. Breuer se dirige al general Pulgar acerca
de la inactividad de la Imprenta de la Benecencia, la cual generaba ingresos
para la Casa de Benecencia pero que no estaba en funcionamiento “por las
circunstancias que se han venido atravesando. Pero luego añade:
(…) hoy que la paz parece cimentada en el Estado;
cuando las artes i las industrias despiertan del marasmo
en que estaban sumergidas i cuando U. que rige los
destinos del Zulia, se ha declarado protector de aquellos
asilos de caridad, he creido que era llegado el momento
en que aquella imprenta se pusiera en juego i nos ayudase
con sus productos; pero he querido también participarlo
á U. porque pudiera suceder, que sus enemigos lazasen
pasquines anónimos i fuera á creerse salian de aquel
establecimiento. Yo aseguro a U. que allí no se imprimirá
nada que ataque al Gobierno ni la Moral (…)
261
.
Ante lo previamente expresado, que denota una reiteración
simultánea de la postura apartidista de la Casa de Benecencia de Maracaibo,
señalada por algunos “con sumo recelo como centro de maquinaciones
políticas”
262
, y la consonancia ideológica de la institución con los personeros
del Ejecutivo del estado Zulia a partir del esquema liberal, la Presidencia del
Estado emite el 24 de enero de 1872 una contestación donde menciona
que “me es satisfactorio signicar á U. que cifrando este Gobierno todo
su ahínco en el deseo de dar calor e impulso á todo cuanto tienda al
engrandecimiento i bienestar del Zulia, jamás omitirá medio alguno en este
sentido, y de inmediato señala:
Este deseo toma mayor fuerza é incrementa al ver los
generosos esfuerzos que U. i los demás miembros de
aquella Corporación despliegan en el propósito de llenar
los nes augustos de su Instituto; por lo cual el Gobno
del Zulia no ha vacilado un momento en conceder la
autorización solicitada
263
.
261 AHZ, año 1872, tomo 17, legajo 17. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado. Maracaibo, 18 de enero de 1872.
262 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 27-30.
263 AHZ, año 1872, tomo 17, legajo 17. Comunicación del Presidente del Estado al
(1860-1885) É O
122
El 19 de agosto de 1872 el Ministro de Fomento, Fulgencio María
Carías, informa a los Presidentes de la Sociedad de Benecencia y del
Hospital Chiquinquiráque el Gobierno Nacional desea conocer el número
de sociedades piadosas y de benecencia existentes en el Zulia, las fechas
de sus fundaciones, los nombres de sus fundadores, el valor del edicio,
sus rentas o productos, el número de personas beneciadas desde su
fundación, quienes disfrutan actualmente de dicho benecio, las personas y
autoridades que las dirigen y “todas las demás noticias que den una idea clara
del objeto de la institución i resultados obtenidos”, por ello se les solicita un
informe con todo lo anteriormente expuesto y “las observaciones que U.
crea convenientes añadir para conseguir su mayor progreso i ventaja
264
.
Unos meses después, el 9 de octubre de 1872, H. E. Breuer,
Presidente de la Sociedad de Benecencia y de la Junta Directiva del
Mercado, se dirige al Presidente del Estado, Venancio Pulgar, remitiéndole
el primer número del periódico El Progreso, cuya redacción había sido
acordada por dicha junta. Reseña también el ociante:
(…) yo he querido que el primer número que salga de la
prensa sea para V. á quien el pueblo deberá un mercado á la
altura en que está esta población i la Casa de Benecencia
tener las rentas sucientes con que atender á sus
necesidades i estinguir [sic] la mendicidad en este Estado,
objeto que tiene en míra i al que espera llegar conada en
la protección divína que tan maniesta ha sído i en la que
V. miembro honorario protector de ella le dispensa
265
.
Es menester resaltar que, en los primeros años de la década de 1870,
la gura del general en jefe Venancio Pulgar
266
, masón del Grado 33º
267
,
Presidente de la Sociedad de Benecencia. Maracaibo, 24 de enero de 1872.
264 AHZ, año 1872, tomo 17, legajo 17. Comunicación a los Presidentes de la
Sociedad de Benecencia y del Hospital de Chiquinquirá. Maracaibo, 19 de agosto de 1872.
265 AHZ, año 1872, tomo 6, legajo 7. Comunicación del Presidente de la Junta
Directiva del Mercado al Presidente del Estado. Maracaibo, 9 de octubre de 1872.
266 Venancio Pulgar (Maracaibo, 7/11/1837 – Caracas, 8/10/1897): Militar,
político, diplomático, ideólogo y empresario. Fue presidente del estado Zulia (1869 y 1870-
1874), gobernador del Distrito Federal (1880 y 1882), presidente provisional de Carabobo
(1880) y Guayana (1880) y senador por el Zulia (1882) (Ortega, 2008, Ob. Cit., p. 305-322,
371-376).
267 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 539.
M, P  E       M
123
miembro de la Logia “Regeneradores” N
o
15
268
y posterior fundador de la
Logia “Sol de América” N
o
37 en Caracas
269
. Pulgar desempeñó un papel
vitalísimo en el funcionamiento de la Casa de Benecencia de Maracaibo, y
sobre ello comenta Casanova:
(…) el referido Magistrado tomó singular y pronunciado
empeño en proteger especialmente al Instituto de
Benecencia, de lo cual dio prendas en repetidos actos
administrativos de los que siempre pudo aprovecharse
el establecimiento, aunque no todos pudieron tener
cumplida ejecución, y que hoy sobre toda pasión política,
se recuerdan como título de indisputable honor para el
General Pulgar
270
.
El mismo autor adiciona a su vez que, pasada la Revolución de
Abril de 1870, “tornaron para la Casa de Benecencia días serenos de
aliento y de esperanza, en los que hubo de brillar a la luz de actos fecundos
y de positiva trascendencia para su porvenir. La labor de Pulgar a favor de
aquella institución comienza con su ascenso al poder en 1868 y prosigue
con efusividad durante el período de su administración como Presidente del
estado Zulia (1870-1874). Razón por la cual fue honrado por la Sociedad
de Benecencia con el título de Miembro Protector
271
.
El 10 de enero de 1873 la Sociedad de Benecencia solicita al
Ejecutivo Regional la cesión del Cuartel de Artillería contiguo a la Casa
de Benecencia para la ampliación de ella
272
. Pocos días después, el 15
de enero, Pulgar admite la solicitud de la Sociedad de Benecencia y, en
consecuencia, cede en pleno dominio a la Casa de Benecencia el edicio
del Cuartel de Artillería para los objetivos planteados por dicha Sociedad,
instándose al Concejo Administrador del Distrito y a la Legislatura del
268 Respetable Logia “Regeneradores” No 6. Cuadro de las DD.. O.. y demás
miembros de la Resp.. Log.. Regeneradores No 6 Or.. de Maracaibo, la cual celebró
la instalación de sus nuevos funcionarios el 21 de Diciembre de 1879 (E.. V..). Or.. de
Maracaibo, 31 de enero de 1880, E.. V.., hoja suelta.
