80 GAITÁN Y URIBE. LÍDERES POLÍTICOS EN PERSPECTIVA COMPARADA
de forma aislada un personaje sin recurrir a la trama de circunstancias e in-
uencias: políticas, ideológicas, religiosas, económicas y sociales, entre otras,
con las que tuvo que lidiar, ya que precisamente son las redes que articulan
generalmente estos factores las que denen, consiente e inconscientemente,
la hoja de ruta de todo líder o curso vital, razón por la cual Ortega y Gasset
(1998) armaba categóricamente: “El hombre es él y sus circunstancias.”
Toda época que se delimite operativamente con nes cientícos en la ca-
tegoría de contexto histórico y político, se caracteriza a grandes rasgos por
el predominio de una serie recurrente de ideas, conceptos, valores, rituales,
prácticas, discursos y, en suma, representaciones sociales que dan cuenta de la
esencia particular del contexto asumido como totalidad dialéctica, es lo que
Hannah Arendt (2004), denió losócamente hablando como “el espíritu
de la época.” En otras palabras, el contexto no es más que el lugar simbóli-
co y material donde se gestan las relaciones asimétricas de poder que desde
el entramado institucional y jurídico, así como desde la cotidianidad de los
mundos de vida, perlan las realidades, tensiones y contradicciones políticas
en las que actúan los sujetos y actores sociales, a la manera del escenario teatral.
En cuanto al criterio de Aspectos ideológicos que sirven de base a la for-
mación discursiva del líder (b), remite a los sistemas de creencias elaborados
que, por un lado, se expresan en un modelo interpretativo de la realidad
–que puede ser exible o rígido según sea el caso– mediante el cual se dota
de sentido y signicación a la multiplicidad de acontecimientos trascenden-
tales y comunes que construyen la realidad y, por otro, cargan de contenido
a los discursos, agendas, programas y acciones políticas concretas que iden-
tican a un liderazgo en su devenir y cohesionan a su grupo de seguidores.
Es de considerar que, algunos líderes usan los dispositivos ideológicos como
mascara de sus verdaderos intereses y justicación discursiva de sus accio-
nes y, otros, por el contrario, tienden a ser consecuentes o, medianamente
consecuentes, con sus convicciones ideológicas a lo largo de su trayectoria
pública lo que denota la disonancia o consonancia cognitiva que los carac-
teriza, situación que no signica que la ideología que sirve de factor aglu-
tinante de un liderazgo y/o a agrupación política particular, pueda sufrir
mutaciones, actualizaciones e imbricaciones en razón de los imperativos del
contexto y su dinamismo, como de hecho sucede.