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b. Problemáticas Familiares: los adolescentes pertenecientes a
pandillas provienen de familias multiproblemáticas por cuanto
presenta un conjunto de situaciones internas y externas que inciden en
su dinámica (forma de relacionarse, manifestación de afectividad) y
estructura (organización), promoviendo la participación cada vez más
de los niños, niñas y adolescentes en estas agrupaciones sociales
(Rodríguez, 2003; Villegas, 2005; Cruz, 2005; Perea, 2007; Zúñiga,
2010).
Al respecto se pudo establecer en los resultados obtenidos, que estas
familias presentan un conjunto de características enmarcadas en un
ambiente donde se destaca la ausencia de vínculos afectivos entre sus
miembros indicado con un 83%, presencia de conflictividad entre los
miembros del grupo señalado con un 66%, hacia el adolescentes
destacado con un 66%, ausencia de padre con un 83% y, en menor
proporción, pero significativamente de madre con un 50%
respectivamente; aunado al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas
por los padres o adultos significantes, indicado por un 66% de los
encuestados.
De esta forma, la familia lejos de ser un entorno protector y
educador de los niños, niñas y adolescentes, se plantea como un factor
de riesgo, que debe ser considerada en las políticas públicas, planes,
programas y proyectos dirigidos a la prevención de esta problemática
social.
c. Problemáticas educativas: con respecto este aspecto, se
destacaron la deserción escolar con un 66%, la exclusión escolar con un
66% y el fracaso escolar con un 50% cada uno respectivamente. Una de
las causas y consecuencias más significativas de la inclusión de los
niños, niñas y adolescentes en grupos de pandillas es su incidencia en
el proceso educativo (Villegas, 2005; Cruz, 2005; Perea, 2007).
Dicha vinculación hace que esta población no tenga en el fututo
oportunidades para enfrentar los retos y demandas que la vida adulta
plantea y refuerza la cultura de pobreza en el que estos se
desenvuelven. Es por ello, la importancia de fortalecer y vincular las
políticas públicas educativas en el abordaje de esta problemática; por
cuanto la escuela es el segundo entorno protector y socializador de los
niños, niñas y adolescentes, la cual actuaría como contexto para la
acción de los programas de prevención en estos grupos sociales.
d. Problemáticas socio-económicas: los adolescentes que pertenecen
a las pandillas, se encuentran generalmente vinculados a contextos de
pobreza, por lo cual están expuestos a diversas situaciones que afectan
su desarrollo integral (Villegas, 2005; Cruz, 2005; Perea, 2007). Estas
condiciones, conllevan a la vulneración de diferentes derechos y