269 Silva Cedeño, 1986, Bosquejo histórico de una logia centenaria, p. 27-37.
270 Casanova, 1883, Ob. Cit., p. 27.
271 Ortega, 2008, Ob. Cit., p. 159, 211, 248-249, 278.
272 AHZ, año 1873, tomo 17, legajo 21. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado. Maracaibo, 10 de enero de 1873.
(1860-1885) É O
124
Estado para que en sus próximas reuniones revaliden dicha cesión
273
. La
resolución de Pulgar fue raticada por el Concejo Administrador, presidido
por Santiago Carías
274
, y mediante el acuerdo de la Legislatura del estado
Zulia, presidida entonces por José Ramón Yepes
275
, también miembro
de la Logia “Regeneradores” N
o
15
276
. Dicho acuerdo declaró anexo a
la Casa de Benecencia el edicio del Cuartel de Artillería, y a partir del
cual la Sociedad de Benecencia tendría el dominio completo de dicho
edicio, reiterando la prohibición de circulación de mendigos en las calles,
raticando a la Sociedad como encargada de la reclusión de ellos y a la
policía para cooperar con ello
277
.
273 AHZ, año 1873, tomo 17, legajo 21. Resolución del Presidente del Estado.
Maracaibo, 15 de enero de 1873.
274 AHZ, año 1873, tomo 17, legajo 21. Comunicación del Presidente del Concejo
Administrador al Ministro de lo Exterior y Fomento. Maracaibo, 23 de enero de 1873.
275 José Ramón Yepes (Maracaibo, 9/12/1822 – Ídem, 22/8/1881): Marino,
político y escritor (poeta y narrador). Llamado el padre de la novela romántica en Venezuela
y el adalid del romanticismo literario a escala regional y nacional. Fue también comandante
del apostadero y capitán del puerto de Maracaibo en tres ocasiones (1850, 1858 y 1873),
director de marina en el Ministerio de Guerra y Marina (1874 y 1877), diputado y senador
al Congreso Nacional (Hernández y Parra, 1999, Ob. Cit., tomo II, 2337-2339).
276 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1880. Actas de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 5 de septiembre de 1881 y 26 de septiembre de 1881, E..
V..
277 AHZ, año 1873, tomo 17, legajo 21. Acuerdo de cesión a la Casa de Benecencia
del Cuartel de Artillería. Maracaibo, 25 de enero de 1873.
M, P  E       M
125
De la amenaza política al retorno de la
estabilidad
L
a rebelión perijanera de noviembre de 1873 y la coalición de las
facciones liberales antipulgarcistas con los vestigios del poder
conservador, conocida popularmente como “Los Peludos”,
desencadenan nalmente la caída de Venancio Pulgar, una vez derrotadas
las fuerzas de éste, conocidas como “Los Meleros”. Ante la derrota, Pulgar
resigna el poder en marzo de 1874 y, tras una breve estadía en La Guaira,
parte a Francia como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario
de Venezuela
278
.
En aquella ocasión, muchos documentos del archivo de la Casa
de Benecencia se perdieron al emplearse como proyectiles de fusil, toda
vez que dicha institución estaba en medio del campo de batalla y fue en
esos momentos una suerte de “recinto atrincherado
279
. Sin embargo, pese
al triunfo de la revolución de 1874, “los azares de la guerra perturbaron
la marcha regular del establecimiento, y sometieron su existencia en las
condiciones en que la había venido manteniendo, á dura prueba
280
.
Luego de aquella convulsión política, y ante la solicitud de
asistencia económica hecha por el entonces presidente de su Sociedad
rectora, Alejandro Sulhany
281
, la Presidencia Provisional del Estado acuerda
auxiliar a la Casa de Benecencia con 8 venezolanos diarios “pagaderos
por las rentas del Estado” desde el día 1 de mayo, suma esta agregada al
presupuesto regional
282
. Ese mismo año, la Casa de Benecencia celebró
solemnemente el 14º aniversario de su fundación con una serie de actos
protocolares, tanto civiles como religiosos, donde se honró también a H.
E. Breuer, otrora presidente de la Sociedad de Benecencia, con el título de
Miembro Protector y la colocación de su retrato en sitial de honor
283
.
278 Ortega, 2008, Ob. Cit., p. 286-289.
279 García Mc Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 140-141.
280 Casanova, 1884, Ob. Cit., p. 27-30.
281 AHZ, año 1874, tomo 2, legajo 5. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente Provisorio del Estado. Maracaibo, 22 de abril de 1874.
282 AHZ, año 1874, tomo 2, legajo 5. Resolución del Presidente Provisional del
Estado. Maracaibo, 5 de mayo de 1874.
283 AHZ, año 1874, tomo 2, legajo 5. Programa de celebración del XIV Aniversario
de la Casa de Benecencia y Fiesta de Santa Ana. Maracaibo, 28 de julio de 1874.
(1860-1885) É O
126
Para la celebración de dicho aniversario, la Sociedad de Benecencia
invitó al entonces Presidente Provisional, general Jacinto Gutiérrez, a n de
que los encabezara
284
, como también al Tesorero de las Rentas del Estado
y a sus empleados
285
de manera que con su presencia diesen “mas viso á la
función. Es de resaltar que Gutiérrez, quien llegó a ser Presidente de la Alta
Corte Federal, era masón del Grado 33º
286
.
Llega el año de 1875, y ante la escasez de recursos que atravesaba
la Sociedad de Benecencia, su presidente, Dr. Gregorio Fidel Méndez,
resuelve el 30 de agosto la supresión del Hospital Anexo a la Casa de
Benecencia
287
. A la precariedad económica se aunó la negativa del
Gobierno del Estado a resolver el problema del contrato del nuevo mercado.
Los pacientes son dados de alta y solo permanecen hospitalizados los
mendigos
288
. No obstante, en enero de 1876, al encargarse Ángel Casanova
de la presidencia de la Sociedad, el Hospital reabre sus puertas, llegando
a 100 el número de pacientes hospitalizados, y a esto se sumaron los 440
pesos recaudados por el “grupo de damas voluntarias” luego de ofrecer dos
funciones dramáticas.
El mencionado grupo de damas no era sino la Congregación de
Hermanas de la Caridad de la Casa de Benecencia, establecida el 1 de
octubre de 1874 por la Sociedad de Benecencia para “aliviar a las personas
amparadas en la Casa de Benecencia”y apoyar a esta “a efecto de conservar
el Instituto a la altura de su misión
289
.
Dicha congregación de tinte secular fue fundada a partir de la
manifestación de varias damas maracaiberas de ejercer la caridad en la
institución. Fueron sus fundadoras: Concepción Urquinaona de Valbuena
(Presidenta), Enriqueta Dubuc de Ochoa, Gumersinda Rincón de Osorio,
284 AHZ, año 1874, tomo 2, legajo 5. Invitación del Presidente de la Sociedad de
Benecencia al Presidente Provisional del Estado a la celebración del XIV Aniversario de la
fundación de la Casa de Benecencia. Maracaibo, 29 de julio de 1874.
