Diana Flores Carrillo
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sas nacionales. Trata de que sus productos tengan un valor agregado que les diferencie de su
competencia y les ayude a valorar su propio talento, al demostrarles que somos capaces de
proponer nuevas ideas, nuevas formas, nuevos diseños sin necesidad de plagio que a su vez
genera tener un producto monótono. Hay que saber diferenciar entre seguir las tendencias y
proponer alternativas y de limitarse a copiar lo que hay en el mercado.
En cuanto a su trabajo, expresa que, intento ser ético y coherente consigo mismo y con sus
clientes al generar diseños propios, parte desde un concepto para el diseño, toma en cuenta las
necesidades de sus clientes y el target, al cual van dirigidos sus productos. Para responder de
forma coherente, eficaz, práctica y rentable.
Sus mayores influencias son las culturas ancestrales, los movimientos artísticos como el
Art Nouveau, diversas tribus urbanas, historia, naturaleza, mitología, etc.
Las prioridades personales son creer en su propio talento, priorizar la creatividad, la originalidad y
una preparación continua, valorar la profesión al punto de nunca creer que se sabe todo, sino que es
una profesión apasionante, que permite el reto de crecer día a día y que su conocimiento es infinito.
Respecto del perfil del consumidor en el Ecuador, afirma que, considera que nuestro mercado es
muy conservador, de pocos millones de consumidores y de una poder adquisitivo bajo, lo difícil es
crear las propuestas ícono de la colección, ya que los costos de generar nuevos tacones o herrajes a
nivel nacional son bastante elevados, lo cual le convierte en una limitación bastante fuerte a la hora
de diseñar nuevas propuestas, pero también se convierte en un desafío grande, a la vez que atractivo.
Sostiene que el mayor reto de su carrera hasta el día de hoy, ha sido diseñar a contra tiempo
una colección de calzado para el concurso de diseño de la feria “Futurmoda” en España, en
donde, gracias a su propuesta se hizo acreedor al primer puesto de un concurso con más de
100 participantes a nivel de España, Italia, Portugal con varios países de Europa y América.
Aconseja a los diseñadores que nunca dejen de creer en su propio talento, que nunca admi-
tan que nadie, por más que empiecen, les insinúe que es mejor copiar a crear, o que les digan
que todo ya está hecho y que no hay nada por hacer, que diseñar es perder el tiempo cuando
en el internet hay millones de diseños. Amar a su profesión y saber que su creatividad es un
diamante que hay que pulir día a día; que su conciencia de saber que hacen lo correcto no tiene
precio, por lo que ningún cliente ni jefe les puede obligar a dejar de crear a cambio de poner
su nombre en plagios. Que uno tarda años en labrarse un prestigio, el cual hay que construirlo
día a día y que basta un solo error para perder una reputación que nunca se recupera, y que
abandonar la propia estima profesional y copiar es traicionarse a uno mismo.
Nunca copien y si a un cliente no le gusta sus diseños, preguntar por qué y mejorar, hacer
nuevos diseños y mejorar aún más hasta sentirse satisfecho, sigan aprendiendo y crecien-
do profesionalmente, eliminen sus falencias con conocimientos, apuntalen sus fortalezas con
aprendizaje. Nunca dejen de decirlo y sentirse como diseñadores.
Editada por Diana Flores Carrillo (2018).