285 AHZ, año 1874, tomo 2, legajo 5. Invitación del Presidente de la Sociedad de
Benecencia al Tesorero de las Rentas del Estado a la celebración del XIV Aniversario de la
fundación de la Casa de Benecencia. Maracaibo, 3 de agosto de 1874.
286 Subero, 2000, Ob. Cit., tomo II, p. 541.
287 AHZ, año 1875, tomo 4, legajo 27. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Ministro del Interior del Gobierno del Estado. Maracaibo, 30 de agosto
de 1875.
288 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 147-148.
289 Bessón, 1993, Ob. Cit., tomo III, p. 436-438.
M, P  E       M
127
Manuela Bravo de Casanova, Mercedes Faría de Martel, Rosa Padrón de
Osorio, Carmen Aranguren de Groux, Francisca Paz de Echeverría, Dolores
Delgado de Fernández, Manuela Corona de Barrera, Francisca Mendoza,
Carmen Urdaneta de Ramírez, Concepción Urdaneta de Bustamante,
Juana Paula D’ Erizans, Rosa Negrón, Victoria Ortega, Matilde González,
Mercedes Urdaneta Palenzuela, Rafaela Lebo, Antonia Torbetuí, Sergia
Meoz, Teresa González Meoz, Celsa Negrón y Matilde Pocaterra.
Muchas de ellas ya estaban vinculadas a la Casa de Benecencia
desde antes de su fundación, como se estudió al principio de este capítulo,
por lo cual esta iniciativa “interesante y un tanto insólita” cuyo nombre
aludía a una “Congregación Religiosa
290
, vino a ser la continuación de la
cruzada iniciada por aquellas damas y damiselas en 1860. No obstante, “la
Congregación funcionó escasamente cuatro años, según otros, se disolv
en 1890 con la llegada de las monjas que, por casualidad del destino, serán
las Hermanas de la Caridad de Santa Ana
291
.
Las evidencias conrman que la Casa de Benecencia se repuso
de la crisis que amenazó su existencia tras la revuelta de 1874, gracias a los
esfuerzos de su sociedad rectora y la congregación femenina creada por esta
y citada anteriormente. Una muestra de ello lo constituye lo enunciado en
el acuerdo para la celebración de su 18º aniversario en 1877:
Sí: vengan todos; que la caridad tiene abiertos sus
brazos para todos los mortales y el Instituto sus puertas.
Vengan los que cooperan con sus limosnas á sostener el
Establecimiento, vengan á palpar su marcha progresiva
y á convencerse de que lo que sale de sus arcas volverá á
ellas porque se ha empleado en benecio de los pobres;
vengan estos á ver el Asilo que un pueblo relijioso [sic],
humanitario, caritativo, les prepara para sus infortunios.
Vengan todos y saldrán con el corazón henchido de gozo,
alta la frente y serena la mirada, dando al Cielo gracias
fervientes por haber visto implantado en el Zulia lo mas
hermoso que puede verse. Un Instituto de benecencia
perfectamente organizado que llena los nes de su
290 Ocando Yamarte, 2004, Historia del Zulia, p. 353.
291 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 142.
(1860-1885) É O
128
creación. – La Casa de Benecencia de Maracaibo
292
.
A este nuevo aniversario llegaron a ser invitados el Presidente del
Estado
293
y el Ministro del Interior
294
, quienes fueron exhortados a visitar
la institución, al tiempo que recibían “las especicaciones que respecto á
empleo de fondos Vª quiera U. tener, pudiendo así juzgar si las limosnas que
se la dedican tienen un empleo digno del objeto á que se destinan.
A través de un ocio expedido el 7 de julio de 1879, el Presidente
del Estado, J. V. Guevara, contesta con beneplácito al Presidente de la
Sociedad de Benecencia tras el envío hecho por este del Reglamento y
Acuerdos Especiales de dicha institución, y señala que los conservará:
(…) como una prueba de la nobleza de sentimientos
y de la caridad de sus miembros, y como prenda de lo
mucho que se interesan no solo en curar las dolencias de
la humanidad sino en servir al bien de sus compatriotas
295
.
Menciona también que, en su carácter de ciudadano particular y
de Presidente Provisional del Estado, trabajará “por la prosperidad del asilo
benéco que se halla bajo la dirección de esa Sociedad cuya piadosa misión
de aliviar al prójimo aijido [sic] le atrae la admiración y la Simpatía de
quien la conoce
296
.
En febrero de 1879, la Sociedad de Benecencia estrena junta
directiva: Presidente, Zeferino Fossi; Vicepresidente, Pedro Bracho;
Inspector General, Francisco María Pulgar; Tesorero, Antonio Bustamante;
Secretario, Ángel Casanova
297
. Véase nuevamente la presencia de
292 AHZ, año 1877, tomo 4, legajo 27. Acuerdo de la Sociedad de Benecencia sobre
la celebración de su aniversario. Maracaibo, 1 de agosto de 1877.
293 AHZ, año 1877, tomo 4, legajo 27. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Estado. Maracaibo, 1 de agosto de 1877.
294 AHZ, año 1877, tomo 4, legajo 27. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Ministro de lo Interior del Gobierno del Estado. Maracaibo, 1 de agosto
de 1877.
295 AHZ, año 1879, tomo 6, legajo 12. Comunicación del Presidente del Estado
Zulia al Presidente de la Sociedad de Benecencia. Maracaibo, 7 de julio de 1879.
296 Ídem.
297 AHZ, año 1872, tomo 6, legajo 12. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Jefe Civil y Militar del Estado Zulia. Maracaibo, 17 de febrero de 1879.
M, P  E       M
129
francmasones en la misma: Bracho, Pulgar y Casanova. En agosto de 1879,
el Presidente del Estado, general José Victorio Guevara, se dirige al Ministro
de Obras Públicas en referencia al antiguo edicio sede del Hospital Militar,
contiguo a la Casa de Benecencia, del cual no se posee documento que
acredite su pertenencia a la Nación. Precisa que, en razón de su estado
ruinoso, el Gobierno del estado Zulia desea destinarlo a la ampliación del
mencionado asilo de pobres:
(…) haciendo de esa manera doble benecio: á esta
ciudad, í á la humanidad entera con el mejoramiento de
un instituto de que reporta cada día mayores bienes; i
del Gobierno General, pues es, por igual causa, la casa de
benecencia hospedaje siempre abierto á los enfermos de
las fuerzas nacionales existentes en el Estado
298
.
De allí que se solicita el permiso correspondiente para donar el
edicio a la Casa de Benecencia o se ordene un justiprecio, el cual sería
satisfecho por el Gobierno del Estado. Como respuesta a ello, el general
Antonio Guzmán Blanco, entonces Presidente de la República, autoriza a
la Sociedad de Benecencia para emplear el edicio del Hospital Militar. Al
respecto, Guerrero cita a Guzmán Blanco y la autorización por él emitida:
Yo convengo en que la Sociedad de benecencia utilice el
edicio y ya he dispuesto lo conducente al caso; pero con
la condición de que si se destina, por cualquier motivo, a
uso distinto, queda de hecho desvirtuada la concesión que
yo hago
299
.
Aun tratándose de una concesión, donde cabe interrogarse si
privó el carácter autocrático de Guzmán Blanco expresado en su oposición
maniesta al estado Zulia o su condición de masón del Grado 33º y
protector de la francmasonería venezolana, nalmente el edicio pasaría
denitivamente a manos de la Sociedad de Benecencia, la cual reconstruyó
la infraestructura para anexarla a la sede de la Casa de Benecencia. Una vez
298 AHZ, año 1872, tomo 6, legajo 12. Comunicación del Presidente del Estado al
Ministro de Obras Públicas. Maracaibo, 14 de agosto de 1879.
299 Guerrero Matheus, 1961, Ob. Cit., p. 45.
(1860-1885) É O
130
reconstruida, sirvió de sede al Asilo de Huérfanos, instalado el 6 de enero
de 1883.
Para 1882, la Casa de Benecencia estaba organizada en dos
secciones: la Benecencia propiamente dicha, con tres salas para las
inválidas y dos para los inválidos; y el Hospital Anexo, con cinco salas para
hombres (San Jorge, San Enrique, San Antonio, San José y de Marinos) y
tres para mujeres (Nuestra Señora de los Ángeles, Santa Ana e Inmaculada
Concepción); además de las áreas de consultas médicas, operaciones,
farmacia, cocina, etc. Los nombres de las salas de hombres no aludían a
advocaciones religiosas, sino a los benefactores de la Casa de Benecencia:
Jorge Sutherland, H. E. Breuer y Antonio Bustamante
300
.
En junio del mismo año, y en atención a una disposición del
Gobernador de la Sección Zulia, la Casa de Benecencia abriría un centro
de vacunación en su sede al igual que el Hospital Chiquinquirá y el Colegio
Federal. Se instalaron tales centros el 8 de junio y funcionaron durante dos
meses
301
.
A pesar de la labor cumplida por la Casa de Benecencia, persistía
la práctica de la mendicidad en Maracaibo. Recuérdese que para 1873 ya
existía una prohibición de circulación de indigentes en las calles, pero en
1883 la situación continuaba y, por ende, la restricción continuaría. Pudiera
pensarse que la ruina económica y social siempre desencadenada por las
guerras civiles y los alzamientoshaya sido un factor determinante para la
proliferación de mendigos, pero existiendo una Casa de Benecencia que
funcionaba apropiadamente no era justicable la presencia de pordioseros
en las calles de Maracaibo, considerados por ello como falsos indigentes
que atentaban contra la moral urbana
302
. En vista de semejante situación,
una nueva medida decretada en abril de 1883, reiteró aquella prohibición
con penas de arresto para quienes la infringieran, y la prensa contribuyó a
combatir dicho agelo al inuir en la opinión pública
303
.
Más adelante, en 1884, durante la presidencia de Alfredo Vargas,
la Sociedad de Benecencia inaugura tres nuevas salas masculinas cuyos
nombres honraban las memorias de los propulsores y primeros benefactores
de la Casa de Benecencia de Maracaibo: Bosset, en alusión al obispo Dr.
300 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 149-150.
301 El Posta del Comercio. No 261: 9-06-1882. Año II, Mes XXXIII.
302 El Posta del Comercio. No 548: 18-08-1883. Año IV. Mes XLVIII.
303 Bermúdez, 2006, Vivir en Maracaibo en el siglo XIX, p. 97.
M, P  E       M
131
Juan Hilario Bosset, fenecido ya en 1873; Hernández, en referencia al
periodista Pedro José Hernández, muerto en 1875; y Casanova, aludiendo
a Ángel Casanova
304
. Este último había fallecido en julio de 1881, y recibido
elevados honores en los funerales que se le tributaron, por cuanto “En la
Casa de Benecencia, escrito en el corazón de los pobres, deja recuerdos
imperecederos”
305
. Un lustro después, en diciembre de 1886, moría otro de
sus benefactores: Pedro Bracho, siendo solemnemente velado en el salón de
sesiones de la Sociedad de Benecencia y en el Templo de Santa Ana
306
.
Finalmente debe observarse la continuidad de las actividades de la
Casa de Benecencia, expresadas en la celebración de su XXV aniversario
en 1885, donde harían acto de presencia tanto el Presidente de la entonces
Sección Zulia (la región formaba parte del Gran Estado Falcón-Zulia)
como los miembros del Consejo Seccional
307
. Dicha celebración, como las
anteriormente descritas, reejan la bonanza que no desamparó a la Casa
de Benecencia de Maracaibo, a pesar de las guerras civiles y rebeliones
caudillistas propias de la época, todo ello gracias a la protección permanente
de las autoridades estatales y al respaldo ofrecido por la sociedad marabina
desde su fundación en 1860.
304 García Mac Gregor, 1997, Ob. Cit., p. 155.
305 El Posta del Comercio. No 169: 11-07-1881. Año II, Mes XXII.
306 AHZ, año 1879, tomo 4, legajo 23. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Secretario de Gobierno de la Seccional. Maracaibo, 4 de diciembre de
1886.
307 AHZ, año 1885, tomo 3, legajo 10. Comunicación del Presidente de la Sociedad
de Benecencia al Presidente del Consejo Seccional. Maracaibo, 1 de agosto de 1885.
(1860-1885) É O
132
José Antonio Páez
M, P  E       M
133
Pedro Bracho
(1860-1885) É O
134
Juan Crisóstomo Falcón
M, P  E       M
135
Antonio de Guruceaga
(1860-1885) É O
136
Venancio Pulgar
M, P  E       M
137
Fulgencio María Carías
(1860-1885) É O
138
CAPÍTULO V
CONSIDECIONES FINALES
L
a creación de la Casa de Benecencia en la Maracaibo decimonónica
marcó una pauta importante en la sociedad de entonces que, si bien
se mostró escéptica, al menos en su sector católico, ante un proyecto
de impacto social fraguado por francmasones, a la larga terminó volcando
sus esfuerzos y sentimientos a favor de esta obra que devenía en un progreso
moral y material ya que, al albergar a los pordioseros de la ciudad, se
ejecutaba una labor de saneamiento social que permitía a los maracaiberos
mostrar la cara de una ciudad moderna, progresista y ordenada. Al mismo
tiempo, se cumplía con una labor de regeneración al convertir a aquellos
indigentes en individuos útiles y factores proactivos que podían ser
partícipes del intenso movimiento socioeconómico y sociocultural, en
lugar de ser los marginados de una sociedad que no toleraba su presencia en
las calles y esquinas.
Naturalmente, el origen masónico de la Casa de Benecencia de
Maracaibo sería en un principio razón de cuestionamiento, pero, tomando
en cuenta la participación de notables clérigos con formación ilustrada en
las diversas actividades de esta institución, puede que en la práctica de la
caridad los dignatarios del catolicismo maracaibero y, por consiguiente, el
sector ultracatólico marabino, hayan encontrado un punto conciliatorio
con la masonería maracaibera, más allá de sus reservas doctrinarias para
con esta Orden, contraria a todas las formas de dogmatismo y defensora del
librepensamiento y el laicismo. Tampoco puede desecharse el hecho de que
los masones actuaban en el poder estatal y, consecuentemente, ser contrario
a una obra que contaba con el beneplácito del Ejecutivo del estado Zulia,
era como arar sobre el mar.
Al respecto, pueden citarse las palabras de Besson quien, al aludir
a los 70 años de la Casa de Benecencia de Maracaibo (1930), reitera lo
siguiente:
Hay que convenir que la Casa de Benecencia ha ejercido una
de las más grandes y decisivas inuencias en la realidad social venezolana.
A ellas están íntimamente ligados los triunfos médicos y especialmente
M, P  E       M
139
las conquistas quirúrgicas del conglomerado, y ella sigue siempre con
ritmo creciente ejerciendo su apostolado en ese pueblo que también le ha
comunicado sus energías y su fuerza de voluntad.
Inmenso caudal de esfuerzos representa en verdad la Casa de Benecencia,
desde aquellos remotos tiempos de su fundación hasta éstos en que todo el
Zulia celebra alborozado su septuagésimo quinto aniversario
308
.
En otro orden de ideas, las evidencias historiográcas aseveran
que el mecenazgo de las autoridades regionales, tanto ejecutivas como
legislativas, constituyó un elemento fundamental no solo en la fundación,
sino también en la subsistencia de la Casa de Benecencia en sus primeros
decenios de actividad.
El ideal de la benecencia materializado en una institución de
caridad y asistencia social, fue parte del accionar político de los gobiernos
constituidos entre 1860 y 1885, pues se observa la constante interacción
entre el Poder Público Regional y los dirigentes de la institución,
inicialmente los directivos de la Logia “Regeneradores” N
o
15 y, más
adelante, los de la Sociedad de Benecencia. Una interacción cuyo resultado
fue el fomento de diversas iniciativas económicas para el sostenimiento
de la Casa de Benecencia, tales como impuestos a determinados rubros,
privilegios de ejecución de labores mercantiles y el producto de las
actividades de instancias comerciales creadas para tal cometido, sin olvidar
las subvenciones o mensualidades provenientes de los fondos del Estado.
Allende ciertas fallas y retrasos, motivados principalmente por las
guerras civiles y alzamientos, no poco frecuentes en aquella época saturada
de caudillos que entre sí rivalizaban por el poder político, siempre estuvo
presente la acción estatal a favor de la protección y auspicio de aquel asilo
de pobres.
Asípues, hubo una suerte de simbiosis entre el sector gubernamental
político y el sector comercial económico que contribuyóresueltamente a
la supervivencia y posterior consolidación de la Casa de Benecencia de
Maracaibo. Este logro se debió a tres factores esenciales:
(…) la protección decidida de los Gobiernos que han
venido rigiendo al Zulia desde la feliz instalación de aquel
Asilo de la indigencia, del alto comercio de esta ciudad que
constituyó voluntariamente la renta más segura de que el
308 Besson, 1993, Historia del Zulia, tomo IV, p. 364-365.
(1860-1885) É O
140
Instituto ha venido disfrutando, y del celo y consagración
con que sus empleados han venido desempeñando los
deberes de su cometido
309
.
Seguidamente, no puede relegarse a un segundo plano el papel
fundamental de la masonería maracaibera, representada en la Logia
“Regeneradores” N
o
15. Indubitablemente, la Casa de Benecencia fue una
obra masónica, planteada y organizada por los miembros de esta institución
de corte losóco, lantrópico, iniciático y esotérico, pero dicho accionar
no se circunscribió únicamente en la conformación de la estructura, así
como su administración en los primeros cinco años de su existencia.
Pese a la constitución de la Sociedad de Benecencia en 1865
como nuevo órgano rector del instituto, aquella logia masónica no delega
sus funciones en dicha Sociedad sin antes establecer las premisas normativas
que permitieran a los masones conservar un considerable grado de control
e inuencia en la dirección de la Casa de Benecencia de Maracaibo, acaso
para que no llegara a desvirtuarse en ningún momento el propósito para el
cual había sido concebida.
Esto último permite inferir que la Logia, si bien delegóen manos
particulares la administración de la Casa de Benecencia de Maracaibo,
mantuvo una inuencia o vinculación indirecta, pero notable, mediante la
presencia de masones activos en ella. Dicha vinculación se prolongó más
allá del período objeto de estudio, y así en 1908, el entonces Venerable
Maestro de la Logia, Abraham Azancot, impulsa a los miembros de su
fraternidad a preparar anticipadamente para 1910 la celebración de los
50 años de la Casa de Benecencia, “Instituto considerado hoy como el
primero de su clase en Sur-América, y para este especial acontecimiento
gloria de la Masonería” son comisionados Simón González Peña, Moisés
Azancot, Antonio Barboza y Manuel Silva Villasmil
310
.
En el mismo orden de ideas, conviene mencionar que la actuación
masónica, respecto a la Casa de Benecencia, no se limitó al espacio de
la logia maracaibera ni a la labor que los integrantes de esta ejercieron
directamente sobre aquella. Otros francmasones actuaron desde sus
309 Casanova, 1884, Historia de la Casa de Benecencia de Maracaibo, desde su
Fundación en 1860 hasta diciembre de 1883, p. 24-27.
310 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1908. Acta de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 24 de agosto de 1908, E.. V..
M, P  E       M
141
posiciones jerárquicas en la política y en el comercio para favorecer
continuamente al también llamado asilo de la caridad.
Es posible argumentar que, más allá de los nexos políticos,
económicos e institucionales existentes entre la Casa de Benecencia de
Maracaibo y su corporaciones rectoras (la Logia “Regeneradores” N
o
15
y la Sociedad de Benecencia) con los poderes Ejecutivo y Legislativo del
estado Zulia, también prevaleció el espíritu de fraternidad y solidaridad
característico de los masones que hacían vida en esos espacios de la
sociedad zuliana, lo cual sirvió a la vez como recurso que aseguraba la
existencia y protección de una institución cuyo objetivo era el progreso
urbano mediante la erradicación de la mendicidad.
Esta poderosa inuencia ejercida por los masones marabinos será
destacada en el siglo XX por uno de sus miembros activos, Mario A. Mañón
(hijo), al efectuar una disertación acerca de “la importancia inuentiva
de la Resp.. Log.. Regeneradores N
o
6 en este Or.., á la que la posteridad
consagrará como una reliquia histórica masónica
311
.
Prosiguiendo con las reexiones, no ha de olvidarse un elemento
tan importante como los anteriormente mencionados, si acaso no es el
primero en importancia. Se trata del amplísimo trasfondo ideológico a
partir del cual se gestó la fundación, conducción y sostenimiento de la Casa
de Benecencia de Maracaibo.
Semejante factor no puede pasar inadvertido para el lector, el
investigador y el historiador, por cuanto la heterogeneidad del pensamiento
aglutinador de las elites política, económica, social y religiosa (con
la masonería merodeando en ellas) expresada en la combinación de
la Ilustración, el Enciclopedismo, el Liberalismo, el Positivismo y el
Cristianismo primigenio, con el pensamiento masónico como punto de
encuentro y elemento de cohesión entre todas las corrientes losócas
antes nombradas, sería denitivamente el eje operativo y ductor de la
institución constituida como vehículo para el alcance y triunfo del progreso
y la civilización en una ciudad puerto abierta al inujo de aquellas ideas,
unas decimonónicas y otras de mayor tradición y antigüedad.
Ante las consideraciones anteriormente expresadas, las cuales
procuran condensar lo que se desprende de la presente investigación, surge
un planteamiento. Este se resume en la necesidad ostensible de estudiar la
311 Archivo de la Logia “Regeneradores” No 6, año 1924. Acta de Tenida Ordinaria
de Aprendiz. Or.. de Maracaibo, 29 de diciembre de 1924, E.. V..
(1860-1885) É O
142
historia de la masonería en el estado Zulia, y no limitarse meramente en la
narración de sus orígenes, su actividad a lo largo de los siglos y sus miembros
más prominentes, sino profundizar en la comprensiónde su participación
en los procesos, hechos y coyunturas de nuestra historia.
En consecuencia, para entender integralmente el proceso histórico
de la región zuliana, habrá que estudiar y comprender cómo esta antiquísima
y críptica institución formó parte activa en dicho proceso y, siguiendo el
orden de las ideas, hasta qué punto la masonería actuó para contribuir
en la formación de nuestro acervo histórico, político, y sociocultural en
los diferentes espacios donde ella tuvo la oportunidad de ejecutar sus
acciones basadas en los ancestrales principios que ha promulgado desde
sus orígenes como sociedad secreta. Pues, al entender el importante
movimiento sociopolítico y socioeconómico desencadenado en torno a
la Casa de Benecencia de Maracaibo, podría tener visos de factibilidad la
posible intervención de la masonería en otras iniciativas y sucesos de índole
variada con importante repercusión sobre el contexto histórico del Zulia y
su formación como región histórica.
M, P  E       M
143
Rafael Villavicencio
(1860-1885) É O
144
José Ramón Yepes
M, P  E       M
145
Jacinto Gutiérrez
(1860-1885) É O
146
Gregorio Fidel Méndez
M, P  E       M
147
Antonio Guzmán Blanco
(1860-1885) É O
148
Alfredo Vargas
M, P  E       M
149
FUENTES DOCUMENTALES
Fuentes Bibliográficas
AGUILAR MEZA, Ovidio (2016). En búsqueda de la verdad. ¿Fue Miranda
masón? Los Teques, Venezuela: Fundación Fondo Editorial Simón
Rodríguez, Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos.
ALBA, Yolanda (2014). Masonas. Historia de la masonería femenina (2ª
edición). Madrid, España: Editorial Almuzara.
ÁLVAREZ VÁZQUEZ, Manuel (2014). “Manuel de Jesús Arocha
Fernández (1799-1861): huella campogibraltareña de un supuesto médico,
masón y prócer venezolano” en Gibraltar, Cádiz, América y la masonería:
constitucionalismo y libertad de prensa, 1812-2012. Coordinador por: José
Miguel Delgado Idarreta y Antonio Morales Benítez. Zaragoza, España:
Ediciones del Gobierno de Gibraltar, Centro de Estudios Históricos de la
Masonería.
ARIAS, Fidias G. (2006). El Proyecto de Investigación. Introducción a la
metodología cientíca. (5ª edición). Caracas, Venezuela: Editorial Episteme.
ARRÁIZ LUCCA, Rafael (2011). Venezuela: 1728-1830. Guipuzcoana e
Independencia. Caracas, Venezuela: Editorial Alfa, Biblioteca Rafael Arráiz
Lucca.
ARRIETA MELÉNDEZ, Orlando (2001). “Historia de la circulación
sanguínea hasta el siglo XVII” en Discursos de incorporación – 1976-1987
(I). Compilado por: Luis Guillermo Hernández. Maracaibo, Venezuela:
Ediciones del XXV Aniversario de la Academia de Historia del estado Zulia.
BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (2002). Francmasonería en acción.
Maracaibo, Venezuela: Fondo Editorial Moral y Luces.
BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (1988). General Rafael Urdaneta
ancmasón. Maracaibo, Venezuela: Ediciones de los Cuerpos Masónicos
(1860-1885) É O
150
del Zulia.
BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (2003). Manual del Maestro Masón.
Maracaibo, Venezuela: Fondo Editorial Moral y Luces.
BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (2001). Memorias del Zulia.
Maracaibo, Venezuela: Ediciones del XXV Aniversario de la Academia de
Historia del estado Zulia.
BERMÚDEZ, Nilda (2006). Vivir en Maracaibo en el siglo XIX (2ª edición).
Maracaibo, Venezuela: SERBILUZ, Colección Zuliana.
BESSON, Juan (1993). Historia del Zulia (3ª edición, 4 vols.). Maracaibo,
Venezuela: Gobernación del estado Zulia, Secretaría de Educación, Fondo
Editorial “Dr. Raimundo Andueza Palacio.
CARDOZO, Elsa (2010). Manuel Palacio Fajardo. Caracas, Venezuela:
Biblioteca Biográca Venezolana.
CARDOZO GALUÉ, Germán (1991). Maracaibo y su Región Histórica.
El circuito agroexportador 1830-1860. Maracaibo, Venezuela: Colección
Centenario de LUZ.
CASANOVA, Ángel (1884). Historia de la Casa de Benecencia de
Maracaibo, desde su Fundación en 1860 hasta diciembre de 1883. Maracaibo,
Venezuela: Imprenta Americana.
CASTELLÓN, Hello; CASTILLO, Francisco (1974). Quién es quién en la
Masonería Venezolana. Caracas, Venezuela: Autor.
DAGNINO, Manuel (1967). Obras Completas. Estudios Históricos y
Biográcos (1ª edición, 2 vols.). Maracaibo, Venezuela: Ediciones de la
Universidad del Zulia.
DONÍS RÍOS, Manuel (2007). El báculo pastoral y la espada. Relaciones
entre la Iglesia Católica y el Estado en Venezuela (1830-1964). Caracas,
M, P  E       M
151
Venezuela: Ediciones de la Universidad Católica Andrés Bello, bid & co.
Editor, Colección Histórica.
FACCIUTO, Alejandra (2005). La Sociedad de Benecencia. Lo oculto en la
bondad de una época. Buenos Aires, Argentina: Editorial Espacio.
GARCÍA MAC GREGOR, Ernesto (1997). Maracaibo y los 400 años del
Hospital Central. Maracaibo, Venezuela: Ars Gráca.
GUERRERO MATHEUS, Fernando (1961). Anteproyecto Biográco de
la Casa de Benecencia de Maracaibo (Hospital Central Dr. Urquinaona).
Maracaibo, Venezuela: Ocina de Información y Relaciones Públicas del
Ejecutivo del estado Zulia.
HERNÁNDEZ, Luis G. y PAR, Jesús A. (1999). Diccionario General
del Zulia (1ª edición, 2 vols.). Maracaibo, Venezuela: Ediciones del Banco
Occidental de Descuento (B.O.D.).
HOSPITAL CENTL (1960). Libro de Oro Centenario Hospital Central
Dr. Urquinaona. 1860 – 5 de agosto – 1960. Maracaibo, Venezuela: Hospital
Central, Comisión Profestejos.
JIMÉNEZ, Elsi (2008). Inuencia del pensamiento masónico en la educación
venezolana del siglo XIX. Caracas, Venezuela: Ediciones de la Biblioteca –
UCV.
UFFMANN, Pierre; CHERPIN, Frederic (2012). Historia Filosóca de
la Francmasonería (edición especial) Traducido por DE SILVA, Carolina.
Maracaibo, Venezuela: Ediciones de la Respetable Logia Simbólica
“Regeneradores” N
o
6.
LAVAGNINI, Aldo (2006). Manual del Aprendiz (4ª edición). Buenos
Aires, Argentina: Editorial Kier.
LAVAGNINI, Aldo (2008). Manual del Compañero (3ª edición). Buenos
Aires, Argentina: Editorial Kier.
(1860-1885) É O
152
MARTÍN-ALBO, Miguel (2006). La Masonería. Una hermandad de carácter
secreto. Madrid, España: Editorial LIBSA.
MEZA DORTA, Giovanni (2012). Miranda y Bolívar. Dos visiones (4ª
edición). Caracas, Venezuela: Ediciones de la Universidad Católica Andrés
Bello, bid & co. editor, Colección Histórica.
MILLARES CARLO, Agustín (1977). Maracaibo y la Independencia de
Venezuela. Caracas, Venezuela: Archivo General de la Nación.
MORÓN, Guillermo (1998). Los Presidentes de Venezuela (4ª edición).
Caracas, Venezuela: Editorial Planeta Venezolana S.A., Colección Voces de
la Historia.
OCANDO YAMARTE, Gustavo (2004). Historia del Zulia (3ª edición).
Maracaibo, Venezuela: Autor.
ORTEGA, Rutilio (2008). Venancio Pulgar. Autonomía e identidad del Zulia.
Maracaibo, Venezuela: Ediciones del Vicerrectorado Académico de la
Universidad del Zulia, Colección Textos Universitarios.
PERMÓN, Édgar (1997). Breve historia del Supremo Consejo de la
Masonería Venezolana. Caracas, Venezuela: Autor.
PERMÓN, Édgar (1997). La Masonería en Venezuela (1797-1838).
Caracas, Venezuela: Editorial Lautaro.
QUEVEDO PAR, Yamarilis; CARDOZO GALUÉ, Germán (2009).
“La elite intelectual de Maracaibo a nes del siglo XIX” en IX Seminario
Internacional de Estudios del Caribe (Naciones, poder y cultura en el Caribe).
Cartagena, Colombia: Universidad de Cartagena.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (2001). Diccionario de la Lengua Española
(22a edición, 10 vols.). Madrid, España: Espasa.
M, P  E       M
153
RESPETABLE LOGIA ESTRELLA BOLÍVAR N
o
118 (2011).
Contribución de la Masonería a la Independencia de Venezuela (1ª
edición) Caracas, Venezuela: Autor.
SERNO ACOSTA, Jorge (2014). El Rito York. La culminación de
la Antigua Masonería (4ª edición). Caracas, Venezuela: Autor.
SILVA CEDEÑO, José R. (1986). Bosquejo histórico de una logia
centenaria (1ª edición, 2 vols.). Caracas, Venezuela: Autor.
SUBERO, Efraín (2000). La Masonería en Venezuela (1ª edición, 2 vols.)
Caracas, Venezuela: Ediciones de la Gran Logia de la República de
Venezuela.
TINOCO GUER, Antonio (2007). La idea de progreso en el pensamiento
positivista venezolano. Siglos XIX y XX. Maracaibo, Venezuela: Ediciones del
Vicerrectorado Académico de la Universidad del Zulia, Colección Textos
Universitarios.
URDANETA QUINTERO, Arlene (1989). La Revolución de las Reformas
en Maracaibo. Campesinos y Tembleques (1834-1835). Caracas, Venezuela:
Centro de Investigaciones Históricas, Universidad Santa María.
URDANETA QUINTERO, Arlene (2008). Tiempos de Federación en el
Zulia. Construir la nación en Venezuela. Caracas, Venezuela: Biblioteca
de la Academia Nacional de la Historia: Serie Fuentes para la Historia
Republicana de Venezuela.
VANNINI DE GERULEWICZ, Marisa (2014). El misterio de Francisco
Isnardi. Caracas, Venezuela: Fudavag Ediciones.
VARIOS AUTORES (2010). Diccionario de Historia de Venezuela (2ª
edición, 1ª reimpresión, 4 vols.). Caracas, Venezuela: Fundación Empresas
Polar.
VÁZQUEZ, Belín; PÉREZ JIMÉNEZ, César (2012). Estado liberal y
(1860-1885) É O
154
gubernamentalidad en Venezuela. Caracas, Venezuela: Fundación Centro
Nacional de Historia: Colección Monografías.
Fuentes Hemerográficas
Periódico “Correo de Occidente. Maracaibo.
N
o
36: 11 de febrero de 1860.
N
o
38: 18 de febrero de 1860.
N
o
39: 22 de febrero de 1860.
N
o
40: 25 de febrero de 1860.
N
o
58: 18 de abril de 1860.
Periódico “El Faro del Zulia. Maracaibo.
N
o
31: 20 de agosto de 1864.
N
o
33: 3 de septiembre de 1864.
N
o
34: 10 de septiembre de 1864.
N
o
35: 17 de septiembre de 1864.
N
o
36: 24 de septiembre de 1864.
N
o
39: 15 de octubre de 1864.
N
o
44: 19 de noviembre de 1864.
N
o
48: 17 de diciembre de 1864.
Periódico “El Posta del Comercio. Maracaibo.
N
o
169: 11 de junio de 1881.
N
o
261: 9 de junio de 1882.
N
o
548: 18 de agosto de 1883.
Revista “El Desafío de la Historia. Caracas.
N
o
10, Año 2: PLAZA, Elena. “La última presidencia. Cuando el prestigio
no es suciente, p. 60-65.
Revista “Luz Masónica. Maracaibo.
N
o
19 (agosto, septiembre y octubre de 1954): PORTILLO GÓMEZ,
Alfonso. “Discurso de Orden en el Acto de Inauguración del Templo
Regeneradores, p. 21-24.
M, P  E       M
155
Boletín de la Academia de Historia del Estado Zulia. Maracaibo.
N
o
43 (octubre de 2007): NAGEL VON JESS, Kurt. “Juan Nepomuceno
Santana, p. 137-143.
Hojas Sueltas.
BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (1997). “Discurso de Orden con
motivo de celebrarse el Solsticio de Verano y el 185º Aniversario de la
fundación de la Logia Regeneradores N
o
6”. Maracaibo, Venezuela: Autor.
CARDOZO GALUÉ, Germán (2004). “Cienticidad del Conocimiento
Histórico. Maracaibo, Venezuela: La Universidad del Zulia, Facultad
de Humanidades y Educación, División de Estudios para Graduados,
Programa de Historia de Venezuela, Seminario Trabajo de Grado I.
MARDONES, Enrique (1998). “Algunos aspectos históricos de la
Respetable Logia Simbólica Regeneradores N
o
6”. Maracaibo, Venezuela:
Autor.
RESPETABLE LOGIA REGENEDORES N
o
6. Cuadro de las DD..
O.. y demás miembros de la Resp.. Log.. Regeneradores N
o
6 Or.. de
Maracaibo, la cual celebró la instalación de sus nuevos funcionarios el 21
de Diciembre de 1879 (E.. V..). Or.. de Maracaibo, 31 de enero de 1880,
E.. V..
Fuentes de Archivo
Acervo Histórico del estado Zulia (AHZ).
Año 1860: Tomo 14.
Año 1861: Tomo 1.
Año 1862: Tomo 1.
Año 1863: Tomos 9, 17.
Año 1865: Tomo 11.
Año 1868: Tomos 2, 15, 20.
Año 1869: Tomo 20.
(1860-1885) É O
156
Año 1871: Tomo 5.
Año 1872: Tomo 17.
Año 1874: Tomo 8.
Año 1875: Tomo 4.
Año 1876: Tomo 11.
Año 1877: Tomo 4.
Año 1878: Tomo 15.
Año 1879: Tomo 6.
Año 1880: Tomo 4.
Año 1881: Tomo 2.
Año 1883: Tomos 3, 16.
Año 1885: Tomo 3.
Archivo de la Logia “Regeneradores” N
o
6.
Año 1880.
Año 1908-1909.
Año 1922-1926.
Año 1923.
Fuentes Electrónicas
ASOCIACIÓN CASA DE BENEFICENCIA DE VALLADOLID.
“Historia”. Valladolid, España: www.benecencia.informp.com, 2009.
BARBOZA DE LA TORRE, Pedro A. (1990). “Las Sociedades
Paramasónicas”. Maracaibo, Venezuela. www.r6.org.ve, 2012.
DIPUTACIÓN DE TERUEL (2009). “Historia de la Casa de Benecencia.
Teruel, España: www.dpteruel.es, 2009.
INSTITUTO DE CULTU PUERTORRIQUEÑA (2003). “Acerca del
ICP. Sede. San Juan, Puerto Rico: www.icp.gobierno.pr, 2009.
THE INTERNATIONAL SOVEREIGN SANCTUARY –
INTERNATIONAL COORDINATION OF THE ANCIENT AND
M, P  E       M
157
PRIMITIVE RITE OF MEPHIS _ MISÏM. “Rito de Memphis –
Misraim: un poco de historia. www.iss-ic-memphis-misraim.com, 2012.
JIMÉNEZ, Mariano y JIMÉNEZ G., Mariano (2006). “La Casa de
Benecencia y la Maternidad” en Magazine de “La Lucha. Matanzas, Cuba:
www.guije.com, 2009.
POMPIER, Charles (2003). “¿Qué es la Francmasonería Primitiva?”.
rida, México: Ediciones de la Revista Hiram Abif, p. 21-23. www.
misraim3.free.fr, 2012.
RESPETABLE LOGIA SIMBÓLICA “REGENEDORES” N
o
6
(2009). “La Francmasonería: Esotérica, pero no secreta. Maracaibo,
Venezuela: www.r6.org.ve, 2011.
ACADEMIA DE HISTORIA DEL ESTADO ZULIA
JUNTA DIRECTIVA 2019-2021
Juan Carlos Morales Manzur
Presidente
Édixon Ochoa Barrientos
Vicepresidente
Pedro Romero Ramos
Secretario
Reyber Parra Contreras
Tesorero
Ada Ferrer Pérez
Bibliotecaria
FONDO EDITORIAL
DE LA ACADEMIA DE HISTORIA DEL ESTADO ZULIA
Juan Carlos Morales Manzur
Presidente
Jorge Vidovic López
Coordinador
Reyber Parra Contreras
Édixon Ochoa Barrientes
Lucrecia Morales García
Miembros
FONDO EDITORIAL
ACADEMIA DE HISTORIA DEL ESTADO ZULIA
Édixon Jesús Ochoa Barrientos
(Maracaibo, 19 de julio de 1985).
M
édico Cirujano (LUZ, 2007), Magíster
Scientiarium en Historia de Venezuela (LUZ,
2013), Magíster en Ciencias: mención Orientación en
Sexología (CIPPSV, 2014), músico (instrumentista,
compositor, cantante, productor y arreglista), escritor
(poeta, cuentista, cronista, biógrafo, historiador, orador,
folclorista y autor cientíco), investigador y docente
universitario. Investigador asociado de la Sección de Virología del Instituto de
Investigaciones Clínicas “Dr. Américo Negree” (IIC) (2007), miembro de
la Sociedad Bolivariana del estado Zulia (2003), miembro de la Sociedad de
Autores y Compositores de Venezuela (SACVEN) (2006), presidente fundador
del Centro de Escritores Zulianos “Camilo Balza Donai & Tito Balza Santaella
(CEZ) (2012), individuo de número (2014) de la Academia de Historia del
estado Zulia (sillón XXV) y su vicepresidente (2019-2021), presidente del
Capítulo Regional del Zulia del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela
(2015), vicepresidente refundador del Centro Zuliano de Historia de la Medicina
(2015), miembro titular de la Sociedad Venezolana de Microbiología Capítulo
Zulia (2015), miembro cofundador del Ensamble Universitario LUZ de la Gaita
(2015), investigador activo del Laboratorio de Investigaciones Semióticas y
Literarias de la ULA-Núcleo Trujillo (LISYL) (2016), profesor agregado de la
Facultad de Medicina de LUZ (2011), miembro del Comité de Árbitros de la
Revista Frónesis (2016) y editor asociado de la Revista de la Universidad del
Zulia para el área de Ciencias Exactas, Naturales y de la Salud (2017).
O :
Masonería, política y economía en la Casa de Benecencia
de Maracaibo (1860-1885) (2013), Entre sueños de alcoba y letras. Poemario
erótico (2014), Semiótica y erotismo. La diversidad discursiva del sujeto (coautor
con Luis Javier Hernández y otros, 2014), Conjunto Gaitero Saladillo. Los
gaiteros del pueblo (2015), Nuestra historia menuda: Entre frases y expresiones
(2020) y Celosía (2021), además de artículos cientícos en las áreas de virología,
sexología, historia, politología y música.